Dos Cenicientas en la Serie A

“Si llega el Carpi, nosotros dentro de dos o tres años no tendremos un euro”, dijo sin mucho filtro Claudio Lotito. El presidente de la Lazio es famoso por su verborragia aunque esta vez no tuvo la culpa. Un dirigente del Ischia, equipo de la Serie B, con quien estaba hablando por teléfono, lo grabó.

El “apocalipsis” para la Lazio se concretó hace unos días cuando finalmente ascendió el Carpi. Para más nafta al fuego, su camino lo repitió el ignoto Frosinone. La preocupación era por el dinero de la televisión ante un espectáculo que se está volviendo menos atractivo según el dirigente. “Para mí el espectáculo es velocidad y marcar rápido. Mi equipo juega un fútbol adecuado a las características de los futbolistas”, dijo el pragmático entrenador del Carpi, Fabrizio Castori. No le estaba respondiendo a Lotito aunque pudo haber sido. En Italia ya es como una especie de Caruso Lombardi. Poco le interesan las formas, tiene respuestas para todo y con el de este año, llegó al noveno ascenso. El director deportivo le había prometido 100 mil euros por ese logro.

En la intimidad de los vestuarios hubo dedicatorias para el dirigente de la Lazio. El Frosinone lo vivió con un sabor más especial porque es de la misa región. Por primera vez en la historia, un equipo de Lacio estará en la Serie A sin pertenecer a la ciudad de Roma. La hegemonía ya no es para los dos más grandes.

El Carpi fue el campeón de la Serie B. Hace cinco años estaba en la D, pero consiguió cuatro ascensos consecutivos que lo catapultaron. No esperaban crecer tan rápido y mucho menos llegar hasta la A. Lo hicieron a pulmón, con un presupuesto de 3 millones de euros y un estadio para 4 mil espectadores.

En un pueblo de 70 mil habitantes, Lotito no se equivoca imaginando que el interés de sus hinchas no será masivo. Tal vez sí lo sea por la excentricidad en quienes siguen el fútbol italiano desde otros países. De todas maneras, es una tendencia mundial del fútbol parejo, en el que no juega el negocio: Crucero del Norte acá, Eibar en España, Paderborn en Alemania, Carpi y Frosinone, tanos. Historias amateurs en mundos profesionales.

Kevin Lasagna y el nigeriano Mbakogu son las dos cartas fuertes en ofensiva. El primero es un zurdo habilidoso de 22 años con poco gol y mucho talento. El africano tiene la misma edad y fue fundamental para la epopeya con 15 tantos en 30 partidos. Más sorprendente es que el promedio de todo el plantel no llegue a los 25. Los jóvenes mostraron personalidad y lideraron la revolución de un equipo que tiene su estadio en la Via Karl Marx.

En 2012, un terremoto arrasó la región de Emilia Romaña. Una de las poblaciones afectadas fue Carpi, pero gracias al empuje laborioso de Módena ya reconstruyó las pérdidas en un 60%. En cuanto a lo futbolístico, el cismo fue en 2000 y el club entró en bancarrota. A partir de ahí ingresaron dos empresarios ligados a la moda y aunque no sean cifras rutilantes para el ambiente, reactivaron los planes futbolísticos del club. Se trata de Stefano Bonacini y Claudio Caliumi.

El Frosinone también es un club sencillo pero tiene dueño. En 2003 lo compró Maurizio Stripe. Doce años después, se convirtió en el 65° equipo italiano en disputar la máxima categoría. Peleó el segundo puesto durante toda la temporada y no se achicó contra dos rivales de más espalda como el Bolonia y Vicenza. Entre noviembre y mediados de febrero ganó 4 partidos de 14. En el sprint final recuperó lo perdido y hasta pudo festejar con anticipación.

A comienzos de este año incorporó a Mario Santana, un hombre de experiencia y fundamental para el ascenso. El antecedente argentino coterráneo era Lucas Rimoldi en 2007. El “Canario” tiene 87 años y lo máximo que había llegado era a la Serie B, donde estuvo en más de una oportunidad. Esta vez, liderados por el joven entrenador de 37 años, Roberto Stellone, logró dar el gran salto hacia adelante.

En casi 90 años de historia, la Serie A tendrá dos debutantes. Siempre hay sorpresas y aparecen caras –y camisetas- nuevas intentando surfear las olas millonarias de los demás. Mal que le pese a Lotito, esa es la actualidad de Carpi y Frosinone.