(sin categoría)

Perfil de Nick Kyrgios, el tenista transgresor

Detesta el deporte al que se dedica y a los 20 años ya le ganó a Federer y a Nadal. En Wimbledon se dejó perder un game y generó polémica. Es el "chico malo" de un mundillo que refracta a los escandalosos.

Por Redacción EG ·

08 de julio de 2015
Imagen

Gasquet se quedó con el primer set y ganaba 2-0 en el segundo cuando se dispuso a sacar. La escena pertenece a los Octavos de Final de Wimbledon 2015. Enfrente tuvo a un impredecible joven de 20 años. Tan impredecible que sacó y Nicholas Kyrgios apuntó expresamente su devolución a la red. Sorpresa en el francés y en el público. Al siguiente saque, se movió al lado contrario al que iba la pelota y concedió un ace con el único objetivo de terminar rápido el game.  

Los abucheos del público inglés no tardaron en llegar. En conferencia de prensa cuando ya se había consumado la derrota, perspicaz, negó “dejarse perder” aquellos puntos y la respondió a un periodista: “¿Querés probar de contestarle un saque a Gasquet? Te doy mi raqueta y veremos cuántas veces podes”.  



En el tenis, y mucho menos en el tradicional All England, no se toleran ese tipo de actitudes. El reglamento de la Federación Internacional es claro: “Un jugador debe usar sus mejores esfuerzos para ganar un partido cuando está compitiendo en un torneo de Grand Slam”. Lo sancionaron con 200 mil euros. Fuera del protocolo, también abrazó a un alcanzapelotas menor que él en edad. Avergonzado, el rubiecito inglés aguantó todo lo que pudo simulando normalidad y terminó dándole unas nerviosas palmadas en la espalda. Al australiano, sólo le faltó no vestirse de blanco.   

Después de ganar en primera ronda, también tuvo un cruce caliente con los periodistas. Le preguntaron para quién había sido el grito de “basura de mierda” durante el partido, pero la respuesta de que no era para nadie en especial, los dejó insatisfechos. “Qué sé yo por qué lo hice. Porque puedo”, concluyó desganado.

Kyrgios –la G no se pronuncia- es hijo de padre griego, madre malasia y una de las grandes promesas del tenis australiano. Su coterránea, la ganadora de 4 medallas de oro en natación, Dawn Fraser, apuntó directamente con él. “No los necesitamos en este país si van a actuar así. Deben regresar al lugar de procedencia de sus padres”, dijo con cierto tinte xenófobo y ampliando la polémica.  

Imagen Primero se enojó con el alcanzapelotas y después termino a los abrazos. Su show adentro de la cancha no siempre es negativo.
Primero se enojó con el alcanzapelotas y después termino a los abrazos. Su show adentro de la cancha no siempre es negativo.
La indisciplina del tenista, de todos modos, aparece como el rival más difícil de vencer. En este mismo Wimbledon, Mónaco y Schwartzmann lo padecieron. En Estoril 2014 contra el español Albert Ramos, se le soltó la cadena durante el tie-break del último set. Ya había recibido una advertencia y la quita de un punto cuando lanzó de la bronca, una pelota afuera del microestadio. Correspondía que se reconociera la quita del game, pero eso significaba que el australiano perdería el partido. El umpire se hizo el distraído y terminó ganando Kyrgios. José María Díaz, el entrenador de Ramos, disparó indignado: “Ya iréis viendo a este chaval, no lo he descubierto yo. Es un personaje de otra galaxia. Gana un punto y lo celebra como si fuera un jugador de fútbol americano”.

Algo de eso puede ser que explique su conducta. Hasta los 14 años en su Canberra natal practicó básquet al mismo tiempo que tenis. Claro, su estatura (1,93m) se lo permitía. Eligió el deporte de la raqueta por presión de sus padres. “El tenis no me apasiona, yo siempre quise jugar al básquet”, dice. Fanático de los Celtics y de Le Bron James, el año pasado antes de enfrentar a Francia por Copa Davis, disputó un mano a mano entre los cestos con Gael Monfils. Aunque no sea fútbol americano, mamó ciertos aspectos de la cultura NBA y el perfil contestatario de algunas de sus estrellas: “Soy así y juego como juego, no voy a cambiar y no me interesa ser otra persona”, le dijo en una entrevista exclusiva a The Independent.

En época de Mayweathers, Neymares y Le Brones, el tenis ya tiene a su personaje. Esas características que decoran la genialidad y que engrandecen los triunfos. Curiosamente, lo que dicen que le falta a Messi y por lo que increíblemente se lo cuestiona: la personalidad. A diferencia de los demás deportes, la transgresión en un estadio de césped con espectadores vestidos de saco y sombrero es aún más llamativa. En cualquier otro deporte, Kyrgios ya sería una estrella, pero en el tenis, una de las prácticas más tradicionales, lo rupturista –todavía- no es positivo en la carta de presentación.

Imagen "Soy humano, no pretendo que todos me amen, pero sí que me respeten", dijo después de las fuertes críticas que recibió en su país.
"Soy humano, no pretendo que todos me amen, pero sí que me respeten", dijo después de las fuertes críticas que recibió en su país.
Para Kyrgios, Gasquet ya es una figurita repetida. Le ganó su primera final profesional (Estoril 2014), su debut de Copa Davis y en el reciente Wimbledon 2015 en Octavos de Final. En 2014, había eliminado a Rafa Nadal, quien hasta ese momento conservaba el número 1 del mundo. El anterior sub-20 que le había ganado a un líder del ranking ATP había sido precisamente Nadal contra Federer en Roland Garros 2005.

No sólo jugó un partidazo de casi tres horas aquella vez, sino que protagonizó una de las jugadas más increíbles del año. En medio de un peloteo y con el mismo desparpajo que a veces lo perjudica, respondió una pelota con la raqueta entre las piernas y dejándola corta al lado de la red. Una especie de Gran Willy de frente ante la mirada desorbitada del número uno del mundo. El último punto, como si estuviera en una película guionada, lo ganó con un ace, el número 37 en su histórica tarde.

En mayo de 2015, eliminó a su ídolo Roger Federer del Masters de Madrid. Además de esos triunfos ostentosos, hace apenas dos años y medio, en enero de 2013, ganó el Abierto de Australia entre los juniors. “Time is running out”, dice el tatuaje que tiene en su antebrazo derecho y que podría ser la síntesis perfecta de su vida en cámara rápida.

“Soy un buen sacador e intento ser agresivo en los restos”, se define. Su puesto 29 en el ranking le debe mucho a los torneos de canchas rápidas disputados en esta parte del año. Después de varios años sin caras nuevas entre los más importantes del circuito, Nicholas Kyrgios, de 20 años, atravesó el umbral y se metió en la discusión. Todavía le falta mejorar físicamente y corregir algunas actitudes, aunque con su perfil transgresor, poco habitual en el tenis, ya se instaló en la elite.   

Imagen Su foto de Instagram es él a los 6 años con algunos kilos de más. Es fanático de las redes sociales, Family Guy y Rihanna. (@k1ngkyrg1os)
Su foto de Instagram es él a los 6 años con algunos kilos de más. Es fanático de las redes sociales, Family Guy y Rihanna. (@k1ngkyrg1os)


Por Pedro Molina.