De la A a la Z

Con acento rioplatense: Antoine Griezmann, de la A a la Z

Los equipos franceses lo rechazaban por ser bajito, hasta que un scout lo vio jugar 10 minutos y lo llevó a la Real Sociedad. Después de cinco años, se sumó al Atlético de Madrid, donde se convirtió en un delantero de primer nivel de la mano del Cholo Simeone. Toma mate, escucha cumbia y reggaetón, juega al Gran DT con Pepe Sand como capitán y alienta a Peñarol. Un francés con hábitos sudamericanos y amor incondicional por España.

Por Alejandra Altamirano Halle ·

10 de agosto de 2016
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ANONIMO. Martín Lasarte, el entrenador de la Real Sociedad, lo subió a Primera en 2009, aunque solo lo conocía de nombre. Necesitaba un extremo izquierdo y, como el de la filial estaba lesionado, citó al suplente de este último: Antoine Griezmann. En su primer amistoso, le vio potencial: “Me impresionó su capacidad para tomar decisiones. Me pareció muy serio, concentrado y técnicamente talentoso”, contó el uruguayo que lo sacó del anonimato.

BATACLAN. Aquel trágico 13 de noviembre, el día de los ataques terroristas en París, su hermana Maud estuvo en el Bataclan, donde asesinaron a 89 personas. “Sabía que iba a un recital, pero no a cuál. Mi mamá pensó que no estaba allí porque creía que a Maud no le gustaba esa música, pero busqué en Internet y supe que ella estaba ahí”, contó sobre el mal momento que pasó su hermana, que salió sana y salva del concierto de Eagles of Death Metal.

CARRERA. Fue rechazado por Lyon, Auxerre Metz, Sochaux y Saint Etienne, Lorrains y Montpellier. “Vamos a esperar a ver si creces más, por ahora eres demasiado frágil y pequeño”, era la excusa que le daban. Hasta que conoció a un ojeador de la Real Sociedad (ver E) que le cambió la vida. Abandonó Macon, su ciudad natal, para jugar en España. Pasó de suplente en inferiores a titular durante cinco años. De allí, dio el salto al Atlético Madrid.

DEBUT. Tras arrancar en dos partidos en el banco de suplentes, le tocó debutar como titular en Anoeta el 27 de septiembre de 2009, ante el Huesca. Ese día marcó un gol que puede contar de memoria. “No lo olvidaré jamás”, confesó en una entrevista a la televisión española. Su aporte fue fundamental para que el equipo lograra el ascenso a la Primera División. “Nunca gritaría un gol ante la Real Sociedad. Es el club que me dio todo”, remarcó.

ERIC. A los 13 años, a prueba con el Montpellier, participó de un torneo en París. Allí, Eric Olhats, scout de la Real Sociedad, vio al único chico que no llevaba la ropa del club: tenía una remera que decía Jamaica. Los diez minutos que jugó fueron suficientes para contactar a sus familiares y convencerlos de que tenía futuro, todo lo contrario que le habían dicho hasta entonces. Griezmann pasó la prueba y durante 5 años vivió con Olhats y su familia en Bayona.

FESTEJO. “Siempre quise tener un festejo propio y ese día hice el mío”, contó sobre su memorable celebración tras el 2-0 frente al Deportivo La Coruña. Antes del partido, uno de sus compañeros lo había desafiado al ver un auto al costado de la cancha. “Si metes un gol, a ver si te atreves a ir al coche”, le dijo en tono desafiante. Y se animó. Cuando lo hizo, corrió hasta el auto y se subió en el asiento del conductor. Atrás se metieron sus compañeros.

GRIZI. Ese es su apodo, con el que formó un poderoso hashtag: #teamgrizi. Griezmann tiene una importante presencia en las redes sociales (supera los dos millones de seguidores en twitter). Comparte muchas fotos íntimas: de vacaciones con su familia, de su perro, de sus habilidades para el básquet y también de su pareja Erika Choperena. Su mujer es una psicopedagoga de San Sebastián, a quien conoció cuando era jugador de la Real Sociedad.

HIJOS. Poco antes del nacimiento de su hija, se dejó su tono de pelo natural, castaño claro. Atrás quedaron los looks platinados más osados que venía usando hasta entonces. “Como voy a ser padre, tengo que aflojar un poquito, ya no puedo andar con crestas o el pelo blanco. Porque la primera imagen que va a tener mi hija va a ser ‘uh, ¿y ese?’”, contó un mes antes de que naciera Mía, en abril de este año. Su perro Hooki, un bulldog francés, es su otro “bebé”.

INTENSIDAD. Se sumó al Atlético en junio de 2014, y la adaptación le costó más de lo esperado, por “la intensidad y lo complejo de los entrenamientos”, especialmente en la parte física. Pero destaca el apoyo del Cholo Simeone: “Me dijo que confiaba en mí, que no había presión, que tenía que trabajar y que todo iba a llegar”. El momento llegó, días antes de Navidad, al meter un hat-trick en San Mamés, en el 4-1 ante el Athletic.

JUEGO. Simeone fue fundamental en su transformación como delantero estrella. “En el Atlético, el entrenador me da una gran libertad. Y la necesito, porque es esencial para mí. Al final, yo juego en todas partes. Ya tenía este perfil en la Real Sociedad. Cuando jugaba a la derecha, tenía el reflejo de irme hacia el centro para intentar marcar”, explicó el delantero que metió 22 goles en la Liga, 13 en Champions League y otros 3 en Copa del Rey durante la temporada 2015/16.

KILOS. En un programa de televisión bromeó sobre el estricto control de peso que hace Simeone a los jugadores. “Nos pesan todos los días. Si tienes un kilo de más, el Cholo se cabrea y lo dice delante de todos los compañeros. Simeone odia a los gordos”, bromeó. La dieta de Griezmann parece ser efectiva, ya que nunca supera sus 72 kg. Será porque extraña “las chuletas” y otras comidas de San Sebastián, cuya gastronomía le parece mucho más rica que la de Madrid.

LOCO. Paul Pogba es uno de los grandes amigos de Griezmann. Y no duda en mandarlo al frente: “El tipo que ven delante de las cámaras, no es real. Porque este es un loco. Ama la música africana, es un bailarín. Baila todo, hasta reggaetón”. En YouTube hay pruebas: Grizi imita a un músico callejero, baila parado arriba de una cama y hace mímicas de rap. ¿El mejor? Uno en el que canta y salta como un tribunero alentando a Peñarol.

MANGAS. Aunque reconoce que su estilo es diferente, David Beckham fue su ídolo y modelo a seguir durante su infancia. “Siempre juego con manga larga, haga cuarenta grados o menos diez. Me fijaba mucho en Beckham y él siempre llevaba mangas largas”, confesó sobre su predilección por jugar con los brazos tapados. Sin embargo, en sus inicios en la Real Sociedad rompió con este estricto código de vestimenta, como prueba la foto.

NBA. Además del fútbol, otra de sus pasiones es la NBA: es fan de Chicago Bulls. El año pasado viajó con su pareja a conocer a los jugadores y ver algunos partidos. Posó junto a Joakim Noah, el pivot de 2,11 metros, que en la foto lo dejó a Antoine como un enano. Y consiguió camisetas de varios jugadores más. En el patio trasero de su casa tiene un aro y sube fotos y videos a las redes de sus habilidades de sus dobles y triples.

OLYMPIQUE. De chico era seguidor del Olympique Lyon. Iba a la cancha a ver los partidos de Champions League junto a su padre, Alain, que también había jugado al fútbol y dirigía en el club de Macon. Su ídolo era el brasileño Sonny Anderson. En Lyon también lo rechazaron por bajito, pero él se tenía confianza. En sexto grado, Antoine escribió que sería un futbolista profesional como su abuelo materno, Amaro Lopes, que jugó para Pacos de Ferreira.

PAVEL. En la parte de atrás de un libro escolar, su hermano Theo descubrió unas caricaturas en las que Antoine se había dibujado a sí mismo siendo entrevistado por el Canal Plus, la señal principal de fútbol en Francia. Había incluido hasta las preguntas y respuestas de la nota. Griezmann también se había dibujado con una gran melena rubia. Su intención era que le creciera el pelo para teñirse y emular al checo Pavel Nedved.

QUEJA. En septiembre de 2014, utilizó twitter para hacer catarsis. Se quejó de que la empresa Vodafone no le instalaba wifi en su casa. “Llevo 3 semanas intentando poner wifi en casa, y @vodafone_es sigue a la suyo y yo sin internet ! #AsiOsVa #Vergüenza”. Un community manager de la empresa salió a dar explicaciones de por qué no llegaba el servicio y se le sumaron muchísimos reclamos.

R&B. “A veces ponemos cumbia, otras veces reggaetón”, así, como un argentino más, Griezmann cuenta sobre la música que suena en el vestuario del Atlético. Tiene gustos muy amplios: también escucha rap francés y estadounidense. Es fanático del cantante de R&B, Chris Brown, a quien conoció tras un concierto en Madrid. Ambos comparten un tatuaje: la palabra fame (fama, en inglés) con la misma tipografía utilizada en la portada de uno de los discos del artista.

SAND. Fanático del fútbol argentino, al que sigue fecha a fecha, comenzó a jugar al Gran DT y se armó un equipo para competir con sus compañeros sudamericanos. ¿Su capitán? José Sand. “Cuando arranqué en el Gran DT no tenía conocimiento,  empecé a ponerlo a Pepe Sand y comenzó a darme muchos puntos, entonces lo tengo de capitán”, contó entre risas a ESPN. El goleador del campeón del torneo Transición estaba a un buen precio y le rindió bien.

THEO. Su hermano menor habla español, toma mate y, como Antoine, sigue a Peñarol. También es fanático de Carlitos Tevez. En su perfil de twitter se presenta como fundador de una marca de ropa: The GZ Brand, pero debería agregar que es un experto en conflictos. Tras la caída del Atlético ante el Real Madrid en la final de la Champions, criticó al arquero: “Oblak no se tiró ni una vez en los penales”, lo mató. Y con razón.

UNITED. Los hinchas del Manchester United se siguen haciendo ilusiones de sumar a Griezmann al equipo. La historia comenzó en 2014, cuando su hermano Theo se declaró hincha del United y contó que le gustaría ver a Antoine en los Red Devils. En abril, el propio Theo posteó: “Glory, glory Man United”, tras el triunfo de los Red Devils ante el Aston Villa. Fue tal el revuelo que armó con los fans que debió borrar rápidamente su publicación.

VALORADO. Tras el escándalo entre Karim Benzema y Mathieu Valbuena, el DT Didier Deschamps excluyó a ambos jugadores de la Eurocopa. Lejos de la polémica, Antoine había dicho que deseaba ver a los dos en el torneo. Sin Benzema, los franceses pusieron su voto de confianza en Griezmann (26 partidos como internacional) y lo eligieron como el mejor delantero de la selección, con el 94,34% de los votos en una encuesta realizada por L’Equipe.

WOW. Justo antes de jugar ante Noruega un partido clave por la clasificación a la Eurocopa Sub 21, Griezmann y otros cuatro jugadores salieron sin permiso de la concentración y se tomaron un taxi desde Le Havre hasta París (221 kilómetros), directo a una discoteca en Champs Elysees. Finalmente Francia quedó afuera y la historia se supo. Asombrados por la falta de profesionalidad, los bailarines recibieron una suspensión de un año.

XBOX. Rumbo al Mundial de Brasil 2014, fue fotografiado llevando su propia consola de Xbox. Fanático de los videojuegos, también despunta el vicio del Football Manager. Cuando subió una foto de su pantalla dirigiendo al Chelsea, levantó sospechas de su interés por los Blues. En enero, la prensa inglesa lo nombró como posible refuerzo, pero él descartó el pase. “Creo que el club no tiene interés en venderme y yo estoy muy a gusto en el Atlético”, confirmó.

YERBA. “Matecito”, es la palabra que acompaña muchas de sus fotos tomando mate que cuelga en las redes. Carlos Bueno, su compañero en la Real Sociedad, lo hizo fan de la yerba. Ahora va con el mate a cuestas como lo hacen los uruguayos Diego Godín y José Giménez. Aunque también comparte charlas materas con los argentinos del Atlético: Angel Correa, Matías Kranevitter, Luciano Vietto y Augusto Fernández.

ZURDAZO. Con su pierna hábil, la izquierda, clavó un golazo en el Stade Gerland, ante el Lyon, que sirvió para que la Real Sociedad se clasificara a la fase de grupos de la Champions 2013. Ese 4-0 fue el partido en el que la audiencia francesa lo conoció bien. Al día siguiente, los diarios de su país se preguntaban por qué su talento había pasado inadvertido en Francia. “Quizás es que no era muy bueno”, ironiza Antoine.

Por Alejandra Altamirano Halle

Nota publicada en la edición de julio de 2016 de El Gráfico