Personajes

Pechito López, personaje del año

Por segundo año consecutivo, el piloto cordobés obtuvo el Campeonato Mundial de Turismo con una tarea demoledora. A bordo del Citroën C-Elysée, ganó 10 de las 24 carreras y aventajó a sus escoltas por más de 100 puntos. Otra muestra de su notable categoría internacional.

Por Redacción EG ·

08 de febrero de 2016
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Su imagen luce en cuanta publicidad Citroën despliega alrededor del mundo. Apareció como un actor hollywoodense en la entrega de los Oscar en la gala de los campeones de la FIA (Federación Internacional del Automóvil), rodeado, entre otros, de Lewis Hamilton, lejos el mejor en la actual F1, y se muestra exultante, feliz y con ganas de escalar más peldaños en su campaña, ya sea en autos de Turismo, DTM o en las siempre seductoras 24 Horas de Le Mans. ¡Quién te ha visto y quién te ve! Este es el mismo José María Pechito López que acarició la Fórmula 1, pero debió quedarse con las manos vacías. Cuando brilló en el programa de jóvenes valores de Renault, un mediático Flavio Briatore lo dejó de lado, y en la segunda y última oportunidad, cayó en el engaño del impresentable proyecto USF1. En ambos casos nada tuvo que ver su rendimiento y condiciones de piloto, sino que lo traicionaron las gestiones que se tejieron y derivaron lamentablemente en sendas frustraciones.      

Se dice que la admiración es más difícil extenderla que provocarla. Por eso, esta segunda consagración en forma consecutiva de Pechito López en el Campeonato Mundial de Turismo (WTCC) adquiere la dimensión que una competencia de carácter internacional, organizada e impulsada por la FIA, se merece. Al comando del Citroën C-Elysée con el 37, número que siempre lo acompaña, el cordobés volvió a demostrar todo su talento, tenacidad y amor propio para –con un andar avasallante– volver a sumar 10 victorias (como en el título de 2014) sobre 24 carreras disputadas, con siete pole positions. López hilvanó una brillante serie de triunfos en 10 de los 12 escenarios. Marcó el rumbo en Termas de Río Hondo, en la apertura en la Argentina, y continuó en Marruecos, Hungría y en el mismísimo “Infierno Verde” de Nürburgring en Alemania, un lugar tan caro a los afectos de los argentinos por el recuerdo imborrable de lo hecho allí por Juan Manuel Fangio y los legendarios Torino. Y la exitosa historia se extendió a Francia, Portugal, Japón, China, Tailandia, donde se consagró a falta de tres carreras, y selló su gran año en Qatar. Como buen trotamundos, es evidente que el cordobés se siente en su hábitat natural en el roce internacional, porque ya desde los 15 años cuando comenzó a abrirse camino en el exterior, supo forjar su carácter y maduró precozmente en un ambiente superprofesional.

Se impuso por más de 100 puntos de ventaja sobre dos reconocidos pilotos como Yvan Muller y Sébastien Loeb, mejoró en las largadas y fue más parejo en las tandas clasificatorias. “Encaré este segundo año en el WTCC con la misma motivación, energía y seriedad, porque quería demostrar que lo logrado en 2014 no había sido casualidad. Por eso, este bicampeonato tiene un sabor muy especial. Fueron dos temporadas inolvidables, en las que aprendí muchas cosas. Volver a correr en Europa era una deuda pendiente y gracias a esta oportunidad pude hacerlo por la puerta grande”, describió su presente López, que tiene ansias de ir por más.

Por Walter Napoli / Foto: AFP

Nota publicada en la edición de enero de 2016 de El Gráfico