Boxeo

Se cayó la pelea de Narvaes

Luego de cuatro postergaciones, el combate entre el boxeador argentino y el puertorriqueño Rodríguez se canceló por problemas de visado.

Por Redacción EG ·

22 de marzo de 2017
Imagen Omar Narvaes
Omar Narvaes
Desde el año que estaba ordenada la pelea eliminatoria entre Omar Narvaes y el puertorriqueño Manny Rodríguez. El ganador iba a enfrentar por el título gallo de la FIB al inglés Lee Haskins. El combate iba a realizarse el 4 de enero, en Puerto Madryn, pero se tuvo que postergar, sin que se oficialicen los motivos (aparentemente por problemas con la televisación).

Se pasó para el 4 de marzo, como complemento del gran choque entre Keith Thurman y Danny García, en el Barclays Center de Brooklyn, pero se postergó para la semana siguiente, en Oxon Hill. Nuevamente se canceló, esta vez por una lesión de Oscar Escandón (que iba a estelarizar la cartelera ante Gary Russell Jr.) que terminó cancelando la velada.

La última programación fue para el 25 de marzo, en el Parque Concepción Pérez Alberto, en Fajardo, Puerto Rico, pero la pelea no se hará. Esta vez, surgieron problemas con la visa del argentino y hay versiones cruzadas. Desde el equipo del Huracán (su manager es Osvaldo Rivero) explican que mandaron los formularios con el apellido del chubutense escrito Narvaez, con “Z”. La confusión surge porque muchos medios lo escriben así y el mismo boxeador dice que es así, pero en su documento está con S.

Desde el lado del boricua, alegan que mandaron todos los papeles y las reservas de los vuelos de forma correspondiente, y que Narvaes está poniendo excusas para no pelear. Lo cierto es que el sábado no se enfrentarán, y Rodríguez ya tiene un reemplazante, ya que enfrentaría al chileno Robinson Laviñanza.

La FIB deberá investigar y decidir cómo sigue la situación. Si la pelea del sábado cuenta como eliminatoria o si Narvaes pasa a ser directamente el retador mandatario (si se comprueba que el culpable de que no se haya hecho la pelea es el puertorriqueño). El argentino ya tiene 41 años y no es conveniente que siga perdiendo tiempo.