Las Crónicas de El Gráfico

1975. Boca 4 - Racing 3. Partido para la historia.

Por Juvenal. Triunfo inolvidable del Xeneize que perdía al finalizar el primer tiempo por 3 a 0. Las mejores fotos y una crónica a la altura de un partido que tuvo una épica pocas veces vista.

Por Redacción EG ·

04 de diciembre de 2018
 

El Minuto a Minuto en Fotos:

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24 minutos - Jorge, abierto sobre la derecha, proyecta centro sobre el área. Cabecea Gottardi como si intentara un pase hacia la derecha. La corre él mismo, la disputa con Mouzo, lo "cortina" Scotta ante Nicolau y Vidallé, Gottardi se interna retrocediendo, gira y de zurda la mete entre el primer palo y Pernía. Racing abre el score.

 

 

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26 minutos - Foul de Pagiola a Ferrero. Tira Ferrero buscando el centro, Scotta la frena con el codo, penal. Tira Nicolau, fuerte, bajo, recto. Rechaza Carlos Alberto Suárez, arrojándose hacia su derecha. Felman recibe el rebote y cabecea hacia la red, pero Nicolau quedó adelantado y en zona de arco. Veiró anula la jugada por offside. Sigue Racing 1 a O.

 

 

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31 minutos - La lleva Jorge sobre la derecha, amagando la apertura hacia la punta. De ese modo descoloca a Tarantini y Mouzo. Sigue entrando, perseguido por Benítez. Busca la pared con Roberto Díaz y al intentar frenar la devolución, Benítez se la deja servida para que Jorge empalme el zurdazo cruzado, a media altura, batiendo a Vidallé. 2 a O.

 

 

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38minutos - Foul del Chino Benítez a Roberto Díaz, imparable hasta ese momento para Pernía-Nicolau. Es sobre la izquierda del ataque de Racing, a cinco metros del área. Barrera de cinco. Chanfle de Jorge con borde interno del pie derecho, colocándola en el ángulo del palo más próximo, lejos del vuelo de Vidallé. 3 a 0.

 

 

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50 minutos - El 3 a O del primer tiempo parece una lápida sobre el alma boquense. Sin embargo, el segundo período devuelve un Boca optimista y tenaz. El pibe Brites barre en el área a Potente. Es penal. Y Veiró no duda. Tampoco duda Nicolau, pese al penal malogrado del primer tiempo. Y vuelve a patear recto, fuerte, arriba. 3 a 1.

 

 

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62 minutos - Lo que parecía lejano, inalcanzable, esto más cerca. Se mete Benítez encarando por la izquierda. Lo derriba Buzzo muy cerca del área penal. Tiro libre y amarilla para Buzzo. Tira Nicolau. Es un balazo que Suárez no retiene. La pelota sale rebotada hacia la derecha del arquero y Felman toca de zurda, clavándola arriba. 3 a 2.

 

 

 

A los 80, Buzzo tiró afuera un penal por foul de Nicolau a Scotta. A los 84, apenas seis minutos antes del final, empató Hugo Paulino Sánchez. Faltan dos minutos y hay tiro libre sobre la derecha del ataque boquense. Viene el centro por arriba, superando a Pagioli, Cardaccio y Nicolau. Detrás de ellos cabecea el correntino Sánchez de pique al suelo, filtrándose entre Buzzo y García Cambón. La pelota va al palo derecho de Carlos Alberto Suárez, quien alcanza a tocarla, pero no puede contenerla. Lentamente sigue hacia la red el gol de la victoria. Las manos del pibe Sánchez quieren llegar al cielo... 4 a 3. Triunfo histórico en un partido para no olvidar nunca.

Imagen El empate, que ya era hazaña de Boca. Tiró Tarantini, tras pujante acción personal, rechazó Suárez y Sánchez reventó la red con un remate de derecha. 84 minutos.
El empate, que ya era hazaña de Boca. Tiró Tarantini, tras pujante acción personal, rechazó Suárez y Sánchez reventó la red con un remate de derecha. 84 minutos.


Imagen Boca consigue dar vuelta el resultado y lo gana 4 a 3.
Boca consigue dar vuelta el resultado y lo gana 4 a 3.


Imagen ¿Cuánto hacía que Boca no lograba una victoria así, vibrante, espectacular, dramática, tras ir perdiendo 3 a O? Por eso lo festejan como el triunfo de su vida, García Cambón, Felman, Hugo Paulino Sánchez y Potente...
¿Cuánto hacía que Boca no lograba una victoria así, vibrante, espectacular, dramática, tras ir perdiendo 3 a O? Por eso lo festejan como el triunfo de su vida, García Cambón, Felman, Hugo Paulino Sánchez y Potente...


 

 

Pasarán los años y los abuelos boquenses les contarán a sus nietos cómo fue aquella histórica tarde gris de Avellaneda, cuando Boca perdía 3 a O al terminar el primer tiempo, se puso 3 a 2 en espectacular reacción y finalmente consiguió el empate y el triunfo cuando faltaban seis minutos para terminar el partido.. .

Y temblarán emocionados. Como estamos temblando nosotros todavía ante la máquina de escribir, porque la vibración tremenda del partido nos atrapó a todos. Y todos sentimos cosquillear la piel y la sangre frente al espectáculo dramático, brutal y hermoso de un encuentro inolvidable.

No pregunte si la defensa de Boca se comió dos de los tres goles o si la defensa de Racing regaló dos de los cuatro. No se detenga ni nos detenga en el análisis de las actuaciones individuales flojas, del penal malogrado por Buzzo que, en una de ésas, ponía el resultado 4 a 2 y frenaba la reacción boquense. . . No nos haga perder tiempo explicándole que Racing no se fue atrás porque "Zubeldía siempre es tan defensivo y especulador", como usted sostiene seriamente, sino que Boca se fue adelante y se lo llevó por delante, superándolo en aire, moral y piernas. Nos detendremos sí, en los detalles que, a nuestro juicio, tuvieron influencia decisiva en el vuelco del trámite y en la elaboración del increíble resultado:

 

- LA SALIDA DE DOMINGUEZ:

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Zubeldía parecía haber acertado en la estructura defensiva que le dio a Racing, con Rodolfo Domínguez encimando al delantero central de Boca (alternativamente García Cambón y Potente, cambiando con mucho criterio) en tanto Buzzo quedaba en el fondo, sin ser un definido "batidore libero", pero suelto a retaguardia, sin marca fija. De ese modo lograba reducirle el terreno a Buzzo, obligándolo a controlar su posición sin empeñarse en insólitas excursiones sin retorno. Pasados los primeros quince minutos de juego, favorables a Boca, la solvencia de Rodolfo Domínguez armó defensivamente a su equipo y sobre esa base, más el despliegue incesante de Carlos Squeo y la cerebración con llegada de Alberto Mario Jorge, edificó Racing el espectacular 3 a O del primer tiempo. A los dos minutos del segundo, trabó Domínguez una pelota con Ferrero, cayó lesionado, se lo llevaron en camilla, y comenzó el drama de Racing. Porque se fue un hombre fundamental de su defensa y Norberto D'Angelo entró frío, sin terminar de ubicarse. En ese minuto psicológico del cambio de guardia en el fondo llegó el penal del pibe Brites a Potente y esta vez Nicolau no perdonó. Boca se puso 3 a 1 al cumplirse 5 minutos del segundo período y a partir de ese score, lo que cinco minutos antes parecía hazaña inalcanzable, pasó a ser posibilidad cierta. Máxime cuando a los 17 minutos, aprovechando la in-movilidad de la defensa de Racing ante un tiro libre de Nicolau devuelto por el pibe Carlos Alberto Suárez, la zurda de Felman puso el 3 a 2 cargado de ilusiones y de posibilidades. Lo marcamos porque fue decisivo: con Domínguez en el fondo, Racing parecía un equipo; sin Domínguez, regaló toda clase de ventajas defensivas ante pelotazos frontales que en la primera parte fueron siempre conjuradas con serenidad. La soledad en que se encontró el arquero local frente a los tres últimos goles de Boca exhibe la mejor prueba de lo mucho que influyó la salida de Domínguez.

 

- LA ENTRADA DEL PIBE SANCHEZ:

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Con esa intuición que suele anidar en el alma de la multitud, la hinchada boquense coreó insistentemente un grito al comenzar el segundo tiempo: "CO-RREN-TI-NO. . .! CO-REEN-TI-NO…!" Estaban pidiendo el ingreso de Hugo Paulino Sánchez, un pibe de 20 años que parece tocado por la varita del éxito. Porque cada vez que entró, en los últimos tiempos, Boca cambió un resultado adverso por empate o victoria. Y a los 13 minutos, cuando Squeo-Jorge volvían a controlar la pelota, tranquilizando a Racing y frenando el aluvión boquense, se levantó del banco el correntino para hacer piques de precalentamiento. De arriba bajó la ovación, bañando el campo con la luz de una esperanza. Dos minutos más tarde salía un pibe (Alves) que había sentido el esfuerzo de una hora con resultado en contra, y entraba otro pibe (Sánchez) portador de una antorcha de fe, dentro de un equipo que estaba levantando presión. Su presencia generó contagio. Fue, adelante, lo que hasta ese momento habían sido Tarantini, Mouzo y Benítez desde atrás. Lo suyo no tuvo brillo de talento, no tuvo virtuosismo, pero fue vital, dinámico, punzante, ganador. Y así llegó el gol de Felman. Y así llegarían, a los 84 y 88 minutos, los dos goles de Sánchez. Recibiendo un rebote y marcando con serenidad, certeramente. Cabeceando un tiro libre y poniéndola abajo, contra un palo. Después de haber recibido un golpe de Cardaccio, cuando la pelota estaba en otro lugar de la cancha. Un golpe de esos que aplica el adversario cuando el árbitro no ve, para achicar o eliminar al delantero que genera problemas... No creemos en los "pibes salvadores" que llegan para levantar las medias caídas en un cuadro de gente grande. Pero creemos en los pibes como Hugo Paulino Sánchez, para sumar su aporte de ganas, de atrevimiento, de fe no contaminada por las rachas negativas, dentro de un conjunto de hombres hechos como es actualmente Boca.

 

- LO MEJOR DE BOCA:

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Volvió a ser lo mejor que le observamos en anteriores partidos que logró volcar en su favor tras haber pasado momentos muy adversos: su plausible predisposición para no bajar los brazos, para no entregarse a la aflicción y las lamentaciones, para seguir apretando los dientes y dándole para adelante. Sobre todo, para adelante. Sólo ahora, la convicción de un Boca ofensivo por encima y más allá del ocasional resultado, se ha puesto los pantalones largos. Boca vuelve a creer en Boca, como en altri tempi. Como cuando jugaban Pancho Varallo y Benítez Cáceres, el Nano Gandulla y Piraña Sarlanga, Mario Boyé y Severino Varela, Rattin, Marzolini y el Tano Roma. . . Boca reconquistó aquella vieja garra que le permitía ganar partidos difíciles, cuando no era tan lindo para verlo de afuera pero era muy bravo aguantarlo ahí adentro...

Y el hombre que encarnó ese espíritu contra Racing fue el Chino Benítez. Sin aflojar ni siquiera cuando una infortunada intervención suya le sirvió a Jorge el segundo gol de Racing. Benítez agachó la cabeza y siguió luchando. Hasta comerse la cancha, esa misma cancha donde lo conocieron torero de fino estoque pero de escasa vitalidad para la lucha. . . Ahora, el Chino aprendió a archivar los pasos de capa pero ganó en fortaleza de carácter y en trasmisión de temperamento para todos los demás. Volvió a jugar con criterio y vitalidad Roberto Mouzo. Por momentos se descontroló pero terminó imponiendo su formidable polenta el pibe Tarantini. Y arriba, el mejor, el que más encaró, el que más exigió, se llamó Enzo Ferrero.

 

- LO MEJOR DE RACING:

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Llegó a estar 3 a 0 arriba, aunque en el juego no había acreditado tanta diferencia. Tampoco mereció perder 4 a 0 los 45 minutos finales, como realmente ocurrió. Parece haber encontrado dos buenos marcadores de punta en los jóvenes Oscar Pagiola y Jorge Oscar Brites. Este último, a quien la hinchada llama "Panadero" porque trae reminiscencias de Rubén Díaz, está en la línea de juego y lucha que destaca a Tarantini. Vale la pena seguir observándolo. Antes era delantero. Rodolfo Domínguez fue una muralla durante 45 minutos. Carlos Squeo se tragó la cancha en un despliegue de energías admirable matizado con un criterio y un sentido del orden que antes no tenía. El de Alberto Mario Jorge fue el mejor partido que le hayamos visto desde que está en Racing: inteligente en el arranque y la progresión, certero y potente en el gol. Carlos Alberto Suárez tiene condiciones como para ser el titular de la valla de Racing, especialmente por su serenidad en situaciones difíciles. Pero debe aprender dos cosas: 1) entregar mejor la pelota, facilitándole la recepción al compañero, sin atorarlo; 2) usar las palmas de las manos para desviar la pelota a los costados o sobre el arco, en vez de ofrecer rebotes frontales como en los casos del segundo y tercer gol de Boca.

 

JUVENAL Fotos: Alfieri (padre e hijo), Forte, Speranza, Abaca, González Cociña, Giménez, Prego y Colaone.