Tenis

Djokovic, en semis del US Open tras otro retiro

Tsonga abandonó y le dio el pase al número 1 del mundo, que ganó apenas 2 partidos de los 5 que jugó: los demás, se retiraron.

Por Redacción EG ·

07 de septiembre de 2016
Lo normal es que alguien tenga que ganar cinco partidos completos para alcanzar la semifinal de un Grand Slam. Novak Djokovic ha desembarcado en esa instancia en el Abierto de Estados Unidos con apenas dos completos, ya que tres rivales se retiraron del torneo con lesiones.

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Djokovic, el máximo preclasificado y campeón vigente, se abrió paso a las semifinales en Flushing Meadows por décimo año seguido cuando Jo-Wilfried Tsonga se retiró por una dolencia en la rodilla izquierda.

Luego que Djokovic ganó los primeros dos sets por 6-3, 6-2 la noche del martes, Tsonga recibió tratamiento por parte del kinesiólogo y le vendaron la pierna izquierda debajo de la rodilla. El francés y noveno preclasificado cometió doble falta en el primer punto del tercer set, y optó por no seguir.

El rival del serbio en la segunda ronda, Jiri Vesely, no se presentó por una lesión en el antebrazo izquierdo. Su oponente en la tercera rueda, Mijaíl Youzhny, se retiró tras seis games por una dolencia en el isquiotibial izquierdo.

"Estoy a una victoria de la final. A medida que pasa el torneo, siento que voy mejorando", señaló Djokovic. "Por supuesto, este es un Grand Slam bastante peculiar para mí, el tener tres retiros en el camino a las semifinales".

Rival: Monfils


Djokovic se las verá ahora contra otro francés: Gael Monfils. El décimo cabeza de serie se deshizo 6-4, 6-3, 6-3 de su compatriota Lucas Pouille, quien venía de eliminar a Rafael Nadal. Pese a las numerosas veces que ha llegado a la penúltima ronda en Nueva York, sólo dos de sus 12 títulos de Grand Slam han sido en el torneo en superficie dura, en 2011 y 2015. Ha perdido en cuatro finales y en tres semifinales.

Monfils, Pouille y Tsonga conformaron un trío de franceses en los cuartos de final en este US Open, algo que no ocurría en 89 años.

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A lo largo de los años, la referencia sobre Monfils era de un tenista dotado de inmenso talento que también estaba más interesado en protagonizar jugadas vistosas en vez de ser pragmáticos en sus tácticas en la cancha. Pero esas jugadas no siempre redondeaban en victorias. Había sucumbido seis veces en los cuartos de final en los torneos de Grand Slam hasta que este martes se enfrentó a Pouille.

Constante de principio a fin, con una leve cuota de espectacularidad, Monfils se instaló en su primera semifinal de un Slam desde 2008 con un despliegue metódico en el estadio Arthur Ashe.

"Me arrojo porque quiero ganar el punto. Claro que quiero ganar el punto. Cuando estás en este show, francamente, es para entretener, pero es para (también) ganar. Entonces, ¿cuál es el sentido de hacer show y perder?", dijo Monfils. "Por eso es que la gente piensa, 'Míralo, está brincando, se desliza'. Al final de cuentas, ¿se creen que soy bobo?

Monfils, quien la semana pasada cumplió los 30 años de edad, solo una vez previa había accedido a una semifinal de un Slam: eso fue hace ocho años y medio en el Abierto de Francia.

Pero el carismático Monfils ha desplegado el mejor tenis de su carrera en las últimas semanas, ganando todos los 15 sets que ha disputado en este torneo.