La Selección
Banega-Messi, una sociedad trunca
Lio tuvo un gran primer tiempo, pero no encontró descarga en el volante del Sevilla y se fue apagando hacia el complemento. De mayor a menor, el motor de juego de la Selección se quedó sin nafta...
No obstante, la sensación era que el gol estaba al caer y que el aguante de Venezuela se desmoronaría como un castillo de naipes. Sin embargo, el tanto no llegó, Messi se fue apagando y, frustrado, jamás encontró una descarga clara en Banega, que al margen de su flojo partido, jugó amonestado al principio y dolorido al final. El volante del Sevilla, para colmo de males, perdió la pelota que, de contra, terminó en el gol de la Vino Tinto, que manejó de manera brillante un contragolpe letal y marcó el 1-0 a través de Jhon Murillo.
Automáticamente Argentina reaccionó y ya con más amor propio que fútbol un puñado de minutos después logró el empate, que fue en contra de Feltscher tras una gran jugada de Marcos Acuña, ingesado por Di María, que se retiró lesionado, en el primer tiempo.
Sampaoli siguió apostando por Banega, le dio minutos y lo nutrió de posibilidades de pase y apostó a tal punto a su sociedad con Messi que cuando era número puesto de dejar la cancha para que ingresara Benedetto el mismo DT ensayó con la salida de Dybala, otro que fue de mayor a menor, y le dio confianza al rosarino. Sin embargo, la sociedad nunca funcionó y la frustración de Messi se extrapoló a su cara.
Un paso atrás de la Selección, que tenía la chance de quedar segundo y en zona de clasificación gracias a los resultados favorables de la jornada. Ahora, en el repechaje, deberá seguir luchando...