Primera División

La Argentina necesita una Liga Premier

Si algo quedó demostrado es que al campeonato de 30 le sobraron 10 equipos. Dar marcha atrás hoy puede puede ser políticamente incorrecto, pero también hay una propuesta alternativa. Y no es alucinógena.

Por Martín Mazur ·

01 de diciembre de 2015
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Como el resto del país, la AFA está definiendo su futuro. Se habla de proyectos, de reestructuración, de marketing, de derechos, de violencia. Se habla poco de fútbol, lamentablemente. Tal es la paridad de posibles votos para Luis Segura y Marcelo Tinelli por parte de los 75 asambleístas, que ninguno de los dos tiene el margen, ni la convicción política, de hacer grandes propuestas sin sacar cuentas y evaluar cuántas voluntades podría perder. 

Como si los candidatos estuvieran caminando en bloques flotantes de hielo, lo único a lo que aspiran es a dar el siguiente paso sin caerse. Tinelli no puede hablar demasiado de ajuste, de control, de revisión, porque los que debería atraer para que lo voten, son precisamente quienes deberían ajustarse, ser revisados y controlados. Segura también sabe que mejor es no mencionar estos temas, ni mirar para atrás. Impera el concepto de fresh start, que suena bastante más sofisticado que el "aquí no ha pasado nada", aunque en definitiva, convergen en el mismo plan.

El campeonato de 30 equipos es impopular, no es práctico, no es rentable y carece de justicia deportiva gracias a la fecha extra de los clásicos. Pero nadie se anima a darle la inyección para ponerlo a dormir sin dolor. 

Al campeonato de 30 equipos le sobran 10. Los que ascendieron como si hubieran sido absorbidos por una fuerza electromagnética avasallante (en el fútbol argentino, se llama grondonismo) jamás estuvieron a la altura de las circunstancias.  

Ningún candidato, hasta ahora, se animó a decir lo que sería lo más lógico: luego de haber rendido pleitesía durante 2015 al insólito campeonato que Grondona pactó con el ahora saliente gobierno kirchnerista, es hora de dar marcha atrás. Sin gradualismos ni retoques. Descienden los últimos 12, ascienden los primeros 2. Total de equipos: 20. Y después, sí, evaluar si se hace un torneo largo todos contra todos, tanto en Primera como en la B Nacional. Que se quejen algunos hinchas, que algunos dirigentes pongan el grito en el cielo, pero que todos sepan que se volvió a la normalidad. 

Nada de esto, aparentemente, es lo que va a pasar. Pero todavía se está a tiempo de parar la locura, que recién nos permitiría tener un campeonato normal dentro de 6 años.  

Una posible propuesta alternativa sería la creación de una Premier League argentina, cuyos derechos serían renegociables tanto para la Argentina como para el exterior, y que funcionaría como una liga de elite por encima de los campeonatos existentes. 

Ya que nadie tiene el coraje de mandar 10 a la B, entonces que suban 18 a la Premier argentina. Si fuera por promedio, en la última tabla hipotéticamente habrían quedado Independiente, River, Boca, San Lorenzo, Lanús, Newell's, Racing, Rosario Central, Estudiantes, Belgrano, Gimnasia, Banfield, Vélez, Unión, Aldosivi, Arsenal, Godoy Cruz y Tigre. (Obviamente, esto antes de los ascensos de Atlético Tucumán y el segundo, que aún está por definirse, entre Santamarina y Patronato). 

Si, en cambio, se hubiera hecho por posición en la tabla (o sea, un cambio mucho más salvaje), a la Premier habrían ido los primeros 17: Boca, San Lorenzo, Central, Racing, Independiente, Belgrano, Estudiantes, Banfield, River, Tigre, Quilmes, Gimnasia, Lanús, Unión, Aldosivi, Newell's, San Martín de San Juan, al que se le sumaría Atlético Tucumán. La Premier argentina tendría el calendario preestablecido antes de empezar, y con un gobierno fuerte e integrado, y sin uso político del Fútbol para Todos, no habría espacio para los cambios de horario repentinos a tres días de jugarse los partidos.

¿Y el resto de los equipos? Quedarían en la Primera División, tal como pasó en Inglaterra desde la creación de la Premier League. Para los estadígrafos, estos 12 equipos no habrían sumado un descenso, por lo cual, quedan exentos del asterisco que aterroriza a los hinchas. Y a estos 12 se les sumarían 6 que vengan de la B Nacional, 1 de la B Metropolitana y 1 del Argentino A. A su vez, 2 de la B Metropolitana y 2 del Argentino A también ascenderían a la B Nacional.

De esta manera, quedarían 18 equipos en la Premier, 20 en Primera, 20 en la B Nacional, 18 en la B Metropolitana. La Primera C y Primera D deberían replantearse en un único campeonato. La Copa Argentina, como gran torneo integrador y de equilibrio, continuaría con el mismo formato. 

La otra alternativa es hacer bajar a 12 de un plumazo. Tal y como subieron.

Después, sí, avanzar sobre la independencia de los tribunales arbitrales y de disciplina, la decisión conjunta de mantener o quitar los promedios del descenso, la comisión independiente que controle las finanzas y haga descender cuatro categorías a los equipos que gasten más de sus ingresos, el fondo para mejorar los estadios y hacerlos más seguros, transformando las populares en plateas y garantizando el ingreso personalizado y automatizado, por puertas giratorias imposibles de pasar en malón, entre otros temas incómodos que hasta ahora siempre se ha preferido cajonear.

Disculpen ustedes, yo no estoy en campaña.