Fútbol Internacional

Niza, la gran sorpresa de Europa

En Le Championnat, el equipo de la Costa Azul le discute el liderazgo al Monaco y relega al PSG. Cuales son los secretos de la revelación y el efecto Balotelli. ¿Podrá dar el golpe aprovechando el viento de cola de lo conseguido por el Leicester?

Por Redacción EG ·

25 de febrero de 2017
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El OGC Niza es un club con historia pero con un pasado reciente poco fructífero. Sus vitrinas están adornadas por varios trofeos, entre ellos cuatro ligas, pero la última la consiguió hace casi sesenta años, en 1959, y el último galardón fue en el siglo pasado, en la Copa de Francia 1997. En el medio, el club se ganó el apodo de Ascensor porque subió y bajo varias veces de categoría y no logró asentarse en la elite francesa mientas el PSG y el Lyon hacían estragos. 

Sin embargo, la moneda parece haberse dado vuelta en el Niza, que ahora marcha segundo en la Ligue 1, a sólo tres puntos del Monaco, y aventajando al PSG, el claro dominador de los últimos años que parece extrañar y mucho a su ex goleador Zlatan Ibrahimovic. Este presente alentador nace de un curioso Frankenstein que es digno de análisis. 

El entrenador es el suizo Lucien Favre, que se hizo un nombre dirigiendo un puñado de temporadas al Gladbach en la Bundesliga. Favre es conocido por su obsesión por el orden y el sacrificio, y a pesar de mostrarse un tanto descontracturado en su aventura francesa no deja de lado un 3-5-2 que es digno de la escuela bilardista, aunque a veces "cede" en sus convicciones y opta por un 4-4-2 bastante férreo. Su planteo se asienta en la gran seguridad de su defensa, comandada por el brasileño Dante, ex Bayern Munich, y apuntalada por el arquero juvenil Yoan Cardinale (22 años y futuro de Selección). Con esa base, la elaboración de juego es obra de Wylan Cryprien (22 años también para él), un jugador polifuncional que puede actuar como enlace o como extremo, y que además de sus habilitaciones se destaca por su olfato goleador: en 27 juegos en la Ligue 1 acumula siete tantos. Muy bien lo secundan el marroquí Younes Belhanda y el marfileño Jean Michael Seri. 

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No obstante, quien verdaderamente hace valer el costo de la entrada es el inefable Mario Balotelli, el italiano que a sus 26 años ya pasó por el Inter, el Milan, el Manchester City y el Liverpool. Mario llegó a la Costa Azul a última hora como descarte de los Reds, y con la convicción por parte de la mesa chica europea de que su recuperación era imposible. Sin embargo, en Niza mostró su mejor cara y enfiló parcialmete su disciplina. En catorce partidos de la campaña acumula nueve goles, lo que lo sitúa como el máximo anotador de su equipo y uno de los artilleros de la Ligue 1, aunque lejos de los 25 de Edinson Cavani o los 16 de Radamel Falcao. Claro que decimos que enfiló parcialmente su disciplina porque a Francia mudó también algunos vicios y fruto de eso es que, por peleas con los árbitros o con los rivales, en lo que va de la temporada ya lleva dos expulsiones por roja directa, además de una por doble amonestación y cuatro amarillas. 

De todas formas, el aporte de Balotelli es clave para mantenter la esperanza del Niza y también para darle publicidad y vidriera a su hazaña. En el comienzo del año el equipo sufrió un duro reves ante el Monaco (cayó 3-0), aunque mantiene intactas sus chances de conseguir el título. Para eso será vital la conducta y la prestancia de Mario, que ya acumula un batacazo durante su paso por el City, y la seguridad de que el objetivo se puede conseguir. ¿Podrá el Niza aprovechar el viento de cola del Leicester del cesanteado Claudio Ranieri que en la campaña pasada logró reinar en la Premier League contra todo pronóstico?

UN ARGENTINO PODRÍA FESTEJAR



Como no podría ser de otra manera, en el sorprendente Niza hay presencia argentina. Se trata del arquero Walter Benítez, que hizo Inferiores y también su estreno en Primera División con la camiseta de Quilmes. A los 23 años es el suplente de Cardinale y en lo que va de la campaña ya atajó en tres encuentros, dos de ellos este año. También suele actuar en el equipo filial del Niza, que disputa el ascenso francés. 

Por Matías Rodríguez