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Los Pumas dejaron el alma, pero no pudieron con los Wallabies y ahora jugarán por el tercer puesto

Perdieron 29-15 en la semifinal del Mundial. Fue un partido de extrema exigencia física. Los australianos fueron superiores en el primer tiempo y pudieron contener la embestida argentina en el complemento. Los Pumas jugarán por el tercer puesto ante Sudáfrica el próximo viernes, mientras que All Blacks y Wallabies definirán el título.

Por Redacción EG ·

25 de octubre de 2015
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El objetivo de máxima quedará para la próxima vez. Los Pumas cayeron ante Australia por 29-15 en la semifinal del Mundial de Rugby disputada en el estadio londinense de Twickenham, y perdieron la oportunidad de meterse por primera vez en una final. Los australianos fueron superiores, jugaron un impecable partido defensivo, ganaron merecidamente y la próxima semana animarán la final frente a los All Backs, mientras que los argentinos dirimirán el tercer puesto ante Sudáfrica el próximo viernes.

La primera acción de partido (la intercepción de Simmons a Sánchez, que finalizó en try) fue un presagio de lo que sería la primera etapa. Tras el 7-0 al minuto de juego, los australianos desarrollaron un juego muy sólido, se impusieron en casi todas las facetas del juego, no permitieron que Los Pumas pudieran mostrar su mejor versión y fueron muy profundos por los costados, por donde llegaron otros dos tries.

El plan de juego de los Wallabies salió a la perfección. Mantuvieron el dominio estratégico y físico del juego, por momentos fueron implacables en los rucks, y a la hora de manejar la pelota mostraron una vivacidad que Los Pumas, fracturados por la presión australiana, casi nunca pudieron lograr, excepción hecha de algunos esporádicos pasajes.

Para colmo, una discutible amarilla a Lavanini dejó al equipo argentino con uno menos durante diez minutos muy calientes del juego (entre los 25 y los 35, lapso en que además debió retirarse lesionado Creevy, sumado a la deserción de Imhoff por un fuerte golpe en la cabeza). Todo muy cuesta arriba para los muchachos de Hourcade, que al menos pudieron mantenerse a tiro en el resultado gracias a la precisión de Nico Sánchez para capitalizar tres penales. La etapa se cerró con un 19-9 que permitía mantener encendida la ilusión desde lo numérico, pero la distancia en el juego había sido mucho más amplia y contundente.

Con garra y vergüenza deportiva, Los Pumas salieron a jugarse enteros durante el complemento. Si la fluidez del juego no aparecía, era el momento de poner el corazón. Y con esa premisa se las ingeniaron para mantenerse cerca, para que los Wallabies no pudieran despegarse en el resultado. No aparecían resquicios para llegar al try, pero la pegada precisa de Nico Sánchez seguía aportando dividendos y, promediando la segunda etapa, el marcador estaba en 22-15 y todo era posible.

Lejos de quebrarlos anímicamente, la inminencia del final redobló el temple de Los Pumas, que detonaron reiteradas ovaciones en el estadio con su entrega conmovedora. Pero un try de Ashley-Cooper, a 9 minutos del final, sentenciaron las ilusiones albicelestes. Un 29-15 que significaba una luz muy difícil de remontar.

El próximo viernes, Los Pumas jugarán el partido por el tercer puesto frente a Sudáfrica, buscando emular su mejor colocación histórica, conseguida en el Mundial de Francia, en 2007.