Fútbol Internacional

La argentina que jugará en el Kilimanjaro

El 18 de junio, Josefina Martorell comenzará el ascenso hacia la cima del Monte Kilimanjaro en Tanzania. Días después jugará un partido con jugadoras de todo el mundo con el objetivo de concientizar sobre la igualdad de género en el deporte.

Por Redacción EG ·

08 de junio de 2017
Omaro Koite es una tanzano que hace algunos años se vino a vivir a nuestro país. En el barrio de Palermo lidera un emprendimiento gastronómico y en su lugar recibe a El Gráfico. Hay banderas de Tanzania y de Zanzíbar y también camisetas de esas selecciones colgadas.

Freddie Mercury observa desde arriba en un afiche. Omaro sirve un café de su país, acompañado por unos bocaditos de coco realizados por él mismo, cuando suena el timbre. Es Josefina Martorell, la argentina que en pocos días estará subiendo el Monte Kilimanjaro para disputar un partido de fútbol que quedará registrado en el libro de los récords Guinness en una iniciativa llamada Equal Playing Field.

-¿Cómo fue la vinculación con el proyecto y cómo te llegó la invitación a este partido?

-Creo que la chica que me contactó lo hizo porque yo había estado bastante tiempo en África, en distintas misiones con Médicos Sin Fronteras, y siempre jugando al fútbol o tratando de no dejarlo de lado, ya que es un deporte que practico desde que tengo cinco años. Mientras estuve en RD Congo y Níger -también estuvo en República Centroafricana y Sudán del Sur en misiones más cortas- jugaba por lo general partidos mixtos porque no podíamos juntar una cantidad considerable de mujeres como para hacer un partido sólo entre nosotras. Después estuve un año en Afganistán (2014-2015) y ahí sí jugué en un equipo de fútbol femenino gracias a un contacto que hizo mi jefe. Con él siempre mirábamos los partidos del fútbol inglés y cuando se econtró con gente del comité olímpico afgano les habló de mi y empecé a jugar. Siempre en un gimnasio cerrado por el tema de los talibanes, ya que ellos no ven bien que las mujeres jueguen al fútbol en público. Mi jefe ahora vive en Jordania donde conoció a Erin, una de las organizadoras del partido. A la chica le interesó mi historia y me invitó a participar de este partido.



-¿En qué consiste el partido?

-Se trata de subir el Monte Kilimanjaro, a 5895 metros y ahí mismo en la cima jugar un partido de 90 minutos, once contra once. Va a ser documentado para el Guiness como el partido de fútbol disputado a mayor altura en la historia. Es todo un desafío y me encanta ser parte de todo esto.

-Serás la única argentina en el partido, ¿conocés a las otras chicas que participarán?

-Cuando me invitaron, septiembre-octubre del año pasado, éramos sobre todo chicas amateurs, de Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña... Historias de chicas que empezaron en clubes de sus ciudades, más vinculadas con el tema del género. Cuando el proyecto fue creciendo se sumaron chicas de selecciones. Las conozco a través de la página o googleandolas y el que sean conocidas ayudó a que la iniciativa crezca en divulgación porque son jugadoras de selecciones con mucha presencia en redes socilales.

-¿Cómo es el financiamiento del proyecto?

-Cada jugadora tiene su propia página de financiamiento, o sea de crowdfunding, porque es bastante caro para ir. Además hay una aparte para todo el proyecto porque hay que pagarle a las árbitros que vengan de la FIFA, a la persona del Guiness que venga a documentar el récord, a los médicos, y otros gastos comunes. A mediados de mayo íbamos u$s 5000 y de golpe superamos los cuarenta mil y el proyecto se fue para arriba. Creo que en esto mucho tuvo que ver la incorporación de las jugadoras de seleccionados nacionales.

-¿A nivel físico que preparación hiciste?

-Hice un trabajo intenso con una personal trainer una vez por semana trabajando sobre todo lo anaeróbico, con ejercicios cortos pero de mucha intensidad. Parecido a lo que se hace en crossfitt o entrenamiento funcional. Otro día de la semana entrenaba con otro personal trainer pero en grupo y además jugaba partidos cuatro veces por semana con amigas o conocidas.

-Uno de los objetivos del partido es plantear la importancia de la igualdad de género en el deporte y en el fútbol en particular. ¿En tus experiencias en África cómo viviste esa cuestión?

-De acuerdo a los países en que viví y sin generalizar, ya que África es un continente muy amplio, creo que las mujeres están muy dedicadas al hogar y a cuidar a los niños. En Níger por ejemplo, el promedio es de siete hijos por mujer y se casan o juntan muy jóvenes lo que ocasiona que no tengan tiempo para dedicarse al deporte. Cuando son niñas sí hacen deporte pero cuando crecen se van alejando. Se eligió jugar este partido en África porque es uno de los continentes donde la desigualdad de género es mayor. Hay países musulmanes en el continente que aún practican la ablación genital; mujeres que son forzadas a casarse. La desigualdad de género está muy agudizada por eso buscamos con este partido concientizar sobre la falta de igualdad no solo en el deporte sino en otros aspectos de la vida.

-¿Cuando bajen del Kilimanjaro cómo sigue este proyecto?

-Se van a hacer clínicas en distintas partes del mundo y el grupo eligió Argentina por un proyecto que presentó La Nuestra, que es una agrupación que empezó con Mónica Santino. Son chicas de la Villa 31 que juegan todos los martes, jueves y sábados. No solo se les enseña a las chicas a jugar al fútbol sino que también se habla de cuestiones de género, violencia y temas sociales.

"Cada uno tiene su misión y no hay nada que sea mejor o peor", cierra Josefina a días de partir hacia Tanzania. Pero pensando también en lo que viene después, que será tratar de transmitir los valores y la igualdad de género en los ámbitos de cada una de las jugadoras que participen.

Por Francisco Jáuregui  

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