Las Crónicas de El Gráfico

1991. La fiesta de Boca en el Monumental

#18 Superclásico por Copa. El equipo de Tabárez marca diferencias una vez más sobre el de Passarella, derrotándolo 2-0 en el Monumental con doblete de Batistuta. Crónica, fotos y video.

Por Redacción EG ·

18 de noviembre de 2018
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Libertadores 1991. River 0 - Boca 2
  

Para el pueblo boquense no hay fiesta mayor que ganarle a River. No importan mucho las formas, si el gol de la victoria fue lindo o feo, si los dos puntos son merecidos o no. Eso es secundario: lo fundamental es gozar al rival de todos los tiempos. Y para ser justos: al revés ocurre exactamente lo mismo.

Uno necesita del otro. River justifica la existencia de Boca. Y Boca la de River.

 Pero el folklore futbolero no se queda en esos límites. Una racha de cuatro enfrentamientos ganados al hilo —en menos de 60 días— va creando el clima ideal que en la cancha genera un grito tan antiguo como pintoresco: "¡Hijos nuestros!". Otros argumentos van sumando lo suyo para desatar la locura, la del pueblo boquense. Haber levantado un 1-3 en contra en la Bombonera para transformarlo en un 4-3. Ir a jugar la revancha por la Copa Libertadores en el Monumental y en la medianoche del miércoles del 20 de marzo de 1991 cantarle al Otoño Porteño la grata nueva. Un resultado que no deja nada afuera: pone a River al borde de la eliminación en la Copa y, como si faltara algo, sobre la hora, un 1-0 sobrellevado con angustia, pasó a ser 2-0 con aires de golazo; ése fue el golpe definitivo, y en el final, cuando más duele.

Imagen Es la hora triunfal, de alzar los brazos y mirar el espectáculo de la popular. Allá van el Rata Rodríguez, Navarro Montoya y Soñora. Una noche inolvidable.
Es la hora triunfal, de alzar los brazos y mirar el espectáculo de la popular. Allá van el Rata Rodríguez, Navarro Montoya y Soñora. Una noche inolvidable.


Imagen El 1-0. Minuto 23. Gran pase en profundidad de Latorre a Batistuta. Gambeta cuando sale Miguel y penal. En la foto la impecable ejecución del Bati.
El 1-0. Minuto 23. Gran pase en profundidad de Latorre a Batistuta. Gambeta cuando sale Miguel y penal. En la foto la impecable ejecución del Bati.


Este Boca de Tabárez está marcando una diferencia sobre el River de Passarella. Hay razones colectivas, individuales y fortuitas. A Boca se lo ve mejor parado, con más seguridad en cada uno de sus movimientos. Además, la racha favorable potencia los ánimos, algunos hombres se sienten invencibles. En el orden comparativo, uno por uno, dos jugadores que establecen distancias. Se repite: hoy por hoy. Lo que en la última época triunfal de River de Passarella producía Da Silva, ahora lo hace Latorre para Boca. Ese romance con la red contraria que entonces tenía Medina Bello, en los días que corren edificó amores con Batistuta. El fútbol es así. Por fin, la dosis de suerte indispensable para acompañar cada acto de la vida ancló en inmediaciones de La Candela.

Imagen 2-0 Minuto 87. River estaba jugando en ataque, buscando el empate. Contraataque de Boca. Apud lo busca a Latorre. Se va el de Boca, elude a Higuaín. Llega al fondo, levanta la vista y lo vea Batistuta solo. El centro y la cabeza del goleador.
2-0 Minuto 87. River estaba jugando en ataque, buscando el empate. Contraataque de Boca. Apud lo busca a Latorre. Se va el de Boca, elude a Higuaín. Llega al fondo, levanta la vista y lo vea Batistuta solo. El centro y la cabeza del goleador.


Un dato más para que esta pequeña historia cumpla sus fines. Fue un clásico emotivo, bien jugado en el segundo tiempo, con un Latorre lujoso y un Batistuta demoledor en el primer gol (cuando fue al encuentro de Miguel y lo quiso superar con una gambeta larga que provocó el penal del arquero, mostró que tiene pasta para ser un delantero temible). El resultado es justo, pero quizá exagerado. Bueno: ¡qué le importa ese detalle al hincha de Boca!

Imagen Paren a Latorre. El delantero de Boca tuvo participación fundamental en los dos goles de Boca. Aquí lo rodean, sin éxito, cuatro jugadores de River: Higuaín, Astrada, Berti y Basualdo (4). Factor desequilibrante.
Paren a Latorre. El delantero de Boca tuvo participación fundamental en los dos goles de Boca. Aquí lo rodean, sin éxito, cuatro jugadores de River: Higuaín, Astrada, Berti y Basualdo (4). Factor desequilibrante.


Imagen Una escena símbolo. Así vivió Boca esta nueva victoria sobre River, la cuarta en lo que va del año. El abrazo interminable de Tapia (10) con Latorre.
Una escena símbolo. Así vivió Boca esta nueva victoria sobre River, la cuarta en lo que va del año. El abrazo interminable de Tapia (10) con Latorre.


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NATALIO GORIN

Fotos: HECTOR MAFFUCHE, ANTONIO LEGARRETA, RODOLFO SOLARI y EDUARDO FARRE