Primera División
Gallardo sigue en River
El entrenador brindó una conferencia de prensa, en la que confirmó su continuidad: “Es lo que me dicta el corazón, es lo que siento”.
Por Redacción EG ·
21 de diciembre de 2016
Sensaciones
“Más allá de haberme sentido en estos últimos meses un poco cansado o agotado, son cosas normales, somos humanos y vivimos con una adrenalina muy grande y una carga inmensa. El fútbol nuestro te demanda muchísimo. A uno le gustan esos desafíos, así que lo vive a full”.
Su equivocación
“Necesitaba esos dos o tres días para ver lo que quería. Más allá de la impaciencia, cometí un error en estos últimos días. El viernes, después de la consagración, haber dicho que me iba a tomar unos días para reflexionar. No lo tendría que haber dicho. Uno por ser natural, dice cosas que no piensa en la repercusión que pueden tener”.
El cariño de la gente
“En esa equivocación, también sentí muchísimo el cariño de la gente. Eso también ayudó. No porque no lo sintiera antes, sino porque sinceramente sentía que no podía desprenderme de un vínculo tan fuerte. Con el hincha, con este dirigencia, con esta institución, en la cual siento que soy feliz, más allá de los cansancios normales con los que uno convive semestre tras semestre”.
La sociedad
“Vivimos en una sociedad que es muy dinámica, de mucha impaciencia, mucha histeria, y el fútbol nuestro no está ajeno a eso. Más allá de que nosotros como institución y modelo deportivo nos haya ido muy bien en estos tres años de gestión, miro para el costado y veo que la situación en el fútbol argentino no es la mejor, no es la que más les agrada a los que estamos viviendo de este deporte, que es tan lindo. Veo los desenlaces permanentes que hay, cuántos entrenadores se han ido, son muchísimos. La inestabilidad que hay en cuanto a la estructura del fútbol argentino. Lo que pasa en el día a día. Cómo nos desarrollamos y nos tenemos que preparar para jugar, es una gran confusión muchas veces. Entonces te genera un poquito de angustia, cuando ves que las cosas no se encaminan. Esas cuestionas me hacen reflexionar. También soy sanguíneo y tomo decisiones con el corazón”.
Rumores sobre el pedido de refuerzos
“No tiene nada que ver. Yo entiendo que se hagan conjeturas y tengan que llenar espacios, pero no tienen anda que ver con eso. Ni siquiera hablamos de esto. Simplemente les conté (a los dirigentes) lo que estaba viviendo. Hubo un montón de conjeturas y mentiras, pero que cada uno se haga cargo de lo que dice. No hablé nada de nombres con los dirigentes. No hablé sobre eso, no lo voy a hacer, porque ya hemos tenido alguna charla anteriormente, que no tiene nada que ver con esto, y me imagino que se pondrán a trabajar y después me comunicarán”.
Nuevos desafíos
“Seguir insistiendo en lo mismo. Descansar estos diez días, poner la mente en blanco. Llenarme de energía nuevamente para encarar un año muy lindo. Vamos a tener la posibilidad de jugar la Libertadores, tenemos el campeonato. Seguir en esta misma línea de trabajo, construyendo. Seguiremos encarando las cosas de la misma manera. Vamos a intentar ser competitivos. En este ciclo, nos caracterizamos por haber conformado equipos que ha jugado muy bien por momentos, bien en otros e irregularmente por otros pasajes. Es normal en el fútbol argentino, donde cada 6 meses tenés que reconstruir. Esas cosas son las que muchas veces no se entienden. En la urgencia, la impaciencia y la histeria, hace que vos estés sujeto a tener resultados inmediatos todo el tiempo. Esas cosas son las que a uno lo desgastan, pero no reniego de eso. Me hacen sentir vivo y me gustan los desafíos”.
La dirigencia
“Mi vínculo con River va más allá de resultados y me lo han hecho saber desde el primer día, más allá de que hay que sostenerlo después. Es un vínculo muy fuerte que se ha generado, mío para con estos directivos y para con la gente. Sobretodo en el compromiso que yo tengo con la institución, y eso realmente hizo que la balanza se incline para seguir”.
El fútbol argentino
“Soy uno de los técnicos que mayor estabilidad ha tenido en el fútbol argentino. Cuando ves alrededor, un entrenador que ha tenido un proceso mayor al mío, como Zielinski, que estuvo 4 años en Belgrano, se acaba de ir de Racing tras 14 partidos. Miren la exigencia que tiene los equipos grandes, pero le pasa a todos. Todos tienen necesidades. Hay una histeria por el resultado y una impaciencia que es muy difícil de sostener. Hay que saber a lo que te exponés. Esta es una profesión, que así como es muy pasional y los entrenadores lo hacemos desde el lado de la pasión, también es ingrata. No seamos necios. Hoy, yo estoy acá parado pero si hubiese perdido la Copa Argentina, muchos medios hubiesen puesto mi cabeza a disposición. Yo digo las cosas como son, tengo otro tipo de reflexión”.
El equipo
“Mi relación con los futbolistas siempre ha sido muy buena. Es otro campeonato ganado. En dos años y medio, nosotros hemos tenido una manera de comportarnos, con un perfil que ha sido siempre el mismo. No hemos salido de la línea y eso, en un club como River. Me veían que tenía que pensar esta situación y lo respetaron. Hoy nuevamente estoy contento, estoy feliz, porque tomé la decisión acertada. Espero un River que no se tenga que se reconstruir y agregarle dos jugadores que veremos cuáles son. Seguir construyendo un equipo que se ha preparado en este semestre, teniendo claro sus objetivos, que eran la Recopa y la Copa Argentina. Después fuimos irregulares en el torneo local. Esa es una cuenta pendiente”.
Los juveniles
“Lo importante es poder desarrollar jugadores que estén capacitados para jugar en la Primera de River. Hoy, en el primer equipo hay juveniles, que han sido parte de este proceso. Lo que pasa es que a veces los procesos de desarrollo son apurados y no les dan el tiempo necesario. Hoy tenemos a Driussi con 20 años en un gran nivel, pero que hace dos años está con nosotros. Necesitó su tiempo de desarrollo para convertirse en el jugador que es hoy. Eso es algo que, por más que yo me vaya el día de mañana, va a quedar. Porque hay gente capacitada que está trabajando. Eso es buenísimo que pase”.
