Fútbol de Verano 2017

Los 5 grandes empiezan el año disconformes

Flojos rendimientos, problemas disciplinarios, éxodo de titulares y lesiones fueron protagonistas desde que empezó el 2017. Espejo del fútbol local, ningún entrenador pasó un verano positivo.

Por Redacción EG ·

27 de febrero de 2017
Imagen

No hubo playa, vacaciones ni días de descanso. Los cinco grandes del fútbol argentino encararon el inicio de 2017 con diferentes panoramas y objetivos. Sin embargo, una característica los unió. Para ser más específicos, un sustantivo: disconformidad.  

Problemas futbolísticos



Boca terminó el año puntero y en un gran momento futbolístico. Después de meses, Guillermo había encontrado la fórmula y Tevez era el líder indiscutido de un equipo que trepó en las posiciones. La salida del Apache fue como sacar una maderita del jenga. A partir de ahí, perdió la brújula adentro y afuera de la cancha. Derrota con River, piñas en un entrenamiento, conflicto de Centurión, grosero error de Werner y las dudas de cómo rearmar el once titular.   

Imagen Silva e Insuarralde protagonizaron la novela del verano con las piñas en el entrenamiento y fueron multados por el club.
Silva e Insuarralde protagonizaron la novela del verano con las piñas en el entrenamiento y fueron multados por el club.
En la vereda de enfrente, River ganó un superclásico pero perdió el partido que realmente valía: la Supercopa con Lanús. El resultado fue un cachetazo más fuerte que la negativa de Montoya y mucho más profunda que el alcance del club para moverse en el mercado de pases. Rojas y Auzqui no eran el plan A de Gallardo, quien marcó a la Copa Libertadores como objetivo principal.

En Independiente la crisis es un estado casi permanente. El cambio de entrenador llegó con escándalo, audios filtrados y el enojo de referentes del club. Con Holan ya perdió dos veces vs. Racing y no pudo superar a Atlético Tucumán. Si bien en Avellaneda quedaron conformes con las tres caras nuevas (Nery Domínguez, Erviti y Gigliotti), se fueron por la puerta de atrás el Cebolla Rodríguez, Vera, Denis, Cuesta, Ortiz y Pellerano. Quedó un equipo descapitalizado que confía de sobremanera en sus inferiores, poco habituadas a ser la columna vertebral de la primera.

Las lesiones obligan a pensar en un plan B



Imagen River perdió la Supercopa con baile de Lanús.
River perdió la Supercopa con baile de Lanús.
El verano de Racing tuvo sol, días de mar, pero sufrió una lluvia inesperada que lo obligó a abandonar la playa. La lesión de Lisandro López contra Huracán opacó el buen rendimiento del clásico, la vuelta de Cocca y la llegada de Torsiglieri y Meli. El capitán tendrá entre dos y tres meses de recuperación y obliga al entrenador a repensar un equipo que estaba diseñado para la fiereza y velocidad de sus dos puntas.

San Lorenzo está a 3 de Boca en el torneo local y el 8 de marzo debuta con Flamengo por la Copa Libertadores. Su verano fue movido: se despidió de Cauteruccio, Mas y Blanco y solamente pudo incorporar a dos jugadores (Piris y Botta), como permite el reglamento. Además, Belluschi y Ortigoza sufrieron lesiones que los marginaron de los amistosos y en el último fue derrota a manos de Gimnasia en el Nuevo Gasómetro.

“Me hubiese gustado que el equipo mostrara otro nivel”, dijo Aguirre. El uruguayo no es el único que piensa eso. Los equipos grandes empezaron el año con el pie izquierdo.