Historia del deporte

La culpa es de Heathfield Stephenson

Sin Messi, Agüero ni Higuaín, la Selección de Martino no tiene futbolistas que hayan convertido tres goles en un partido con la celeste y blanca. ¿Por qué la falta de hat-tricks es responsabilidad de un jugador de críquet del siglo XIX?

Por Martín Estévez ·

14 de octubre de 2015
Imagen

Imagen Meter tres goles en la Selección, una hazaña complicada para Di María, Dybala y compañía.
Meter tres goles en la Selección, una hazaña complicada para Di María, Dybala y compañía.
La Selección Argentina no hizo goles en los dos primeros partidos de las Eliminatorias, y rápidamente se buscan culpables. Martino, Pastore, Tevez, Antonio Valencia, quien sea. Por la falta de un goleador capaz de marcar un hat-trick con la celeste y blanca, proponemos echarle la culpa a Heathfield Stephenson.

Los últimos futbolistas que anotaron tres goles en la Selección mayor (logro llamado “hat-trick”) fueron Gonzalo Higuaín, Lionel Messi y Sergio Agüero. Ninguno estuvo presente ante Paraguay. Carlos Tevez, por su parte, logró un hat-trick en los Juegos Olímpicos 2004. Fuera de ellos, hay que retroceder hasta Gabriel Batistuta en el Mundial 1998 para encontrar un tipo capaz de gritar tres veces.

¿Por qué metemos al tal Stephenson en todo esto? Porque es el creador del hat-trick. Heathfield fue un jugador de críquet, nacido en Inglaterra en 1833. El críquet es un deporte similar al béisbol, muy popular en su país, y también con cierta trascendencia en la Argentina a principios del siglo XX.

En el año 1858, durante sus partidos, sucedía un momento muy especial. Cuando Heathfield (conocido como “HH”) se preparaba para lanzar la bola, los espectadores pasaban una gorra y colocaban dinero dentro. Si HH conseguía eliminar a los tres lanzadores rivales de manera consecutiva, se quedaba con parte del dinero y con el sombrero (“hat” en inglés). Era considerado un verdadero mago del lanzamiento; por eso, tiempo después, a esa jugada la llamaron el truco del sombrero (“hat-trick”).

La expresión siguió usándose en Inglaterra, pero en la Argentina recién se popularizó en el siglo XXI, con la moda de que, quien convierte tres goles en un partido, se lleva de regalo una de las pelotas con las que se jugó.

Sin embargo, el hat-trick también se aplica a otros deportes. En el Mundial de rugby, por ejemplo, lo consiguió hace pocos días el sudafricano Bryan Habana: marcó tres tries en el partido ante Estados Unidos. También se utiliza en el béisbol (marcar tres home runs) y en el automovilismo (hacer la pole position, el récord de vuelta y ganar la carrera).

En esta larga semana de Eliminatorias para el Mundial 2018 y la Eurocopa, los únicos que consiguieron un hat-trick fueron el liberiano William Jebor (contra Guinea-Bissau), el sirio Osama Omari (ante Afganistán), el escocés Steven Fletcher (frente a Gibraltar) y el maldivo Ali Ashfaq (se los hizo a Qatar).

La Argentina, mientras tanto, arrancó sufriendo las Eliminatorias y muy lejos de los hat-tricks. La culpa no es de Martino, Messi, Agüero ni Tevez. La culpa, claro, la tiene Heathfield Stephenson.