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1936. Bronce en remo.

Berlín. Horacio Podestá y Julio Curatella terminan extenuados la final de dos remos largos sin timonel. Fue la primera vez que el remo nacional logra una medalla olímpica.

Por Redacción EG ·

19 de julio de 2016
Para esos años la práctica del remo estaba extendida en ríos y lagos de todo el territorio nacional,  por lo que no fue casualidad que los representantes del Club Regatas La Marina, los porteños Julio Curatella y Horacio Podestá, se alzaran con la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Berlín. La delegación nacional que participó en Alemania también estuvo compuesta por Antonio Giorgio, del Club San Fernando, quien con 39 años se clasificó finalista en la categoría single scull y Miguel Madero, entrenador del grupo.

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En el homenaje de bienvenida a los héroes olímpicos del 27 de septiembre de 1936, el por entonces veterano remero Carlos Collet dijo: "Si bien eran muchas las esperanzas que se cifraban en nuestros representantes, nunca se creyó que podrían llegar a la final, teniendo en cuenta los destacados rivales que debían enfrentar. Sus actuaciones superan los mejores cálculos que se habían hecho y abren un camino de porvenir al remo".