Primera División

River tuvo las más claras pero no logró quebrar a un Boca que se aferró al 0-0

Orion fue la figura del Superclásico en el Monumental. El equipo de Gallardo intentó por todos los caminos, pero se quedó con un empate con sabor a poco. Boca sigue sin poder hacer un gol.

Por Martín Mazur ·

06 de marzo de 2016
Imagen Driussi y el desborde. Hasta que salió, el hombre de River fue un problema por la derecha de la defensa de Boca. (AFP)
Driussi y el desborde. Hasta que salió, el hombre de River fue un problema por la derecha de la defensa de Boca. (AFP)
 Tiró todo. Por izquierda y por derecha, con tres delanteros y dos enganches. Con centros por arriba y otros por abajo. Y no hubo forma. River quebró a Boca en todos los aspectos de juego, pero no pudo romper el 0-0. Un punto que en el campeonato no le sirve a ninguno, pero que deja con mucha mejor imagen al equipo de Marcelo Gallardo, neto dominador de un partido que debió haber ganado por dos goles de diferencia. Para Boca fue otro partido en las sombras: otra vez carente de generación de juego, otra vez en cero en el arco rival, mismo resultado que en el debut de los Barros Schelotto contra Racing.

Empezó como todos los superclásicos, con mucho nervio, poco espacio y bastante imprecisión. Pero tras ese espejismo que fue la recuperación de Pérez, el pase en profundidad para Tevez y el centro desde la izquierda que casi llega a conectar Palacios, con una pirueta voladora a los 2 minutos de juego, Boca se apagó y asumió un papel secundario, que se iría consolidando con el correr de los minutos.

A River le costó unos minutos transformarse en protagonista total, y no lo hizo con una jugada circunstancial sino con un intento permanente de abrirse y desplegar algo de fútbol. Nada fácil, por supuesto, pero así y todo, lastimó por el sector de Driussi, que se tiraba como tercer delantero cuando el equipo tenía la pelota. Desde allí llegaron las mejores jugadas: el cabezazo al medio (¿no era para intentar al arco) que Orion le terminó atajando a Mora; el anticipo de Mora al Cata Díaz que terminó dando en el primer palo de un Orion ya vencido; y el centro de pelota parada para que apareciera totalmente libre Mercado por atrás y la cruzara a centímetros del segundo palo.

A medida que pasaban los minutos de ese primer tiempo, el equipo de Barros Schelotto pareció conformarse con el resultado. Los laterales jamás se desprendieron del fondo, Gago nunca se acercó al área rival, y todo parecía resumirse en patriadas individuales –casi siempre mal terminadas, dada la complejidad del tejido defenisvo– de Lodeiro, Palacios y Tevez, ubicados como dos puntas clásicos. Como para tener en cuenta: Barovero recién tocó una pelota cerca del final del primer tiempo, con un tiro suave de Palacios.

Y prácticamente fue lo único de un equipo que se consumió en sus propios errores, con una defensa que padeció la imposibilidad de resolver en las primeras jugadas (entre pifias y anticipos tardíos) y se dedicó a tratar de limitar los daños en la segunda acción. La posesión fue inexistente: Boca no fue capaz de sostener la pelota ni siquiera en lo que dura un vine. Apenas el Cata Díaz resolvió, no sin algunas dificultades, varias jugadas de peligro extremo. Pero a la hora de salir con la pelota desde el fondo, tanto él como Insaurralde se encargaron del pelotazo.

En el segundo tiempo, pareció que con el ingreso de Meli, el equipo iba a tener otra dinámica, pero no: Gallardo le tiró al Mellizo el tablero táctico por la cabeza: le puso a Alonso como tercer punta; probó con Lucho y Pity Martínez, sacó a Driussi y a Ponzio, sabiendo que con el buen nivel de Domingo le alcanzaba para la salida prolija. Y se dejó tentar (cómo no hacerlo, por otra parte) con los pelotazos, sabiendo que el fondo de Boca no ofrecía garantías. Otra vez Mora fue el que tuvo la más clara, luego del centro de Vangioni que no llegó a conectar Alonso, y el propio Mora, tras un control un poco largo, hizo lucir nuevamente a Orion, que fue figura. 

"Equipo chico", terminó cantando el público que llenó el Monumental. Y lejos del insulto fácil, pareció una descripción objetiva de un Boca que se aferró al empate y a tratar de sobrevivir a sus propios demonios, que por ahora no ahuyentan ningún cambio de técnico. Fue chico el nivel de Boca, pero River tampoco pudo agrandarse y liquidarlo.

@martinmazur

River 0 (4-4-2): Barovero; Mercado, Maidana, Mammana, Vangioni; I. Fernández (22' ST G. Martínez), Domingo, Ponzio (ST 27' L. González), Driussi (ST 22' Alonso); Mora y Alario. DT: Gallardo.

Boca 0 (4-3-1-2): Orion; Jara, Díaz, Insaurralde, Silva; Pérez (ST 33' Colazo), Gago, Bentancur (ST 15' Meli); Lodeiro; Tevez y Palacios (ST 28' Chávez). DT: Barros Schelotto.
Estadio: Monumental.
Arbitro: Loustau.
Amonestados: Insaurralde, Pérez, Mammana, D. Díaz, Vangioni.
Jugado el 6 de marzo de 2016.