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1984. Argentinos, la primera vez

La vuelta olímpica del campeón del Metropolitano. El goleador Pedro Pasculli es llevado en andas por los hinchas. El santafesino hizo 21 goles en el Torneo.

Por Redacción EG ·

25 de octubre de 2016
El Club Argentinos Juniors del barrio porteño de La Paternal, le gana a Temperley 1 a 0 en cancha de Ferrocarril Oeste y se consagra vencedor del Torneo Metropolitano 1984, siendo el primer campeonato ganado de su historia.

Compartimos el artículo que se publicó en la edición de El Gráfico de Argentinos Campeón, escrito por José Luis Barrio titulada "POR ESTO FUE CAMPEÓN":


Ningún resumen accede a las minucias y eso no es justo: los detalles, los momentos, los esfuerzos cotidianos, las palabras sin trascendencia, los gestos íntimos y los actos pequeños también tienen valor, también construyen, indudablemente colaboran. Por eso no será un resumen del Argentinos campeón, sino un repaso a sus virtudes visibles y a su alma escondida. O al menos querrá serlo.

Los vi juntos por primera vez en Necochea, durante la pretemporada. Entonces ya creían. Recién llegaba el Negro López, recién llegaban Pellegrini,  Vidalle, Comisso, Olguín y Morete, los pibes predominantes que habían protagonizado el buen equipo del ‘83 de la mano de Ángel Labruna se mezclaban con la experiencia jerarquizada. Lo charlamos. Batista, Videla, Villalba y los demás habían encontrado respaldo, aparecía la proyección de un buen plantel con destino importante.

Casi un año después Jorge Olguín, con la alegría del gol y el tobillo a la miseria, soltó la frase: “Trabajamos pensando en el año que viene pero la cosa vino bien y pudimos pelear por el campeonato...”.

Es probable que hayan trabajado pensando en el año que viene, pero no puedo olvidar el optimismo general en aquel hotel de la calle 89, a dos cuadras de la playa, ni la convicción con que el Chivo Pavoni me confesó tomando un café que “vas a ver que este año andamos bien, tenemos todo y me parece que lo vamos a aprovechar”.

El grupo se fue consolidando. Roberto Saporiti encaró el trabajo con una idea equilibrada dentro de la cual el objetivo prioritario siempre fue el arco de enfrente -69 goles en 36 partidos-, pero sin lirismos absurdos, sin jugar con una rosa en la mano. A ganar, sabiendo que algunas veces, en algunas circunstancias, el empate sirve al objetivo final. O la circulación pausada de la pelota. O las previsiones mínimas para evitar el éxito fácil del rival. A ganar sin regalar las ilusiones de los chicos del club ni las metas de los que recién llegaban. Con respeto inalterable por el adversario, el público, el juego que sigue implicando el fútbol y la obligación profesional.


Imagen Argentinos Jrs posa antes de la consagración. Arriba: Olguín, Domenech, Pavoni, Vidalle, Villalba y  Batista. Abajo: “Pepe” Castro, Videla, Pasculli, Comisso y Ereros.
Argentinos Jrs posa antes de la consagración. Arriba: Olguín, Domenech, Pavoni, Vidalle, Villalba y Batista. Abajo: “Pepe” Castro, Videla, Pasculli, Comisso y Ereros.



Saporiti condujo y llegó a puerto. Armó su equipo técnico, dio el ejemplo habló, habló... Lo entendieron y el fruto es un grupo que se respeta y lo respeta. Lo sintetizó Morete después de ganarle a Newell’s a dos fechas del final: “No juego y no me puedo quejar, con este técnico sabemos que el puesto se pelea de frente, que juega el que anda mejor”.
A partir del respeto mutuo que organizó Saporiti se dieron las condiciones para encarrilar lo esencial: el trabajo de los jugadores en la cancha. La solvencia de Vidallé, la enorme categoría de Olguín, el despliegue impresionante de Domenech y Villalba, la seriedad de Pavoni, el talento paciente de Videla, la clase de Batista. Y se podría seguir. Porque aunque este Argentinos está todavía lejos del funcionamiento ideal y del rendimiento perfecto de sus integrantes, se perfila. Por la jerarquía del Negro López, la velocidad de Ereros, el goleo inteligente de Pasculli, los desborde de Pepe Castro, la movilidad cada vez más criteriosa de Comisso... Y Morete, que está vigente. Y Lemme. Y un montón de chicos que vienen de abajo queriendo ser.

Argentinos campeón: por primera vez en la historia Argentinos campeón. Luchó de punta a punta, no dio ni recibió treguas, discutió largamente con Ferro y Estudiantes la alegría del título y finalmente lo consiguió. ¿Por qué, por qué esa pequeña diferencia? Tal vez la costumbre de muchos de sus jugadores  de enfrentar y resolver finales, quizás su característica de equipo goleador, peligroso por eso, capaz de volcar un resultado sin estar jugando bien aprovechando el golpe de nocaut que escasea. Por estas cosas, por otras, por ninguna especial. El club está bien económicamente y eso influye, no hay urgencias, no hay promesas incumplidas, no hay preocupaciones que excedan lo específico: se piensa en el fútbol solamente, eso ayuda.


Imagen Pedro Pablo Pasculli hizo 21 goles y fue el goleador del campeonato.
Pedro Pablo Pasculli hizo 21 goles y fue el goleador del campeonato.



Está dicho: los resúmenes son injustos. Valen también las solidaridades de cada día que este grupo frecuentó, las charlas para entenderse... Todo. Se reunieron, encontraron al conductor apropiado, confiaron en una idea común y fueron campeones. Para alegría de un barrio futbolero, fueron campeones. Para el recuerdo de aquel ascenso en 1955, de aquella campaña extraordinaria de 1960, del subcampeonato de 1980 con Maradona incluido para este provenir que asoma accesible, posible, claro, importante.

Está entre los mejores y fue el campeón, el fútbol lo celebra.