¡Habla memoria!

Los grandes cracks 1911-1921 (Parte II)

El inefable Chantecler, conocedor de primera mano de las épocas iniciales de nuestro fútbol, prosigue su recordación haciendo foco en los mejores mediocampistas laterales en la segunda década del siglo XX.

Por Redacción EG ·

12 de noviembre de 2018
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Ya hemos visto en el artículo anterior la riqueza de la segunda época, conocida por la de Racing y que llamé de evolución en la historia de nuestro fútbol, en guardavallas, backs y centre-halves, cuyos nombres han perdurado a través del tiempo y cuentan y admiran sus hazañas aun aquellos que nunca los vieron actuar. En esta segunda parte, haré una referencia a los halves de ala de 1911 a 1921, en forma sintética, dejando para otro número la continuación de mis recuerdos.

HALVES DERECHOS

Dije en varias oportunidades que en la primera época los halves eran las figuras inferiores de los teams, ya que las líneas medias no cumplían en forma la doble misión de apoyo al ataque y la defensa. Como ese terceto no era el que obtenía goles ni el que los evitaba en última instancia, no se le reconocía el valor primario que en realidad tiene para el éxito del conjunto. Fue, pues, en la segunda época donde los halves mostraron una verdadera importancia en la resolución de los matches. Ya he mencionado a los notables centre-halves de aquellos tiempos destacando las figuras extraordinarias de Olazar, Sande y Cándido García.

Citaré ahora a los halves derechos de mayor relieve.

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El viejo Mack, había pasado a cuarteles de invierno, Olivari y Peel Yates gastaron sus últimos cartuchos y la Asociación no tenía un titular de relieve en el puesto de half derecho, al punto de que ese puesto fue ocupado en lances internacionales por Chiappe, que era back, o por Morroni, que era centre-hall. Al crearse la Federación, apareció un half derecho de grandes condiciones.  Era un inglés pelirrojo que actuaba por Argentino de Quilmes y después pasó a actuar en la Liga Rosarina; se llamaba Johnston y se advertía fácilmente que estaba saturado de la técnica inglesa en la sobriedad del quite y su táctica de estrecha colaboración con el ataque y la defensa. Sustituyó a éste, en la gran línea de la Federación que formaba Sande y Badaracco, Santiago Sayanes, jugador que habitualmente se había desempeñado como insider. Inútil es decir que Sayanes, con brillantes aptitudes, fue un half  óptimo, más lucido y eficaz que lo había sido de forward. Betular, de Racing, menos completo, pero muy consciente, y el rudo Olivari actuaban por entonces, aunque con menos brillo, en el team de la Asociación. Más tarde surgió un half completísimo de un team modesto Estudiantil Porteño; era Ernesto Matozzi, Tenaz, sobrio, de excelente quite y superior en el apoyo, que tenía entre sus grandes virtudes la ejecución exacta y peligrosa de los free-kicks. Con ellos marcó goles muchas veces y recuerdo que en un match internacional contra los uruguayos los dos tantos que registró el score fueron obtenidos así por Matozzi.

Otros halves derechos que lograron destacarse, aunque no a la altura de los nombrados, fueron: Naón, de Estudiantes y Gimnasia y Esgrima de La Plata; Ayala, de Porteño; Cánepa, de Independiente, y Alfredo López, que fuera capitán de Boca.

Imagen Ernesto Matozzi,, que se destacara como brillante half en la época aquí recordada.
Ernesto Matozzi,, que se destacara como brillante half en la época aquí recordada.


LOS HALVES IZQUIERDOS

La primera gran figura de la época como  half izquierdo fue, creo que sin discusión alguna, Jerónimo Badaracco, que actuó por San Isidro y Argentino de Quilmes. Su bautismo internacional fue el recordado match de la Federación contra uruguayos en 1912, y desde entonces resultó el half indiscutido para el puesto durante varias temporadas. De un dinamismo como en la época actual, Badaracco se constituía en el perro de presa de los forwards contrarios, a los que no daba resuello; quitaba con limpieza, con notable variedad de recursos, se combinaba eficazmente con el back de su lado y el centre-half y apoyaba sólidamente al ala izquierda del ataque.
Imagen Olivari, Moroni y Badaracco, una de las fuertes líneas medias que tuvo la Selección Argentina.
Olivari, Moroni y Badaracco, una de las fuertes líneas medias que tuvo la Selección Argentina.


Pepe, de Racing, jugador eficaz pero menos completo que Badaracco, y H. Simmons, rudo defensor de River Plate, brillaron también por entonces, y luego se lucieron Ventureira, diminuto hall de Independiente, y Macchiavello; pero los más grandes sucesores de Badaracco fueron Felisari, de Platense; Pedro Martínez, de Huracán; Célico, de Atlanta, y Emilio Solari de Nueva Chicago.

Sería extenderme demasiado si me ocupara de las cualidades personales que distinguían a cada uno de los nombrados y sus hazañas principales, y por ello terminaré haciendo mención de los halves, al recordar que los tres mejores tercetos internacionales de la segunda época fueron constituidos así: Sayanes, Sande y Badaracco; Matozzi, Olazar y Pepe o Felisari o Pedro Martínez y hacia el final de la etapa por Matozzi, Cándido García y Célico, en la Asociación Amateurs y López, Busso y Elli o Solari en la Asociación Argentina.

CHANTECLER (1938)