Fórmula 1, rescaten al Cavallino

Si don Enzo Ferrari viviese, su bronca sería inimaginable, porque su creación, la escudería más emblemática del mundo motor se encuentra perdida en un laberinto, que desde sus propias entrañas se esmeraron en ocultar las salidas. Las ansias de poder de sus conductores, los infaltables celos empresariales, los cambios reiterados en sus proyectos y, por supuesto, la magra cosecha de resultados, con 33 grandes premios sin ganar (no lo hace desde el 12 de mayo de 2013, Fernando Alonso en el GP de España) y desde 2007 (Kimi Raikkonen, Mundial de Pilotos) y 2008 (Mundial de Constructores) que no se abraza a la gloria de un título, son demasiados contrapesos que a la hora de salir a pista se empiezan a sufrir. 

El “ingeniere” o “commendatore”, como se lo solía identificar a don Enzo, era una fuente inagotable de frases que se amoldaban perfectamente a cada estado de situación. El decía que “los autos son como las miss de los concursos de belleza, porque se marchitan antes que finalice la temporada”. Y desde Maranello, cuartel general de Ferrari, saben que para equiparar la superioridad de Mercedes, deben impactar ya desde los primeros test para fortalecer en lo anímico a una estructura que viene golpeada.

Don Enzo también sabía expresar que “las carreras las ganan mis máquinas y las pierden mis pilotos”, factura que en este caso debió pagar Alonso, quien a pesar de los contratiempos rindió más de lo que la herramienta en sus manos podía brindarle.    

Y al rescate del Cavallino Rampante para este 2015 se convenció a que se vistiese de rojo a un tetracampeón como Sebastian Vettel, que llega a Ferrari con 27 años, la misma edad con la que arribó Michael Schumacher y se coronó luego 5 veces consecutivas (del 2000 al 2004).      

“Existen muchos cuentos de hadas acerca de la escudería Ferrari y ahora, al saber qué se siente al volante de un auto rojo, puedo confirmarlos. Es algo más que una historia, es una auténtica leyenda”, expresó Vettel, a la vez que agregó: “La sensación de formar parte de este equipo es muy, muy buena. Ver desde el auto cómo el público intentaba escalar los muros del circuito para ver el monoplaza es algo increíble, que nunca olvidaré. Este color marca una identificación, por eso toda la gente viste de rojo. Tengo muchas ganas de afrontar el gran desafío que nos espera”.

Y Piero Ferrari, hijo del fundador de la escudería, se mostró sumamente optimista: “Esperamos brindarle a Sebastian un auto muy competitivo. Si no gana será por nosotros, no por él”. En pos de ese bólido con mejor rendimiento, en Maranello se trabajó sin respiro para alcanzar la eficiencia necesaria y competir en igualdad de condiciones, ya que aún retumban en los oídos de los 750 empleados las crudas palabras del presidente Sergio Marchionne que el 2014 fue un “grandísimo desastre”. 

El que perdió su silla después de 23 años como presidente en la convulsionada casa italiana, fue, precisamente, Luca di Montezemolo, a quien se le adjudicaba un soberbio trabajo en el campo empresario de Fiat y Ferrari con los autos de calle, pero en lo deportivo, los flojísimos resultados y las decisiones que dejaron a la escudería sin aspiraciones lo obligaron a dar un paso al costado. De todos modos, su cintura política, que en algún momento lo llevó a ser jefe del comité organizador del Mundial de Fútbol de Italia 90, ahora le permitió reubicarse al frente de la candidatura de Roma 2024, como sede de los Juegos Olímpicos.

Ferrari es el único equipo que participó en los 65 campeonatos de F1, con 889 grandes premios disputados, 221 victorias y 16 títulos de Constructores y 15 de Pilotos que lo ubican como el más ganador de la historia. Por eso, ante semejante estadística, la convivencia de dos corredores de carácter fuerte como Vettel y Raikkonen, sólo tiene que apuntar a rescatar de las tinieblas a la escudería.

La mentalidad ganadora de Vettel se traduce en que se impuso en 39 de los 139 grandes premios que disputó, quedó a solamente dos victorias del mítico Ayrton Senna, que figura tercero en el historial. Y como prueba de su extraordinaria capacidad en clasificación, el alemán suma 45 pole positions, sólo superado por Schumacher (68) y Senna (65). En tanto, por el lado de Kimi, él es consciente de que este año cumplirá 36 y que las oportunidades de repetir el título de 2007 se van evaporando. Sus 20 victorias en la máxima categoría y su quinta ubicación en el historial con 77 podios merecen tenerse en cuenta. Es indiscutible el talento de la pareja que ofrece Ferrari, pero para que las ilusiones de los tifosis vayan en aumento, será indispensable que el SF15-T (SF por Scuderia Ferrari, 15 por el año y T por el motor turbo), producto final de Maranello, esté a la altura de las circunstancias por fiabilidad, aerodinamia, tecnología y velocidad. En los test se mostraron rápidos y competitivos, pero todos saben que la hora de la verdad será a mediados de marzo, cuando se comience a girar en Australia.       

Entre los adversarios que tendrá Ferrari en busca de su recuperación, el máximo rival por vencer sin dudas es Mercedes, que viene de un 2014 excepcional, en el que se convirtió en la escudería con más victorias, más 1-2 en el podio y más puntos en un solo año.

El año último, las Flechas de Plata igualaron en Brasil el récord de triunfos en una misma temporada que poseía McLaren (1988), y lo superaron en Abu Dhabi con el éxito de Hamilton. Vale aclarar que McLaren venció en 15 de 16 carreras, mientras que Mercedes lo hizo en 16 sobre 19. Y en cuanto a los 1-2, con las 11 veces de Hamilton-Rosberg, Mercedes superó al avasallante McLaren del 88, que había registrado 10 con Prost-Senna.

Hamilton fue lejos el mejor piloto de 2014, con 11 victorias y 7 pole positions, que le significó convertirse en el segundo campeón de Mercedes, después de los históricos títulos de Juan Manuel Fangio en 1954 y 1955.

El 7 de enero último, Hamilton cumplió 30 años. Y a su bicampeonato (2008 con McLaren y 2014 con Mercedes), el moreno piloto le suma 33 victorias, 70 podios y 38 pole positions. Y sobre el primer test del F1 W06 híbrido en Jerez de la Frontera, el actual campeón, que no actuará como se esperaba con el clásico Nº 1, sino que mantendrá el 44, destacó: “Las pruebas han sido increíbles, vemos lo fiable que es el auto y cuánto kilometraje hemos cubierto. Tanto el equipo que se trasladó a España como la gente en las fábricas están entusiasmados. Es genial ver ese ambiente, porque a todos nos encantó la experiencia del año pasado y todos quieren hacerlo de nuevo”.

Toto Wolff, director ejecutivo del equipo Mercedes AMG Petronas, dijo que el auto que tendrá Hamilton a su disposición “ofrecerá mejoras mecánicas, estructurales, aerodinámicas y de reducción de peso con respecto a su predecesor. Se ha producido un espectacular automóvil con el fin de superar lo logrado la última temporada”.

A lo que Paddy Lowe, director técnico de Mercedes, agregó: “El factor clave es evitar el conformismo. Las expectativas son altas y se están haciendo muchas suposiciones sobre nuestro potencial. Internamente, somos conscientes de que nunca hay que permitirse el  quedarse parado en ningún deporte, especialmente en la F1. Estamos ante competidores con gran historia de éxitos y, como nosotros, no van a estar contentos a menos que estén ganando. Algunos cambios serán visualmente más apreciables, por supuesto, pero la clave está en los detalles. Debajo de las apariencias ha habido decenas de desarrollos, desde el chasis hasta la unidad de potencia, todos con el objetivo de crear un vehículo más seguro, más eficiente y más rápido”.

A quien realmente se lo ve motivado, en una especie de volver a vivir, es a Alonso, porque su regreso a McLaren, ahora asociado con Honda, le abre un desafío que a todas luces necesitaba. El desgaste del asturiano, después de cinco temporadas en Ferrari, había llegado a un punto límite, porque lo suyo prácticamente fue de mayor a menor. Casi de movida ya sabía que no podía dar pelea, por eso este operativo retorno le hizo recuperar la adrenalina olvidada.

“Cuando éramos niños, allá por los ochenta, McLaren era el equipo que admirábamos todos. Con Ayrton y Alain al volante, ¿quién no se podía entusiasmar? Ojalá este proyecto que comenzamos se pueda parecer en algo a aquel tan exitoso. La alianza McLaren-Honda permitirá que tengamos el auto para afrontar el desafío ante grandes rivales. Estamos en el mejor equipo posible”.

Alonso, que el 29 de julio próximo cumplirá 34 años, necesitaba recuperar la sonrisa, porque si bien no festeja una victoria desde mayo de 2013, antes de ello logró 32 triunfos, 97 podios, que lo ubican tercero en el historial, detrás de Schumacher y Prost, y 22 pole positions. De los actuales pilotos en pista, él y su compañero Jenson Button son de los que más grandes premios han disputado. El inglés se encuentra tercero en las estadísticas con 267 carreras y el español séptimo, con 236.

En cuanto a los demás equipos, Red Bull deberá reacomodarse tras la salida de un Vettel que lo había posicionado durante 4 años en lo más alto. Por eso, ahora el liderazgo recaerá en el australiano Daniel Ricciardo, que en la última temporada fue el único con 3 victorias capaz de torcerle el brazo al avasallante Mercedes. A su lado estará el ruso Daniil Kvyat, de apenas 20 años, que tuvo un auspicioso debut en Toro Rosso, equipo que mantendrá su espíritu de impulsar talentos, con la conformación de la pareja más joven en la historia de la F1: el holandés Max Verstappen (17 años) y el español Carlos Sainz Jr. (20).

Sainz, por supuesto, es el hijo del reconocido campeón de rallies, y ante su estreno en el Gran Circo reconoció: “Mi papá no me va a poder decir cómo conducir un F1, pero sí puede enseñarme a ser campeón del mundo”. Y su compañero es el hijo de Jos Verstappen, expiloto de F1. Los dos promisorios valores se destacaron en la cantera de Red Bull para jóvenes talentos.             

Williams (Massa y Bottas) y Lotus (Grosjean y Naldonado) apostaron por la continuidad de sus proyectos, con los mismos pilotos, aunque con más rodaje en sus autos. Y Sauber le abrió sus puertas a Ericsson, que viene de la desaparecida Caterham y al brasileño Nasr, que se lució como debutante en los ensayos de Jerez de la Frontera.

 

Por Walter Napoli

Nota publicada en la edición de marzo de 2015 de El Gráfico