Las Crónicas de El Gráfico

1996. Los pibes del siglo XXI

La Selección Argentina Sub-22 obtiene la medalla de bronce en el Panamericano de Puerto Rico. En 1996 El Gráfico presenta a estos pibes que, en poco tiempo más, cambiarían para siempre la historia del básquet argentino.

Por Redacción EG ·

11 de octubre de 2018
Imagen El plantel que obtuvo la medalla de bronce en el Panamericano Sub-22 de Puerto Rico. Arriba, de izquierda a derecha: Burgos, Oroná, Gutiérrez, Masieri, Olivares, Scola. En el medio: Victoriano, Sánchez, Ginóbili, Palladino, Abajo: Oberto y Fernández.
El plantel que obtuvo la medalla de bronce en el Panamericano Sub-22 de Puerto Rico. Arriba, de izquierda a derecha: Burgos, Oroná, Gutiérrez, Masieri, Olivares, Scola. En el medio: Victoriano, Sánchez, Ginóbili, Palladino, Abajo: Oberto y Fernández.


Era la medianoche del lunes 19 de agosto y el pasaje del vuelo 900 de American Airlines, con destino Miami, cortaba el cielo a oscuras y en silencio. Todos parecían dormir menos uno: la luz personal de la butaca G de la fila 30 se mantenía encendida. Alejandro Olivares, 19 años, cordobés de Jesús María, estudiaba inglés rodeado de libros con los exámenes SAT y ACT —fundamentales para rendir y acceder a una universidad norteamericana— y la compañía de una maquinita llamada Franklin, que traduce al instante cualquier palabra y hasta es capaz de hablar...

Alejandro es un nombre más de la nueva generación que irrumpió en el básquetbol argentino. Una ola de chicos que muere por las hamburguesas de Burger King, pero que al mismo tiempo habla de no acumular grasas en cuerpos que consumen por día cerca de 4.500 calorías. Un grupo de pibes de entre 16 y 21 años que anda a toda hora con un discman estallándole en los oídos, pero que en la cancha ya se acostumbró a moverse bajo la mirada escudriñante de los scouters de la NBA y las universidades de la NCAA. En fin, una camada de jugadores que se distingue del resto simplemente porque son... distintos.

¿Por qué son así? ¿Qué los hace diferentes? La medalla de bronce en el 2° Campeonato Panamericano Sub-22 que se disputó del 22 al 27 de agosto en Caguas, Puerto Rico, sirvió no sólo para obtener la clasificación rumbo al Campeonato Mundial de Melbourne '97, sino también para dejar sellada una sensación que entusiasma de cara al futuro.

 Entre esos pibes hay alguien que los conoce y mucho... Esa persona se llama Guillermo Edgardo Vecchio, tiene 35 años, es el entrenador de las Selecciones Nacionales menores desde 1987 y enumera los factores que los hace diferentes... 

• "La mayoría tiene otras expectativas de futuro: se anima a irse del país, arriesgando en varios casos mucho dinero..."

El ejemplo más claro es el del bahiense Juan Ignacio Sánchez.  Este base de 19 años recibió una beca de la Universidad de Temple, ubicada en Filadelfia, donde durante cuatro años estudiará y formará parte del equipo de básquetbol que participa en el torneo de la NCAA, el mayor semillero de jugadores con el que cuenta la NBA. Pero no es el único... Alejandro Ramón Olivares, ala pivote de Atenas de Córdoba, rendirá sobre fin de año su examen de inglés para ingresar a la Universidad de Fordham, situada en la ciudad de Nueva York: "Se me facilitarán las cosas porque el asistente del director técnico, el dominicano Edgar De la Rosa, habla español. Deseo irme porque siempre quise probar cómo se vive en una universidad y me gustaría cursar la carrera de administración de empresas. ¿El básquetbol? Es la otra parte importante: voy para aprender y aprender..."

 Sin embargo, las posibilidades de emigración no terminan aquí: el entrerriano Leandro Palladino también intentará sortear la prueba de idioma para incorporarse a la Universidad de St. Bonaventure, de Nueva York. Estos chicos están creciendo en un momento en que el básquetbol norteamericano abre puertas que hasta hace poco tiempo parecían masivamente inaccesibles, tanto que siete de estos doce jugadores recibieron, en el correr del último año, ofertas de becas para estudiar y jugar en los Estados Unidos de América.

Imagen La jerarquía de Fabricio Oberto.  Enfrentó a rivales más altos -como el canadiense Mac Cullogh, de 2,15cm- y los superó.
La jerarquía de Fabricio Oberto. Enfrentó a rivales más altos -como el canadiense Mac Cullogh, de 2,15cm- y los superó.


• "Las Selecciones Nacionales comenzaron a crecer en estatura: en Puerto Rico creo que por primera vez un equipo dirigido por mí intentó hacer prevalecer el juego interior..."

 Los números dicen que, de los doce integrantes del equipo Sub-22, siete están por encima de los dos metros de altura, logrando un promedio de 1,98 m. Esta marca es apenas un centímetro más baja que la que tuvo el Seleccionado mayor que participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta.

El techo se llama Fabricio Raúl Jesús Oberto, juega de ala pivote en Atenas de Córdoba y mide 2,07 metros. El cordobés de Las Varillas resultó el líder natural del equipo por varios motivos: su mayor edad —21 años—y por contar con la experiencia de haber intervenido en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata '95, el Torneo Preolímpico de Neuquén '95 y en Atlanta '96. "Fue el nombre que cerró el grupo y todos lo tomamos como nuestra salvación —cuenta el base tucumano Lucas Victoriano—. A veces piensa que no es útil pero, en un partido, de él están pendiente dos o tres jugadores y eso facilita el trabajo del resto..."

 Un estudio reciente que se le realizó a Fabricio en Biosystem, el consultorio del doctor Juan Carlos Mazza, determinó que los cartílagos de su columna vertebral no están cerrados y que puede crecer dos centímetros más. Y que si a su peso de 103,200 kilos le agrega otros 8 ó 9 kilos, sencillamente se convertiría en el jugador más desequilibrante debajo de los tableros desde la época del gigante Jorge González.

"Oberto le dio el toque de jerarquía que necesitaba el equipo", explicó Vecchio, y eso no pasó inadvertido para ninguno de los 16 enviados que tuvo la NBA en Puerto Rico, representando a 14 franquicias. Entre ellos se encontraba Tony Di Leo, de Philadelphia 76ers., quien en su cuaderno de anotaciones dejó estampada la siguiente definición: "Fabricio Oberto. Piernas muy rápidas. Buenos movimientos cerca del aro. Especialista en bloqueos. Necesita más masa muscular". En cualquier momento puede surgir una noticia conmocionarte...

 

• "Ahora, los jugadores vienen más desarrollados físicamente que antes..."

Imagen Leandro Palladino y toda su potencia enfrentando al local Carmelo Travieso.
Leandro Palladino y toda su potencia enfrentando al local Carmelo Travieso.
Leandro Fabián Palladino tiene una historia que sorprende... De chiquito era gordo y se dedicaba al atletismo. De esta manera, hace seis años llegó a ser campeón argentino de la categoría infantiles, en San Salvador de Jujuy, en la prueba del lanzamiento de la bala. Pero al mismo tiempo jugaba al básquetbol en el club Tomás de Rocamora, de su natal Concepción del Uruguay, y a los 14 años empezó a levantar pesas. En la temporada 1992/93 pasó a Atenas, donde llegó con 92 kilos y siguió al pie de la letra un plan físico. Hoy pesa 101 y es el jugador más potente de su generación...

Distinta es la situación de Alejandro Burgos, un rosarino de 2,04 metros que viste la camiseta de Olimpia de Venado Tuerto. "Es lo más parecido a Ramón Rivas que vi en mi vida", exclamó durante un entrenamiento Flor Meléndez, el entrenador boricua que en la inminente temporada conducirá a Independiente de General Pico. La comparación con el pivote puertorriqueño que jugó en la NBA y desde hace un tiempo lo hace en España no es antojadiza: Burgos tiene casi su mismo cuerpo, la de un atleta ágil pero tirando a gordo. Por eso, el doctor Daniel Sogne, médico de la delegación, le indicó que siguiera una dieta hipocalórica que le permitió rebajar 7 kilos de los 122 que pesaba en el momento que llegó a la Selección.

Si Alejandro Burgos continúa aprendiendo —tiene tan sólo 18 años—, será muy duro moverlo debajo del tablero en los próximos años. Y ése es uno de los mayores déficits del básquetbol argentino.

 

 • "Tienen disciplina táctica. ¿Qué significa? Que fueron fieles a un estilo y jamás se alejaron del mismo..."

En la práctica previa al primer partido contra Canadá, que se efectuó en el Coliseo Pedrín Zorrilla de San Juan, Vecchio fue claro con sus jugadores: "Estén preparados porque vamos a ganar los partidos nada más que por 4, 5, 6 ó 7 puntos..." El plan de juego, que es todo una marca registrada del entrenador, consistió siempre en hacer control de la pelota. Así se le ganó a Canadá (72-65), México (72-67), Brasil (80-75), se cayó en semifinales frente a Puerto Rico (69-70) y se obtuvo la clasificación ante Canadá (75-70). En las posiciones finales ocupó el tercer lugar detrás de Estados Unidos y Puerto Rico.

Imagen Lucas Victoriano, dirige al equipo desde la base. Detrás Guillermo Vecchio.
Lucas Victoriano, dirige al equipo desde la base. Detrás Guillermo Vecchio.
Pese a jugar un básquetbol con un sistema poco vistoso pero que demostró ser efectivo, el equipo se divirtió. Y aquí se destacó el base Lucas Javier Victoriano, un tucumano hijo de padre y madre entrenadores. ¿Cómo es eso? A los 14 arios —hoy anda en los 18—, Lucas vivió una situación increíble... Jugando en infantiles para Juan Bautista Alberdi, equipo que dirigía su mamá Azucena, debió enfrentar por el torneo local a Juventud Unida de Tafí Viejo, que conducía su papá Eduardo. Faltando seis segundos, Alberdi perdía por dos pun-tos y Azucena pidió minuto. Todos se dieron cuenta enseguida de que Lucas sería el dueño de la última pelota. Así ocurrió: la recibió, se sacó de encima a dos rivales y la tiró desde la mitad de la cancha. iTriple! Su mamá lo abrazaba pero, en la otra punta del estadio, su papá se retiraba con la cabeza gacha...

El mismo desenfado exhibió en Puerto Rico. Fue base para conducir al equipo con seguridad, escolta para sacudir con 15 triples a sus rivales durante el campeonato —siendo el goleador de la Selección con 16 puntos de promedio—, definidor mortal en los momentos decisivos, como cuando encaró el canasto canadiense en el partido por el tercer puesto y anotó un doble fundamental a 30 segundos del cierre que fue victoria y ticket mundialista para Melbourne '97…

 "Nos dimos cuenta de que crecimos y eso es producto de jugar con muchas presiones en la Liga Nacional —confiesa Lucas—. Antes, yo y mis compañeros no teníamos dimensión de lo que jugábamos. Ahora sí, que hay un Mundial que es un sueño grande el año que viene en Australia, que hay gente de la NBA mirándote, que está nuestro futuro en juego..."

 Estos son los pibes del Siglo 21, entre los que se destaca el terrible tiro de tres puntos de Emanuel David Ginóbili —cualquier parecido en su instinto asesino con Juan Espil es pura coincidencia—, la clase del polifuncional Luciano Masieri y la presencia sorprendente de Luis Alberto Scola: mide 2,04 metros, le dio 6 años de ventaja a sus rivales y provocó el asombro entre los scouters de la NBA, quienes a pesar de que lo vieron jugar muy poco anotaban hasta cómo tiraba una bandeja.

 Estos son los pibes del Siglo 21, los que se gastaron buena parte de los 150 dólares totales de viáticos que recibieron en tape (un tipo de venda que se usa para los tobillos), bracers (bolsas especiales para ponerse hielo en las rodillas), zapatillas, medias o camisetas... A los que en ningún momento durante el torneo se les pasó poda cabeza pisar la tentadora arena que separaba sus habitaciones en el hotel La Concha de la playa, mientras veían cruzar con la toalla al hombro a canadienses, brasileños y norteamericanos... Aquellos que el lunes 26 de agosto, el día de la clasificación, se despertaron y encontraron un cartel pegado en las puertas de sus piezas que decía: "Hoy puede ser un gran día. Duro con él..."

 Estos son los pibes del Siglo 21, el producto genuino y más valioso de una competencia sagrada como lo es nuestra Liga Nacional. Los chicos que nos invitan a soñar y que por ahora ya despertaron una ilusión: algo bueno se está gestando en el basquetbol argentino.

GUILLERMO GORROÑO Enviado especial a Caguas, Puerto Rico Producción: FABIAN MAURI Escenas: ANGEL L. COLON (1996)

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SACARON PASAJE AL FUTURO

(Nombre, edad,  nacimiento,  altura, club)  

ALEJANDRO BURGOS, 18,  Rosario (Santa Fe),  2,04 , Olimpia.

GABRIEL DIEGO FERNANDEZ , 19,  Lomas de Zamora (Buenos Aires),  2,03 , Boca Juniors.

EMANUEL DAVID GINOBILI,  19,  Bahía Blanca (Buenos Aires),  1,95,  Estudiantes.

LEONARDO MARTIN GUTIERREZ, 18,  Marcos Juárez (Córdoba) 2,00 Olimpia.

LUCIANO MASIERI , 20,  Pergamino (Buenos Aires) 2,00 Obras Sanitarias .

FABRICIO RAUL JESUS OBERTO,  21,  Las Varillas (Córdoba),  2,07 , Atenas.

ALEJANDRO RAMÓN OLIVARES , 19 , Jesús María (Córdoba),  2,03,  Atenas.

GUSTAVO ALBERTO ORONA,  21 , Cinco Saltos (Río Negro),  1,96,  Andino.

LEANDRO FABIÁN PALLADINO,  20 , Concepción del Uruguay (Entre Ríos),  1,94,  Atenas.

JUAN IGNACIO SÁNCHEZ , 19 Bahía Blanca (Buenos Aires),  1,90 , Temple University.

LUIS ALBERTO SCOLA 16, Capital Federal,  2,04, Ferro Carril Oeste.

 LUCAS JAVIER VICTORIANO , 18 , San Miguel (Tucumán),  1,89,  Olimpia.