Las Crónicas de El Gráfico

1989. Basualdo, de Mandiyú y la Selección

Niñez de potrero, adolescencia de barrio. Todavía era el “Nene” cuando José Horacio Basualdo la rompía en Mandiyú y Bilardo sorprende convocándolo para la Selección. Repasamos su primera nota en El Gráfico.

Por Redacción EG ·

26 de abril de 2018
¿QUÉ BASUALDO?

- EL DE MANDIYÚ Y LA SELECCIÓN



- “Nene”, sabés que te quiere Mandiyú?

- ¿Mandiyú, ese que juega con una banda tocando en la tribuna?

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- “Nene”, ¿viste que te convocaron para la Selección?

- Noo, papá, habrás escuchado mal. Debe ser el otro Basualdo, el de River.

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Le dicen Nene. Carita de pibe. Piel morocha. Tiene 25 años porque nació en Campana el 20 de junio de 1963. Antes preguntaba él, cuando las sorpresas lo desbordaban. “Mandiyú busca ascender a Primera. Hay mucha plata. El técnico Guerra te quiere”. “La Selección está formando para Italia. Bilardo te estuvo mirando. Te quiere”. Él preguntaba “¿A mí?”. El tiempo fue cambiando los roles y es ahora él quien escucha el interrogante. “¿Quién sos, Basualdo?”

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“Naranja Juniors”, así se llamaba. Gracioso, ¿no? Lo formamos ese grupo que jugaba al baby fútbol en la escuela. Cuando cumplimos 12 años no pudimos seguir, y entonces se fundó “Naranja…” para jugar el Campeonato en la Liga de Campana. Era número 5, y a los 14 años ya estaba en Primera. Ahí comencé…

Historia simple la de José Horacio Basualdo. Niñez de potrero; adolescencia de barrio, un club que a fines de 1981 lo descubre y él que se encuentra jugando en su debut el partido que decidía el descenso a la Primera “C”. Villa Dálmine – El Porvenir, en cancha de Atlanta. Tenía 17 años, y –oh casualidad- en el partido estaba el técnico que siete años más tarde le produciría la mayor alegría: Carlos Bilardo.

De Naranja Juniors a la Selección. ¿Usted leyó la nota a Silvano Maciel en EL GRÁFICO 3626? Bueno, son casi historias paralelas, sólo que José salió de una familia sin lujos de Campana –papá José Mario trabaja hace 25 años en la empresa siderúrgica Siderca, mamá Marta Márquez es empleada en el mercado Norte- y que, a diferencia del puntero de Armenio, sólo no actuó en la “D”. Después, todos los escalones: Primera “C” y “B” con Dálmine, Nacional “B” y Primera División con Mandiyú de Corrientes.


Imagen Proveniente de Villa Dálmine ascendió a Primera con Mandiyú en 1988. En el futuro sería campeón de la Libertadores e Intercontinental con Vélez (1994) y con Boca (2000). Se retiró en Villa Dálmine en el 2003.
Proveniente de Villa Dálmine ascendió a Primera con Mandiyú en 1988. En el futuro sería campeón de la Libertadores e Intercontinental con Vélez (1994) y con Boca (2000). Se retiró en Villa Dálmine en el 2003.



Y la Selección Nacional. ¿Y vos qué decís, Nene?

- No sé, yo siempre pensaba que para estar en la Selección había que jugar en un club grande de Buenos Aires. Pero cuando vi que convocaban a jugadores de Rosario me puse contento. Ahí me dije: “Por ahí…”

- Y Bilardo te convocó, ya jugaste tres partidos, el técnico te confirmó para la Copa América. En el ‘90 está el Mundial. ¿Qué cosas pasan dentro tuyo?

- Yo siento que soy el mismo y que quiero seguir, humilde como siempre, un tipo de barrio, no quiero que se me suban los humos a la cabeza. Soy así, medio avergonzado también. Recuerdo que después del debut contra Colombia, Bilardo nos reunió en el hotel y dijo delante de todos que yo había sido el mejor y, la verdad, no sabía dónde meterme.

La Selección llegó porque partido tras partido en Mandiyú un flaquito de 73 kilos y 1.77 de estatura era figura. El Nene Basualdo es un volante libre, capaz de pedírsela al arquero y llegar acompañado al arco de enfrente. Corre y corre, tiene un manejo criterioso y una dinámica inusual. Eso ya lo consiguió. ¿Qué le falta? “Pararme un poco, por ahí soy medio alborotado y embarullo al equipo. Tengo que hablar más también, pedirla, ser la manija del equipo. Eso me pide don Manuel (Juan Manuel Guerra) y Bilardo quiere que busque siempre los espacios libres.

Será por eso que Basualdo “no se queda quieto”. Dicen que en la Selección es uno de los que más se entrena. “El trabajo físico de la Selección es durísimo, de todas las cosas nuevas que me tocó vivir esa fue la principal diferencia, pero yo no siento nada. Me doy cuenta de que necesito poco tiempo para cambiar de aire. ¡Y pensar que cuando tenía 7 años un médico le dijo a mi padre que sufría de un soplo al corazón!”.

Y la historia futura dirá si estas anécdotas quedarán sólo en eso. Ya contó la “coincidencia” de la presencia de Bilardo en su debut. Cuenta también –dolorosamente- aquel partido final que decidía el ascenso a la “B” contra Defensa y Justicia, a fines de 1984. “Lo jugué, me hicieron el penal que llevó a la victoria, pero no fui a festejar. Estuve en el velatorio de mi abuelo Juan Márquez, que se murió fabricando una bandera de Dálmine para alentarme…”.


Imagen El Pepe en el Mundial de Italia 90 frente a Brasil. Fue subcampeópn Mundial en el equipo de Bilardo y Campeón de America con Basile en Ecuador 1993.
El Pepe en el Mundial de Italia 90 frente a Brasil. Fue subcampeópn Mundial en el equipo de Bilardo y Campeón de America con Basile en Ecuador 1993.



Está casado desde diciembre de 1987 con Silvina Lomeña, tiene un Peugeot 504 modelo ’85, vive en un departamento de 4 ambientes que da a Mandiyú, gana 8.600 australes por mes “pero buenos premios, por el triunfo contra San Lorenzo me dieron otro sueldo”. Le gusta el fútbol de Brasil y el de Francia ’86, de chico lo volvía loco el Tolo Gallego, y ahora tiene un ídolo por puesto: Platini, Bochini, el Negro Enrique. Le quedó una pequeña frustración: “En el 79 fui a probarme en Boca, me ficharon pero no quedé porque tenía que seguir estudiando (se recibió de Técnico Electromecánico) y Boca no me consiguió escuela en Buenos Aires. Me volví a Campana”. Dice que Bilardo le marca que tiene que conseguir la recuperación de Enrique, la técnica de Burruchaga y el sacrificio de Giusti. Y él, todavía tímido, tal vez avergonzado, piensa: “Estoy jugando en el potrero, cerca de casa, no me tiene que importar nada…”. Y también se mata entrenando porque “prefiero que me digan que al Mundial van 22 y yo soy el 24 y no que quede afuera porque no entreno”.

El “Nene” Basualdo. ¿Qué Basualdo?


Por HUGO SUERTE (1989).