¡Habla memoria!

1986. River y la historia ya no se deben nada

Después de ganar el torneo local y su primera Copa Libertadores, el 14 de diciembre de 1986 River Plate se consagraba campeón intercontinental. Repasamos como fue la evolución de un equipo glorioso.

Por Redacción EG ·

14 de diciembre de 2018

No venía bien la mano para River. Ganó el Campeonato Nacional de 1981 con Mario Kempes en la cancha y Alfredo Di Stéfano en el banco. Pero Alonso se peleó con el técnico y se fue a Vélez. En abril de 1983 debutó Enzo Francescoli, pero “entre 1982 y 1983 mueren Vladislao Cap y Oscar Trossero, técnico y delantero del equipo; el último de ellos en el vestuario, tras un partido con Rosario Central. También en el 83 muere Ángel Labruna. Y en lo futbolístico, todo va de mal en peor: el plantel hace una huelga de 47 días… y termina penúltimo en el Metro 83. No desciende, por el flamante sistema de promedios. Ya con Alonso de vuelta, River llega a la final del Nacional 84 pero pierde con Ferro 3-0 y 1-0”. Así sintetiza este momento negro, la edición especial de El Gráfico de colección (mayo 2001) para el centenario de la institución de Núñez. 

Imagen Ruggeri, Alzamendi, Enrique, Gallego Troglio y Funes festejando en los vestuarios del América de Cali después de ganar el partido de ida de la final de la Libertadores.
Ruggeri, Alzamendi, Enrique, Gallego Troglio y Funes festejando en los vestuarios del América de Cali después de ganar el partido de ida de la final de la Libertadores.


Nuevo y bueno

En 1985, la AFA cambia el estilo de juego de sus campeonatos de Primera División. Se disputarán en consonancia con el calendario europeo, en dos rondas de mitad de año a mitad de año, con un receso veraniego donde podrán incorporarse jugadores. River es dirigido desde 1984 por Héctor Veira. El 6 de julio empieza el nuevo torneo. La visita a Temperley en Vélez le depara una victoria por la mínima diferencia con gol de La Araña Amuchástegui (“Dos puntos y muchas dudas” se titula el comentario del partido a cargo de José Luis Barrio). Curiosamente, los próximos dos partidos también los ganará 1-0 pero con sendos goles de Francescoli, que aparece en la tapa del 16 de julio. Poco después Juvenal entrevista al Bambino, que confiesa que lo mejor que tiene River es “que quiere ganar siempre”. Y eso vale, aunque se equivoque. Además, muestra un gran poder de recuperación frente a la adversidad”. Dos goleadas provocan los primeros grandes elogios de los cronistas: “River fue una máquina”, dice la tapa del 1o de octubre con la foto de Claudio Morresi. “Un regalo de fútbol y goles”, afirma Barrio desde el título de la nota sobre el 5-1 a Newell´s. Una semana más tarde, Natalio Gorin asevera “River es un show. Esta vez, la goleada la sufrió Vélez. El cuadro del Bambino Veira juega en serio y define con lujos”. Fue 4-1 en Liniers. Tan alto era el nivel, especialmente de Morresi, que hasta Hugo Suerte organiza una encuesta entre periodistas e hinchas para ver si debía seguir Claudio o darle lugar a Norberto Alonso. La tirada de 120.000 ejemplares del 29 de octubre se justifica: dos días antes, River le había ganado 1-0 a Boca con el gol de Alejandro Montenegro. “River fue un zapatazo, Boca un corazón”, es el título de José Luis Barrio para un clásico que moviliza a ¡cuatro noteros y quince fotógrafos!

Imagen La emoción de un ídolo. El Beto Alonso y la Copa Libertadores en un estadio más Monumental que nunca, estremecido por la magnífica conquista.
La emoción de un ídolo. El Beto Alonso y la Copa Libertadores en un estadio más Monumental que nunca, estremecido por la magnífica conquista.


En el descanso estival se va Craiyacich, y llegan Centurión y Nelson Gutiérrez. El arranque de 1986 es arrollador. Se amplía la diferencia con el segundo, Newell´s, a diez puntos. La victoria 3-0 ante Vélez le da el ansiado logro, cuando faltan aún cinco fechas y el elenco rosarino debe quedar libre. “River campeón” es la tapa consagratoria de una edición que tira 160.000 ejemplares. El plantel festeja el domingo a la noche en la editorial y Enzo Francescoli escribe en la revista una nota titulada “Gracias, gracias a todos”. Pero aún no se había llegado al éxtasis. Habría muchas más alegrías millonarias este año. A tono con ello, a la semana siguiente, El Gráfico publica un poster desplegable con el equipo  Campeón. 

El número del 8 de abril eleva la tirada a 165.000 ejemplares, por culpa de Alonso, que se aferra emocionado a su camiseta, en una tapa elocuente: “Este año River ganó todo. Hasta en la Bombonera”. “Cubrimos Boca-River con 11
periodistas, dos de los cuales convivieron con los equipos –uno con cada uno— desde el lunes hasta el domingo.  Afectamos al operativo 14 fotógrafos… que tomaron 102 rollos de película color de 36 fotos cada uno… para finalmente seleccionar las 32 que ilustran las 28 páginas dedicadas al clásico en esta edición”, aclara el editorial, ilustrado con una foto del gol de Alonso de cabeza con la pelota naranja. Se envía al taller de Garín (Gran Buenos Aires) esta toma  para la portada “pero cerca de las 23.30 redescubrimos el festejo del Beto en su segundo gol y decidimos cambiar la tapa. Un motociclista salió entonces a toda velocidad para llevar a la imprenta la nueva alternativa, protagonizando un hecho sin precedentes en nuestros 68 años de vida”. Y la, ahora sí, foto de tapa se convertirá en poster siete días más tarde. 

Imagen Los titulares de las finales de la Libertadores y la Intercontinental 1986: Gordillo, Gallego, Nelson Gutiérrez, Pumpido, Ruggeri y Montenegro; Alzamendi, Héctor Enrique, Fúnes, Alonso y Roque Alfaro.
Los titulares de las finales de la Libertadores y la Intercontinental 1986: Gordillo, Gallego, Nelson Gutiérrez, Pumpido, Ruggeri y Montenegro; Alzamendi, Héctor Enrique, Fúnes, Alonso y Roque Alfaro.


Chapa internacional

El campeonato 85/86 le dio la oportunidad a River de participar de la Copa Libertadores de América. Y justamente debuta ante su clásico rival. Empate 1-1 con goles de Alfaro y Graciani. Poca cobertura de parte de El Gráfico. Todo estaba eclipsado por la obtención de la Copa del Mundo de fútbol en México, Diego Maradona y la hazaña de la selección de básquet que le gana a Estados Unidos en el Mundial de España. 

Tras aquel empate, seguirán dos victorias en el Centenario de Montevideo ante Wanderers y Peñarol. Luego de la segunda, el enviado especial, Enrique Romero,  entrevista a Veira: “Jugadores con talento me sobran, profesionalmente que dan todo también. Los ordeno y con sinceridad vamos todos para adelante” y destaca a un “fuera de serie” que River había incorporado hacía poco y luchaba contra el peso y las lesiones: Juan Gilberto Funes, el Búfalo. 

La cosecha de puntos se hace fuerte: tres triunfos como locales en los partidos jugados en agosto: 3-1 a Peñarol, 4-2 a Wanderers (Alonso mete dos goles y es tapa del 19 de agosto) y 1-0 a Boca. La serie semifinal se dirime por el canto de una uña, ya que River empata en Vélez sin goles ante Argentinos Juniors y pierde como local 2-0 (el día antes había nacido la hija del Bambino, quien le escribe una dulce página publicada por la revista), mientras al Barcelona le gana 3-0 en Ecuador y 4-1 en el Monumental. Los resultados del Bicho obligan a un partido de desempate en Vélez, que termina  sin abrirse el marcador, ni siquiera en el alargue. No hay penales y River pasa por dos goles más en la diferencia. A Barrio le “queda una sensación: el mejor, quien jugó mejor, quedó afuera”. Y espera que el equipo argentino juegue mejor
la final “porque River es capaz”. 

Imagen El Búfalo Funes, Roque Alfaro y Nery Pumpido llevan la Copa Intercontinental en Tokio.
El Búfalo Funes, Roque Alfaro y Nery Pumpido llevan la Copa Intercontinental en Tokio.


Para anticipar el choque ante el América de Cali, El Gráfico publica una nota de catorce páginas con todos los detalles de la clasificación, reportajes y un análisis del equipo colombiano. Natalio Gorín entrevista al Búfalo Funes, quien confiesa que en su puesto el jugador ideal se llama Ramón Díaz aunque su ídolo es el Beto Alonso. 

Justamente, Alonso y Funes le dan la victoria en el partido inicial. “River es de todos”, dice la portada tras el gran triunfo en Cali con Veira, Ruggeri, Pumpido y Gallego a toda sonrisa. “Faltan 90 minutos para la gloria”, afirma la página 3. La cobertura pertenece a Enrique Romero y al fotógrafo Ricardo Alfieri (h) que aparece ¡empapado!: “Así quedó luego de ser arrojado a la pileta. Lindo debut como protagonista”. La revancha en River versa sobre un “brillante campeón” con Funes en la portada y una tirada de 210.000 ejemplares. Es el número 3.500 de El Gráfico y cuenta con 164 páginas con gran  arte de la historia del deporte en la Argentina. Entre las rarezas de la nota riverplatense, aparece: “Esta foto esperó ocho meses”. Y se cuenta una curiosa historia: “La sacamos en febrero de 1986 y recién la publicamos hoy”. Se hizo una producción especial en el verano con la copa que, gentilmente, prestó a El Gráfico la gente de Argentinos Juniors. Posaron con ella varios jugadores (incluso Francescoli, que no jugó este torneo) y el técnico de River, pero el presidente de la entidad de la banda roja, Hugo Santilli, prohibió que la publicaran. “Llegó a pedirnos los rollos”, dice la nota anónima. “¿Sabe don Hugo cuántas veces esta ‘fotito’ nos llamaba desde su oscuridad pidiendo ‘publíquenme’?”.

“Un equipo de millonarios viaja a Japón” dice la publicidad de una página de una agencia que, por 2.099 dólares, invitaba a ver a River en la final de la Copa Intercontinental contra el Steaua Bucarest. Cherquis Bialo y Natalio Gorín viajan junto a los fotógrafos Aldo Abaca y Ricardo Alfieri (h) al estadio Nacional de Tokio. Son los privilegiados que verán el primer torneo de clubes del mundo ganado por River. La tapa: “Momento histórico: Antonio Alzamendi convierte el gol que rubricará el triunfo sobre el Steaua en Tokio. River logró su tercer título en 1986”. Los dos primeros títulos internacionales de River se los debe a un plantel de excelentes individualidades. Ambas finales fueron disputadas por los mismos  jugadores: “Pumpido; Gordillo, Gutiérrez, Ruggeri, Montenegro; Enrique, Gallego, Alonso, Alfaro; Alzamendi, Funes". Un inolvidable River que consiguió todo en un año.

Imagen El Bambino Veira con la Intercontinental, el preciado trofeo. El técnico siempre aseguró que fue la conquista de mayor importancia. Pese a su juventud, supo conducir a un grupo de extraordinarios jugadores que lograron todo lo que se propusieron.
El Bambino Veira con la Intercontinental, el preciado trofeo. El técnico siempre aseguró que fue la conquista de mayor importancia. Pese a su juventud, supo conducir a un grupo de extraordinarios jugadores que lograron todo lo que se propusieron.


Néstor Saavedra (2009).