Rugby

Dan Carter, el mejor entre los mejores

Es el apertura más grande de la historia y el máximo goleador del rugby internacional, pero abandonó los All Blacks para mudarse al Top 14 de Francia. Ahora, luego de un ciclo irregular, analiza volver a jugar en Nueva Zelanda y en su selección.

Por Redacción EG ·

15 de marzo de 2017
Imagen La mira en los palos, la concentración a pleno. Un Carter auténtico.
La mira en los palos, la concentración a pleno. Un Carter auténtico.
E pluribus unum. De muchos, uno. El latinazgo, que nació en un poema atribuido a Virgilio, tiene dos grandes acepciones, pero ambas podrían ser aplicables a la figura de Dan Carter. Uno de los significados se refiere al conjunto como un estadio superior a la suma de sus partes, y allí podría encasillarse al apertura como resultado final de la evolución de años del rugby, y como representante moderno de este deporte. Y la otra interpretación refiere al elegido entre los elegidos. Al mejor entre los mejores. Carter también aplicaría en este concepto ya que desde que se asentó como titular en los All Blacks en 2003, revolucionó el juego y se posicionó, temporada tras temporada, como el mejor rugbier del mundo.  Ahora, luego de una campaña esquiva en el Top 14 de Francia que lo obligó a alejarse de su selección, analiza regresar al Súper Rugby y recuperar el trono. A continuación, los secretos de uno de los deportistas más distinguidos del siglo XXI.

1 Herencia de sangre
Daniel William Carter nació en 1982 en Southbridge, Nueva Zelanda, y antes de los diez años ya jugaba en Canterbury Crusaders, el mismo equipo con el que debutó en el rugby profesional en 2002. Su acercamiento al deporte, no obstante, no fue azaroso, sino todo lo contrario. Como parte de una dinastía de rugbiers, el legado era prácticamente una obligación a la que también habían obedecido su padre, su abuelo y sus tíos. Sin embargo, el verdadero embajador de la familia fue su tío-abuelo Bill Dalley, un medio scrum de depurada técnica que formó parte de Los Invencibles de 1924 y 1925, uno de los equipos de los All Blacks más reconocidos y que contribuyó a la leyenda en una gira por Gran Bretaña que incluyó resonantes triunfos contra Inglaterra, Irlanda y Gales, y que no pudo derrotar a Escocia porque los dirigentes se negaron a enfrentarlos.

2 Su mejor socio
Carter comparte con Richie McCaw un puñado de récords y también ser uno de los capitanes más emblemáticos de los All Blacks, pero, además, formaron una de las sociedades más redituables del deporte. Durante el tiempo que compartieron en Nueva Zelanda, el apertura se convirtió en el máximo anotador del rugby internacional con 1598 puntos en Test Match y del Súper Rugby con 1708 conquistas, y también fue elegido, al igual que McCaw, tres veces como el mejor jugador del año. En los All Blacks disputaron juntos 70 partidos (62 ganados, 1 empatado y 7 perdidos) y conquistaron 9 Rugby Championship y 2 Copas del Mundo (2011 y 2015).

3 Jugador cotizado
Es el rugbier mejor pago del mundo y por su contrato con Racing Métro 92 gana casi dos millones de dólares por año. Debido a sus lesiones, en algunos partidos de la presente campaña estuvo ausente y en otros no pudo jugar el encuentro completo, por lo que, basándose en ello, una revista financiera de Londres calculó que, en promedio, gana 1460 dólares por minuto disputado. También cuenta con ingresos millonarios de publicidad en los países de la Commonwealth.

4 Anotador insaciable
Carter es considerado por los especialistas el mejor apertura de la historia y un jugador completísimo. Maneja bien la pelota, tiene visión de juego, penetración y es un líder integral. Sin embargo, su fuerte es la patada: tiene uno de los porcentajes más altos del mundo tirando a los palos. Su récord mundial de 1598 anotaciones con su selección deja muy relegados a otros grandes pateadores como el inglés Jonny Wilkinson (1179). Contra Los Pumas se enfrentó en cinco ocasiones, ganó los cinco partidos y anotó 67 puntos (un try, trece conversiones y doce penales).

Imagen Un pateador de excepción, así en los All Blacks como en el Racing Métro 92.
Un pateador de excepción, así en los All Blacks como en el Racing Métro 92.
5 La mancha de las lesiones
A pesar de su fortaleza física, el lunar de su carrera fueron siempre las lesiones. Sufrió por sus dos rodillas y también por el talón de Aquiles de su pie izquierdo. Estuvo mucho tiempo fuera de las canchas y se perdió la final de la Copa del Mundo 2011 por una dolencia en su pierna derecha. Cuatro años después, en Inglaterra 2015, pudo reivindicarse y conquistar el trofeo Webb Ellis desde el terreno de juego. En su presente aventura francesa, las lesiones lo tienen jaqueado.

6 Su lugar en el mundo
Crusaders es una de las cinco franquicias neozelandesas del Súper Rugby, y por antonomasia la base de los All Blacks, y el más poderoso de los equipos representantes de Nueva Zelanda. Carter jugó allí desde 2002 hasta 2015 con una breve interrupción en el USA Perpignan francés en 2009, y conquistó tres veces el título (2005, 2006 y 2008). Allí también compartió plantel con Richie McCaw y se convirtió en récord al anotar 1708 puntos en el Súper Rugby. Impresionante.

7 Multicampeón
La generación de Carter vino a saldar una cuenta pendiente en los All Blacks, que ganaron el Mundial fundacional de 1987, pero que luego, durante los noventa, cedieron ante el poderío de la Sudáfrica de Mandela y de Australia. El apertura debutó en la Copa del Mundo 2003 (terminaron terceros) y también participó de la frustración de Francia 2007 (otra vez terceros), pero pudo gritar campeón en el Mundial 2011. La alegría, en aquella oportunidad, no fue completa porque una lesión lo dejó afuera de la final. Recién en Inglaterra 2015 levantó el trofeo desde adentro de la cancha. Allí jugó, hasta ahora, su último partido en los All Blacks.

8 Maldita regla
Para jugar en los All Blacks es requisito tener contrato con alguna de las cinco franquicias neozelandesas del Súper Rugby, el campeonato más importante del hemisferio sur organizado por el SANZAAR en el que juegan, entre otros, los Jaguares. Esta regla es para que las destacadas figuras del torneo no se marchen a Europa en busca de salarios superadores. Carter en 2015 firmó con el Racing Métro 92 del Top 14 de Francia y tuvo que dejar la selección, sin embargo, el estruendo que generó su partida fue tal que se habló hasta de cambiar las reglas y adoptar un sistema similar al de Australia, que permite en su selección a jugadores ajenos al Súper Rugby que cumplan determinadas características.

9 Sueño pesado
Una de las debilidades de Dan Carter es que le cuesta mucho conciliar el sueño, y una vez que logra dormirse no puede despertarse. Según él, la concentración que le demandan los partidos y los entrenamientos lo sacan de foco a la hora de relajar el cuerpo para el descanso, y eso le pasa factura a la mañana siguiente. Para no faltar a sus compromisos, confesó que duerme con tres alarmas y que durante los viajes con su selección o con su equipo siempre hay alguien listo para ir a despertarlo en caso de retraso. Cuando visitó la Argentina en 2008 como parte de su luna de miel, Agustín Pichot lo invitó a dar una clínica de rugby en CASI y la cita tuvo que atrasarse unos minutos porque Carter no logró despegarse de la cama a tiempo. Un pequeño talón de Aquiles en un gran campeón.

Imagen El regreso a los All Blacks es posible y se resolvería en el corto plazo.
El regreso a los All Blacks es posible y se resolvería en el corto plazo.
10 ¿El regreso?
Después de ganar el Mundial 2015, Dan Carter firmó contrato con el Racing Métro 92 para iniciar su segunda aventura francesa luego de haber jugado en USA Perpignan en 2009. Por la regla impuesta por los mismos All Blacks que deja afuera de la selección a aquellos jugadores que no formen parte del Súper Rugby, esa final marcó también la despedida del apertura de su selección. Sin embargo, una temporada más tarde los resultados no fueron los esperados: a pesar de haber conquistado el Top 14 (ya lo había ganado en 2009 con Perpignan) al derrotar a 29-21 al Toulon en el Camp Nou (fue la primera vez que el torneo se definió fuera de Francia), las lesiones mermaron el rendimiento de Carter. A los 34 años, especula con la posibilidad de volver a jugar el Súper Rugby.

Por Matías Rodríguez / Fotos: AFP

Nota publicada en la edición de febrero de 2017 de El Gráfico