La Selección

En la noche mágica de Messi, aparecieron los socios

Pérez y Angelito jugaron un gran partido para ser el sostén de Messi, autor de los tres goles y enorme figura de la noche. También apoyaron muy bien Acuña y Benedetto.

Por Redacción EG ·

10 de octubre de 2017
Imagen
 

Parecía que no se daba. Parecía que nadie podía seguirle al maestro y que la batuta se cansaba de tanto tropezar. Parecía que ya no quedaban variantes. Pero sobre el cierre, con el agua al cuello, aparecieron las sociedades. Uno nuevo y uno de siempre. Enzo Pérez y Angel Di María, los dos pilares de un Messi fenomenal que se cargó a la Selección al hombro para cruzar el Rubicón y llevarla hasta Rusia.

Di María fue el sostén permanente de Lio, la descarga desde el primer momento, incluso cuando a los 38 segundo Ecuador pegó un mazazo que dejó sin habla a todos. Angelito no desapareció, siguió siendo la descarga y devolviéndola limpia, tan limpia que el primer fue una gestación de ambos. Pase profundo de Messi, devolución atrás de Di María y aparición de Lio para poner con la puntita del botín, casi sin querer, el empate.

A partir de ahí fue otra Argentina. Más sólida, comprometida y asentada empezó a jugar con la desesperación de Ecuador, endeble en el fondo como en el segundo gol: presión en bloque, Di María bien arriba junto a Benedetto, otro buen socio que se cayó del podio pero que acompañó con dignidad, y Lio hizo el resto, amontonó todos los muñecos que pudo para sacar un zurdazo fulminante y clavarla en el ángulo superior derecho del arquero.

Enzo, mientras tanto, era la contención y el desdoble en el medio. Apoyaba a Biglia y también se metía en el  trinomio ofensivo para aportar superioridad numérica. Con los minutos se hizo cada vez más grande y su confianza le dio confianza a Messi, nada menos, que cada vez lo buscó más para avanzar en el campo y liberar rápido, sobre todo cuando las patadas ecuatorianas empezaban a hacer mella.

Tardó la sociedad, pero llegó. Messi, Di María y Enzo, el elenco estelar de esta noche en Quito.