Opinión

Al final, el único Galáctico era Arbeloa

Acostumbrados a irse por la puerta trasera, los jugadores del Real Madrid protagonizaron un milagro en tiempos de Florentino: despedida triunfal a un lateral derecho.

Por Martín Mazur ·

09 de mayo de 2016
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Raúl y Casillas probablemente sean los grandes símbolos del Real Madrid en tiempos modernos. Hay otros, pero difícilmente puedan hacerles frente, en presencias, liderazgo, impacto y sentido de pertenencia. Los dos, aunque hubieran tenido el sueño de convertirse en estrellas de una sola camiseta, se fueron por la puerta trasera, enfrentados con la dirigencia. 

Dentro de un campaña que empezó muy mal, signada por el botón de eject propinado a Rafa Benítez, y que comenzó a mejorar a partir de la apuesta por Zidane, gestor de la remontada final en Liga y el acceso a una nueva final de Champions League, en el Real Madrid se produjo un hecho extraordinario, mucho más extraordinario que el disputar una nueva final europea: un jugador fue despedido con hurras por sus compañeros. 

Suena normal, pero como en un laberinto de espejos distorsionados, a veces lo normal es lo más raro que sucede en la Casa Blanca. Arbeloa últimamente había sido protagonista de las ironías de su compañero de selección, y archirrival de club, Gerard Piqué, quien lo trató de "Cono... cido", descarnio innecesario pero original para un lateral derecho a quien muchos acusaban de cierta inmovilidad. 

Alvaro Arbeloa tiene 33 años y prácticamente una vida vestido de blanco: se inició en este club, en el equipo C, luego pasó al Real Madrid B y más tarde al primer equipo. Tuvo, como casi todos los canteranos salvo raras excepciones, que irse para demostrar su valía: así, pasó por el Deportivo en 2006/2007 y el Liverpool, con Rafa Benítez, en 2007-2009. Jugó en todas las categorías de la selección española, desde la Sub 17 hasta la profesional, con 56 presencias y contando. 

Cuando llegó al Liverpool, Benítez lo usó como lateral izquierdo contra un tal Messi, quien por entonces hacía estragos por la derecha, enganchando hacia dentro. El Liverpool dejó en el camino al Barcelona y llegó hasta la final, donde perdió contra el Milan. Arbeloa jugó unos minutos en Atenas 2007.

Este fin de semana se dio el gusto de poder irse por la puerta grande, de un club que funciona como picadora de carne, y en la que muy pocos, ni siquiera los citados casos de Raúl y Casillas, a los que se podrían sumar Guti, Higuain y acaso dentro de poco el propio Cristiano Ronaldo, escapan a un deshonroso final.

Alvaro Arbeloa, 33 años, lateral derecho. Al final, el Galáctico era él. 

 

 


🎥👋1⃣7⃣ ¡No te pierdas la despedida a @aarbeloa17 por parte de sus compañeros y nuestros #RMFans!#GraciasArbeloa https://t.co/lq8GxcLUnt
— Real Madrid C. F. (@realmadrid) May 9, 2016




 

 

 

 

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