Primera División

Entrevista exclusiva con Frank Kudelka, el técnico de Talleres campeón

El equipo cordobés vuelve a Primera luego de 12 años. En la previa del triunfo definitorio ante All Boys, su entrenador dialogó con El Gráfico.

Por Redacción EG ·

05 de junio de 2016
Es diciembre de 2014. El celular de Frank Darío Kudelka no para de sonar. Una, dos, tres veces. Hasta que atiende. Es el presidente de Talleres, Andrés Fassi, quien lo invita a viajar a Miami para ofrecerle el cargo de técnico. Luego de tres reuniones, el oriundo de Freyre, quien llevaría un total de 38 partidos invicto, finalmente daría el sí.

“Era el sueño de mi vida dirigir a Talleres”, dice frecuentemente Kudelka, quien está viviendo en Buenos Aires, más precisamente en la concentración de Ezeiza, la semana más intensa y agotadora de su estadía en el club: hoy, puede salir campeón de la B Nacional y  devolver al equipo cordobés a Primera División, luego de 12 años. Es decir, que está a un paso de infiltrarse eternamente en el corazón de los hinchas.

-¿Haber agarrado a Talleres en el momento en el que estaba fue más duro que cuando agarraste Huracán apenas se fue Mohamed?

-En realidad, son desafíos que me propongo en mi vida personal y profesional. Por supuesto de acuerdo a las ofertas que vayan apareciendo. Siempre me gustan los desafíos que te hacen superar como persona y como conductor. Indudablemente, por ahí no son, en la previa, aspectos fáciles. Pero es como que lo llevo adentro de la sangre. Me gustan los desafíos.

-¿Sos un hombre organizado? 

-Sí, tengo ese estilo. “El orden es factor de poder”, ese es mi slogan de vida y no queda duda que lo llevo a cabo en mi profesión y en mi conducción.

Imagen KUDELKA, un hombre de perfil bajo que está a punto de llevar a Talleres al lugar que le pertenece.
KUDELKA, un hombre de perfil bajo que está a punto de llevar a Talleres al lugar que le pertenece.
-¿Coincidís con Simeone en que salir segundo es un fracaso? 

-(Se toma varios segundos) Eh...no sé si es un fracaso, pero nadie se acuerda de los segundos y cuando digo eso, aludo a que deja mucha enseñanza conseguir un segundo puesto, pero también un sabor amargo, que seguramente a eso se refiere Simeone. Yo no sé si es un fracaso, pero no es el éxito. 

-Después de la victoria ante Santamarina se vio un abrazo muy emotivo con tus compañeros de cuerpo técnico, ¿qué sensaciones tuviste en ese instante?

-El abrazo fue una liberación porque el partido se tornó difícil y fue un paso importante por el tramo del campeonato. Yo no soy muy efusivo públicamente, sí lo hago en la intimidad. Pero ese abrazo fue un detonante.

-¿Te gustaría que estaran mañana los hinchas de Talleres para acompañarlos en Floresta como lo hicieron en Formosa, el día que salieron campeones del Federal A?

-En realidad, quiero que haya hinchas locales y visitantes.  Es muy monótono, muy feo, esto es un espectáculo. Lo que pasa es que en  Formosa tres horas antes del partido, la gente tenía prohibido entrar a la cancha. Pero había 5 mil hinchas de Talleres y como medida lógica, las autoridades decidieron que antes de que estén deambulando por la ciudad les dieran autorización para ver el partido. No sé cómo será aquí en Buenos Aires, pero gente merodeando por el estadio, va a haber seguro.

-El miércoles pasado Defensa y Justicia les cortó la magnífica racha de 38 partidos sin perder, ¿creés que se notó la diferencia de categoría?

-El partido nos llegó en un momento complicado para nosotros. No tomé la decisión de darle continuidad a todos los titulares. Esta semana nos tomamos el tiempo para pensar en el partido con All Boys, no nos tocó en el mejor momento. Pero creo que en el segundo tiempo fuimos superiores a Defensa y Justicia y si convertíamos el penal se les hubiese complicado bastante. 

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-¿Cuál fue el jugador que más te sorprendió desde tu llegada a la institución?

-Todos. Porque nunca, pese a los estados de ánimo, nunca han dejado de ser un equipo con jugadores comprometidos con los objetivos que nos venimos planteando. Pero sí me puede llegar a sorprender un caso como el de (Pablo) Guiñazú, que con su edad, parece un chico de 15 años entrenando. Tiene una profesionalidad muy alta y una escuela muy rica para ser copiado por muchos jugadores.

-¿Y de Nazareno Solís que podés decir?

- Que primero tiene que establecer todo lo bueno que tiene y mejorar todas las necesidades que tiene. Dependerá de él y su mentalidad para que vaya progresando. No creo que tenga muchas barreras porque tiene muchas capacidades.  

-¿Qué fue lo más raro que te pasó con un hincha en este último tiempo?

-Recuerdo que hace poco, cuando salí a correr, un hincha me paró y me preguntó cuándo lo iba a poner a Jony Pajoy, pero el colombiano nunca jugó porque tuvo una lesión, entonces no pudo debutar en Talleres. Le dimos la baja para que vuelva a Colombia y el hombre me pedía que lo ponga. Ni se había enterado que se había ido, ja. 

-¿Existe la revancha en el fútbol, Frank? 

-Existe la revancha cuando una persona es revanchista en la vida, y yo, no lo soy. Yo vivo los momentos como Dios me lo brinda, algunos buenos y los que no se coronan, como el caso de Huracán, me quedo tranquilo porque disfruté del placer del recorrido. No se pudo coronar, pero mi vivencia ha sido muy muy buena en relación a lo que pretendo.

Imagen EL TÉCNICO consiguió el ascenso con Unión en la 2010/2011.
EL TÉCNICO consiguió el ascenso con Unión en la 2010/2011.
Son las 21.15 del viernes 3 de junio. El entrenador anduvo de acá para allá con las reuniones que tuvo. Ya se tiene que ir al comedor de la concentración de Ezeiza porque los jugadores y su cuerpo técnico lo están esperando para cenar, a menos de 48 horas para el partido que puede generar una explosión de alegría en miles de hinchas. Pero antes, le hacemos la última pregunta.

-¿Cómo te imaginás este domingo a las 18? 

-No me imagino nada, lo único que pretendo es que estemos a la altura de las circunstancias y podamos ganar.

Ganar: de eso se trata. Es lo que esperan este 5 de junio de 2016 los miles y miles de fanáticos de la T.

Por Matías Escobar / Fotos: Nicolás Aguilera.