Tenis
¡Triunfazo! Del Potro ganó un partido épico
Arrancó 1-6 y 2-6 abajo con Thiem, zafó dos match point consecutivos con aces y se recompuso con un increíble 6-1, 7-6 y 6-4. Partido no apto para cardíacos. 2 argentinos, entre los mejores 8 del US Open.
Por Redacción EG ·
04 de septiembre de 2017
“El US Open me transmite buena energía”, dijo Juan Martín del Potro en la previa del partido. Y claro que sí. Esta tarde-noche volvió a emocionar a los argentinos que aguantaron más de tres horas frente al televisor. Mucho más a quienes tuvieron la suerte de verlo desde el estadio. Porque una vez más, el tandilense fue local en Estados Unidos por el público argentino y por los propios locales que le tomaron cariño desde aquel título en 2009.
Ante el sexto preclasificado, Dominic Thiem, tuvo que luchar para meterse entre los mejores ocho del torneo. Del Potro comenzó mal y siendo arrollado por un joven de 24 años (6-1 y 6-2), ágil y con una derecha violenta que fue de mayor a menor en precisión a lo largo del partido. Lejos de terminarse, el show recién empezaba.
En el tercer set creció la figura de Del Potro y con el 4-1 dio la sensación de que Thiem ya pensaba en la siguiente manga. Terminó 6-1. La apuesta del austríaco no estaba mal. De hecho, tuvo un quiebre a favor, se puso 5-3 y luego dos match points estando 6-5. El 15-40 parecía ponerle punto final a la corazonada.
Pero no. El milagro recién empezaba. Juan Martín metió dos aces consecutivos y creció anímicamente. Se puso 6-6 y en el tie break lo barrió. En el set definitivo cada uno mantuvo su saque hasta el 5-4. El cansancio empezó a jugar su partido y los dos parecían conformarse con mantener el servicio. Y ese toque le llegó a la Torre de Tandil. Thiem perdió el eje y cuando debía sacar para ponerse 5-5, cedió el game con una doble falta final.
La última imagen para el austríaco no representa lo que fue su partido. Jugó en un altísimo nivel, exigió a Juan Martín y mostró una inmensa proyección, que no por nada, ya lo tiene cómodamente dentro del top ten. Lo de Del Potro no sorprende. Nació para triunfos heroicos y forzados. Para luchar contra sus lesiones y los propios karmas. Una vez más sacó fuerzas de algún lugar desconocido y se metió entre los mejores ocho del US Open. Ahora espera por Federer o Kohlschreiber para un nuevo milagro. Que siga la buena energía…
La única vez en su carrera que Del Potro había ganado un partido de cinco sets después de perder los primeros dos había sido en la final de la Copa Davis vs. Marin Cilic. Luego, Delbonis le ganaría a Karlovic para alzar la primera Ensaladera argentina.
Por Pedro Molina
En el tercer set creció la figura de Del Potro y con el 4-1 dio la sensación de que Thiem ya pensaba en la siguiente manga. Terminó 6-1. La apuesta del austríaco no estaba mal. De hecho, tuvo un quiebre a favor, se puso 5-3 y luego dos match points estando 6-5. El 15-40 parecía ponerle punto final a la corazonada.
Pero no. El milagro recién empezaba. Juan Martín metió dos aces consecutivos y creció anímicamente. Se puso 6-6 y en el tie break lo barrió. En el set definitivo cada uno mantuvo su saque hasta el 5-4. El cansancio empezó a jugar su partido y los dos parecían conformarse con mantener el servicio. Y ese toque le llegó a la Torre de Tandil. Thiem perdió el eje y cuando debía sacar para ponerse 5-5, cedió el game con una doble falta final.
La última imagen para el austríaco no representa lo que fue su partido. Jugó en un altísimo nivel, exigió a Juan Martín y mostró una inmensa proyección, que no por nada, ya lo tiene cómodamente dentro del top ten. Lo de Del Potro no sorprende. Nació para triunfos heroicos y forzados. Para luchar contra sus lesiones y los propios karmas. Una vez más sacó fuerzas de algún lugar desconocido y se metió entre los mejores ocho del US Open. Ahora espera por Federer o Kohlschreiber para un nuevo milagro. Que siga la buena energía…
Un recuerdo similar y feliz
La única vez en su carrera que Del Potro había ganado un partido de cinco sets después de perder los primeros dos había sido en la final de la Copa Davis vs. Marin Cilic. Luego, Delbonis le ganaría a Karlovic para alzar la primera Ensaladera argentina.
Por Pedro Molina
