Opinión

Con la estrella de Cristiano, el Real festejó en los penales

Ronaldo metió el quinto y el Real Madrid ganó 5-3 desde los 12 pasos. Es su undécima Copa de Europa.

Por Martín Mazur ·

28 de mayo de 2016
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No hay un modo fácil de explicar una victoria por penales. Se puede hablar de entereza, de experiencia, de capacidad. También de suerte, destino, puntería. No hay, tampoco, un modo fácil de explicar la estrella de Cristiano Ronaldo. Jugó otra final para el olvido, como la de hace dos años, y volvió a quedarse con todas las fotos, como en Lisboa. Aquella vez, por el 4-1 de un partido que ya se había definido. Esta vez, por el penal definitorio que dejó al Atlético de Madrid sin poder patear el quinto en el Giuseppe Meazza. 5-3 por penales, tras el disparo al palo de Juanfran, el hombre que no dormirá por mucho tiempo.

Es la tercera Copa de Europa que gana Cristiano (la primera fue con el Manchester United, junto a Tevez y Rooney), quien a su vez es el máximo goleador de la competición, y también el líder de goleo de la edición de este año, todos datos que él mismo se encargó de remarcar en la primera entrevista pospartido. Fue una final opaca desde lo futbolístico, con malas ejecuciones de tiros libres, malas decisiones a la hora de los remates, nula participación en un juego que se sostuvo mucho más en Ramos que en él. 

Es cierto, el Atlético de Madrid pateó 5 penales y erró 2. Uno en los 90, el de Griezmann al travesaño, cuando ya parecía que la reacción del Atlético era incontrolable. El otro, el cuarto de la serie, el de Juanfran. El hombre que no dormirá por mucho tiempo.

Sacando la definición por penales, inobjetable 5 de 5, el Real Madrid de Zidane había hecho casi todo como para no ganarla. Se puso en ventaja muy rápido pero fue dejándose controlar el partido; permitió una reacción descomunal del Atlético en el segundo tiempo, con el fundamental cambio de Carrasco por Augusto Fernández que metió Simeone; desperdició dos jugadas claras para el 2-0 que habría sellado la suerte del partido; absorbió el empate y se replegó contra las cuerdas, a la espera de no perderlo, pero con poca estabilidad defensiva; su técnico no aportó con los cambios; y así y todo, entre acalambrados y fusilados, llegó a los penales y terminó festejando. Por la estrella de Cristiano. 

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