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1960. Abel Laudonio Bronce en boxeo

Roma. Abel Ricardo Laudonio de 21 años nacido en Villa Urquiza, logra la medalla de Bronce olímpica en la categoría liviano.

Por Redacción EG ·

29 de julio de 2016
El padre de Abel se llamaba Ángel, era barrendero de la feria municipal ubicada en Mendoza y Triunvirato. Crió junto a su esposa a nueve hijos, entre ellos dos que se fajaban de lo lindo: Oscar “Cacho” y Abel. Ambos comenzaron a practicar boxeo en el club Parque Chas cuando eran adolecentes. Aunque Oscar, el famoso "loco banderita" de la cancha de Boca, desarrolló una carrera interesante, el que se destaco rápidamente fue Abel, quien a los 17 años representó al país en los Juegos de Melbourne de 1956 en la categoría mosca, ganando una pelea y perdiendo la otra.

Pero a los 21 años, más maduro y fuerte, Laudonio viaja a Italia a los Juegos Olímpicos de Roma, pero esta vez en la categoría liviano (hasta 51kg). Allí el argentino venció en segunda ronda por decisión unánime (5-0) al checoslovaco Jozef Töre. Luego por nocaut técnico al noruego Dagfinn Næss y en cuartos de final venció al soviético Vilikton Barannikov por decisión unánime (5-0). En semifinales, Laudonio debió enfrentar al italiano Sandro Lopopolo, quien lo venció en decisión dividida. El italiano además es recordado en la Argentina cuando fue ridiculizado en 1966 en el Luna Park por un liviano argentino llamado Nicolino Locche.

Justamente quizás la victoria más memorable que tuvo Abel Laudonio fue con Locche el 14 de noviembre de 1964, cuando en el Luna Park lo superó por puntos y conquistó el titulo argentino. Abel Laudonio es uno de los mejores livianos de nuestra historia.

Imagen Roma 1960. Abel Laudonio en la semifinal olímpica enfrenta a Sandro Lopopolo.
Roma 1960. Abel Laudonio en la semifinal olímpica enfrenta a Sandro Lopopolo.
 

Imagen Roma 1960. El juez levanta la mano del italiano. Esta derrota sería reparada por Nicolino Locche seis años más tarde, cuando hizo quedar en ridículo a Lopopolo en el Luna Park.
Roma 1960. El juez levanta la mano del italiano. Esta derrota sería reparada por Nicolino Locche seis años más tarde, cuando hizo quedar en ridículo a Lopopolo en el Luna Park.