Boxeo

Lomachenko y Rigondeaux se enfrentan en Nueva York

Mañana, en el teatro del Madison Square Garden, se dará el esperado combate entre los dos bicampeones olímpicos.

Por Juan Limansky ·

08 de diciembre de 2017
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Mañana, el teatro del Madison Square Garden será el escenario de uno de los combates más esperados de este final de año, donde estarán cara a cara dos de los mejores amateurs de la historia. Vasyl Lomachenko defenderá su título mundial superpluma de la OMB ante Guillermo Rigondeaux, en lo que será la primera pelea de la historia en donde se enfrentarán dos bicampeones olímpicos (el ucraniano ganó la medalla de Oro en Beijing 2008 y Londres 2012, mientras que el cubano se había consagrado en Sidney 2000 y Atenas 2004). 

Son dos grandes boxeadores, con un talento natural innegable, pero para analizar esta pelea no se puede dejar de lado el tema del peso, ya que Rigondeaux está subiendo dos categorías (siempre peleó en supergallo). La gran incógnita es si Lomachenko podrá hacer valer la diferencia de tamaño y potencia o si el cubano la disimulará con su oficio y movilidad. La otra gran diferencia es la edad. El ucraniano tiene 29 años y está en el momento de mayor plenitud de su carrera, mientras que el Chacal ya tiene 37, aunque en sus últimas presentaciones no se percibió ninguna merma en lo físico ni que le pesen los años.

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Lomachenko (9-1, con 7 KOs) perdió en su segunda pelea como profesional ante Orlando Salido pero después se recuperó para ganar títulos mundiales en pluma y superpluma, consiguiendo grandes victorias ante buenos rivales como Gary Russell Jr. y Nicholas Walters, entre otros. El ucraniano es uno de los mejores libra por libra de la actualidad, da espectáculo en cada una de sus presentaciones y fue muy superior a sus oponentes en sus últimas peleas.

Rigondeaux (17-0, con 11 KOs), por su parte, es un estilista nato y sus características no son del todo atractivas para la gran industria. Por eso, durante toda su carrera sufrió el problema de que las grandes estrellas no lo querían enfrentar, ya que era tomar un gran riesgo, por poco rédito económico. En su única pelea de alto perfil, en 2013, superó ampliamente al filipino Nonito Donaire, que era uno de los mejores del momento, a quien venció por puntos, en decisión unánime. Sobre el final de su carrera, aceptó esta pelea, donde da ventaja de peso y pone en juego su invicto, porque es la única importante que le quedaba a disposición.