River prolonga su naufragio: perdió contra Gimnasia

Los números hablan por sí solos. Desde la eliminación de la Copa Libertadores, River perdió su cuarto partido y apenas ganó uno solo. El golpe anímico, las diferentes bajas y la distancia con el puntero Boca fueron fundamentales para un equipo tibio que lo único que quiere es que termine el semestre. Así y todo, podrá cerrar el año con un título, ya que el sábado enfrentará a Atlético Tucumán por la final de la Copa Argentina. 

La propuesta del Gimnasia de Soso fue un combo ideal para el partido desdibujado y de ida y vuelta. No hubo mediocampo, ambos apostaron por un juego directo que dejó dos conclusiones similares: los errores defensivos y las buenas actuaciones de sus arqueros. El Lobo respetó más de la cuenta a River, pero en el complemento consiguió la diferencia tras un buen contraataque que dejó a dos jugadores contra Ponzio. Bologna atajó el primer remate, pero en el rebote apareció Colazo.

Más por la jerarquía individual y los cambios de Gallardo para reactivar al equipo que por una cuestión de nivel conjunto, River llegó al empate. Scocco la clavó en el ángulo de tiro libre y volvió a confirmar su buen presente. Su rol es más de víctima que victimario: Santos Borré, de la Cruz y Auzqui no pudieron consolidarse en el equipo y dejaron demasiado solo a un delantero que pese a los años mantiene vigente el apetito. 

Sin embargo, cuando Gimnasia ya no quería más y se conformaba con el empate, Brahian Alemán encontró una pelota en la mitad de la cancha y tuvo tiempo para acomodarse y sacar un zurdazo que se le metió a Bologna. ¿Habrá sido uno de los últimos partidos de Ponzio? Podría ser, lo que seguramente también pedirá Gallardo junto a su árbol de Navid son mayores alternativas en la mitad de la cancha. Sin Enzo Pérez, con Nacho Fernández en un bajo rendimiento y Rossi sin convencer, la segunda guitarra del mediocampo se rifa al mejor postor.