1953. ¡Pobre fútbol!

Cinco días después del encuentro en el que empataron River y Vélez 2 a 2 en 1953, El Gráfico publica el comentario del partido por Félix Daniel Frascara. Para contextualizar el suceso, era el principio de la segunda rueda, ambos equipos llegaban como escoltas de Independiente.

No existían los cambios. Vélez sufrió tres expulsiones, incluido su arquero en el primer tiempo, y River una. El campeón finalmente serian los de Núñez escoltado por los de Liniers, que hizo hasta allí, una de las mejores campañas de su historia con un gran equipo dirigido por Don Victorio Spinetto.


 

¡POBRE FÚTBOL!

Tarea desagradable es la de comentar un partido -un “destrozado” diríamos mejor- como el que River y Vélez Sársfield jugaron el domingo en el estadio de Nuñez.

Jugaron es un decir. Todo fue bien hasta los 25 minutos, cuando Vélez abrió el score. A partir de entonces, sin que pueda precisarse con exactitud quien ni donde se encendió la chispa, empezaron a menudear los golpes las discusiones  y a crearse ese clima espeso, palpable, que anuncia inminentes cataclismos.

Como ocurre siempre en tales circunstancias, las víctimas fueron el fútbol y el público. A éste lo dejaron sin el espectáculo interesante que había ido dispuesto a ver; al fútbol le infringieron  una ofensa más, por falta de cordura y educación deportiva. El referee no supo imponerse por las buenas y opto por echar gente, lo que contribuyó a empobrecer aún más el espectáculo. No es fácil hacer nombres ni mencionar excepciones, porque se corre el riesgo de equivocarse, entre otras cosas porque los hechos ocurren a la distancia y porque, según sabemos, a menudo las agresiones son verbales y, por lo tanto, inaudibles para quienes se encuentran en las tribunas. Tampoco, desgraciadamente, es una excepción asilada este episodio del domingo. Hay que volver, pues, a los lugares comunes: condenar lo acaecido, lamentar que entre los jugadores no exista conciencia de sus deberes profesionales, que falten el respeto al público, al referee y a los adversarios, en una abierta oposición con lo que se entiende como principio de toda agrupación.

En lo que se vio de fútbol advertimos que la primera parte del match fue favorable a River, que estaba jugando mejor que Vélez, aunque sin alcanzar mayor brillo. Cuando los locales habían hecho merecimientos para abrir el score, fue Conde quien puso en ventaja a Vélez.

Después, en la segunda etapa, jugando Vélez con diez, ocupando Sansone el puesto de Adamo con bastante acierto, resultó que los de Liniers elevaron su rendimiento, en tanto que se reducía el de los Millonarios, cuyo ataque no tuvo ya el brío ni la hábil penetración del primer tiempo. Sin embargo, parecía ya que el match terminaría empatado, por el gol de Prado (en colaboración con Huss) en los comienzos de la segunda parte, pero se registraron dos variantes: el segundo tanto conquistado por Mendiburu y el empate subsiguiente, obtenido por Mantegari.

Y cuando sonó el silbato final asistimos a la última sorpresa: los jugadores se despidieron correctamente, como si nada hubiera ocurrido… Pero el público y el fútbol habían sido ofendidos una vez más.


Félix Daniel Frascara (1953).

 

SÍNTESIS

Fecha: 17ª
23 de agosto de 1953
Estadio: River Plate
Árbitro: Harry Dyckes

RIVER PLATE 2. Amadeo Carrizo; Alfredo Pérez, Lidoro Soria; Oscar Mantegari, Julio Venini, Pascasio Sola; Santiago Vernazza, Vicente Gambardella, Eliseo Prado, Ángel Labruna, Félix Loustau.
DT: José Minella

VÉLEZ SÁRSFIELD 2. Nicolás Adamo; Oscar Huss, Ángel Allegri; Armando Ovide, Jorge Ruiz, Rafael García; Ernesto Sansone, Norberto Conde, Juan José Ferraro, Osvaldo Zubeldía, Juan Carlos Mendiburu.
DT: Victorio Spinetto

Goles: PT: 6' Norberto Conde. ST: 9' Eliseo Prado; 43' Juan Carlos Mendiburu; 44' Oscar Mantegari.

Expulsados: PT: 34' Nicolás Adamo (V), 34' Vicente Gambardella (R), -Ernesto Sansone, medicoampista de Vélez, ocupó el arco por la expulsión de Adamo-, 41' Ángel Allegri (V); ST: 44' Juan Carlos Mendiburu (V).

Recaudación: $130.455