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Y un día reapareció Felipao

Después del papelón dirigiendo a Brasil en el Mundial pasado, Scolari clasificó al Gangzhou Evergrande de China al Mundial de Clubes que se disputará en Japón. Allí, hace 13 años, conquistó el Penta con el Scratch.

Por Diego Borinsky ·

23 de noviembre de 2015
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El Mundial de Clubes ya se está jugando para el hincha de River. Al equipo aún le restan uno o tres compromisos de suma importancia, como es la semifinal de vuelta con Huracán y una hipotética final de Copa Sudamericana. Gallardo ha puesto todo su énfasis en enfocar a sus dirigidos en esos desafíos. Para River, los torneos internacionales han sido históricamente un trauma. Le ha costado horrores ganarlos, por eso sabe que no puede desaprovechar el envión de este equipo que ha conseguido deshacerse de esos karmas. Es una hermosa chance de sumar una Copa más a las 4 que ya han alzado los soldados del Muñeco. Y, también, la ocasión de recuperar la autoestima y el impulso ganador deteriorado en los últimos meses.

El sábado por la tarde, sin embargo, muchísimos hinchas de River se habrán sentado frente a la pantalla de la TV para ver el clásico español y pispear al Barcelona. Es que el Mundial de Clubes, para los afortunados que viajan pero también para los que se quedan, está jugándose desde hace un par de meses. La exhibición blaugrama fue digna de las más brillantes del Barcelona de Guardiola y no invitó a descorchar optimismo. Sin embargo, a un River de Gallardo nunca hay que darlo por muerto antes de comenzado el combate.

Este fin de semana, por otro lado, se conoció el nombre de un participante más del Mundial, el sexto de los siete que tomarán parte de la máxima competencia de clubes del planeta. Hablamos del ganador de la Liga de campeones Asia, el Guangzhou Evergrande de China, que venció 1-0 en la segunda final al Al Ahli, de Dubai, tras haber igualado 0-0 en la Liga. Al equipo lo dirige Luiz Felipe Scolari y, en sus filas, hay seis futbolistas brasileños, entre ellos, el reconocido crack precoz Robinho. El Guangzhou ya había participado del Mundial de Clubes en 2013 dirigido, también en esa oportunidad, por otro entrenador campeón del mundo con su selección, el italiano Marcelo Lippi (Alemania 2006). Recordemos que Scolari, antes de protagonizar el papelón con Brasil en la Copa del Mundo desarrollada en su país en 2014, había llevado a la cima a la verdeamarelha en Corea-Japón 2002. Felipao volverá al país donde alcanzó la gloria máxima. Es más: el escenario donde levantó la Copa tras vencer 2-0 a Alemania en la final, el Estadio Internacional de Yokohama, será el mismo donde el 20 de diciembre se disputará la final del Mundial de Clubes.

Claro que no la tendrá fácil. El conjunto chino se medirá con el América de México por cuartos de final. El ganador de aquel cruce se las verá con Barcelona en semifinales. Es decir: el Barsa ya sabe cuáles son sus posibles rivales. Del otro lado de la llave, falta definir al campeón de Japón, que se conocerá el 5 de diciembre. Ese equipo chocará con el Auckland City de Nueva Zelanda y el vencedor de ese cruce se medirá con el TP Mazembe, el equipo africano que ya supo, en 2010, superar al Inter de Porto Alegre en semifinales para ser el primer club no sudamericano ni europeo en arribar a una final de Mundial de Clubes (allí cayó ante el Inter de Italia). El ganador de ese partido enfrentará a River en semifinales el 16 de diciembre.