Fútbol Internacional

Batacazo de la Juve en el Bernabéu

Empató 1-1 con el Real Madrid y lo eliminó de la Champions. Cristiano de penal abrió la cuenta y Morata de zurda cerró la serie. El 6 de junio, jugará la final contra el Barcelona.

Por Redacción EG ·

13 de mayo de 2015
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El histórico, capitán, símbolo y multicampeón, Casillas, llega al fin de temporada en estado de observación. El Real Madrid quedó eliminado de la Copa del Rey, perdió pista en la Liga y la última carta que le quedaba era la Champions League. Por semifinales, faltando un minuto y obligado a meter un gol, Casillas fue a sacar rápido un lateral… y le cobraron mal sacado. El histórico, el capitán, símbolo y el multicamepón dilapidó la última chance de su equipo y aquel acto fallido podrá ser la metáfora del inicio de un período de renovación.

La Juventus hizo el negocio de local, ganó 2-1 y silbando bajito repitió una buena tarea en el Santiago Bernabéu. Hizo el esfuerzo, sufrió de principio a final y terminó defendiéndose en su propia área casi sin papeles para seguir actuando.

Desde el tridente ofensivo, el Real fue superior en la primera etapa. A lo largo del año, la dependencia de sus figuras aumentó al mismo tiempo que desapareció el juego asociado. En ese sentido, el regreso de Benzema era esperanzador. El francés tuvo dos clarísimas que le quedaron para la zurda y terminó siendo reemplazado por Chicharito Hernández. Bale estuvo mucho más participativo que en la ida, aunque en la memoria merengue prevalecerá su poca puntería. Rematando de afuera, de cabeza o desde adentro del área, erró mucho más de las que generó. El factor diferencial, Cristiano, no estuvo en su noche intergaláctica, aunque se las arregló para meter un gol. Fue el 1-0, que llegó a los 23’ y significaba la clasificación parcial gracias a un penal inventado por James y convalidado por el sueco Erkisson.

Ya en el complemento, la Juve se animó un poco más. Pirlo y Tevez no tuvieron sus mejores noches y Pogba alternó buenas y malas. En cambio, los edificadores del resultado de mitad de cancha hacia adelante, fueron Marchisio, Vidal y Morata. El italiano tuvo dos chances clarísimas y corrió hasta a la sombra de los jugadores, el chileno fue el termómetro de la resistencia y el español hizo el gol del delirio. Marchisio tomó el rebote de una pelota parada, la metió de zurda al área, Pogba la bajó de cabeza al medio y el canterano cumplió otra vez con la Ley del Ex. MVP de la serie, con goles desnudó las deficiencias de una defensa resquebrajada y un arquero dubitativo en momentos fundamentales.

Quedaban 32 minutos y la Juventus se retrasó demasiado en el campo de juego. Defendía prácticamente a la altura de su propia área, no capitalizaba los contraataques y el Real superpoblaba la zona. Allegri sacó a Pirlo para poner a Barzagli y armar un 5-3-2. Sobre el final, también reemplazó a Pogba, luego de que el francés regalara la pelota tirando un taco.

El tiempo se fue consumiendo a la misma velocidad que los nervios. Centros al área, un penal no sancionado de Evra a Chicharito y poca claridad para romper la muralla. Un equipo acostumbrado a jugar se vistió de la selección de su país literal –camiseta azul- y metafóricamente –catenaccio- para sellar su pasaje a Berlín. Como mucho, un gol del Real recién llevaba el partido al tiempo suplementario. Muy poca cosa para Madrid y un merecido premio para los turineses, que después de cuatro conquistas consecutivas a nivel nacional, jugarán el partido más importante de Europa en busca de su tercera Orejona.