Fútbol Internacional

No hubo revancha para el Cholo

Simeone buscaba revertir lo sucedido en la final de la Champions League 2014, en la que había perdido con el Real Madrid. No pudo ser, aunque la imagen del Atlético quedó en lo más alto.

Por Redacción EG ·

28 de mayo de 2016
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Un penal. Solamente uno. Sólo la crueldad de la definición desde los doce pasos volvió a privar a Diego Simeone y a su Atlético Madrid de coronarse campeón de Europa. Al igual que en 2014, el verdugo fue el Real Madrid, que esta vez no logró sacar una diferencia mayor como había sido en la anterior ocasión (4-1), sino que sólo logró el título en la tanda de penales. No obstante, la imagen del Atlético va mucho más allá de un frío resultado y del penal errado por Juanfrán, porque fue más que su rival y mereció mejor suerte durante los 90' y también en tiempo suplementario. 

Se especulaba con cuál iba a ser la postura del Atlético en la final y las apuestas indicaban que sería una actitud de espera, de repliegue y de reparto ante el protagonismo del Real Madrid, el equipo, a priori, más fuerte de la final. Sin embargo, el Atlético sorprendió a propios y extraños y se transformó en protagonista, y aunque desde el gol de Sergio Ramos ingresó en la meseta de la que le costó salir, en el complemento recuperó la batuta, tuvo chances de empatar rápidamente (Griezmann erró un penal) y logró alcanzar la igualdad a los 79', a la postre con un gol de Yannick Ferreira Carrasco, una apuesta personal del Cholo y un cambio clave en el entretiempo, cuando lo tiró a la cancha en lugar de Augusto Fernández. 

Luego la fortuna no le sonrió en la lotería de los penales. Juanfrán no pudo convertir el suyo y Cristiano Ronaldo, el chico de las fotos, dio la estocada mortal. Ahora vendrán las comparaciones odiosas, que ya arrancaron, con Héctor Cuper, otro técnico argentino de suerte dispar que perdió dos finales de Champions League con el Valencia (2000 y 2001), pero el camino adoptado por Simeone es el correcto. Volverá a las grandes citas con el Atlético y entonces si, tal vez, la tercera sea la vencida.