La Selección

Para el plan de Martino no hay amistosos

El Tata no piensa en Rusia 2018 sino en la Copa América de este año. En búsqueda de profundizar la identidad del equipo, todos los partidos tienen un valor especial.

Por Redacción EG ·

27 de marzo de 2015
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La renovación en la Selección Argentina está en marcha. El cambio de entrenador lleva varios meses, pero los lineamientos de Martino recién empiezan a revelarse. Cada convocatoria y cada declaración permiten conocer un poco más el rumbo. La doble jornada de amistosos será, en ese sentido, una nueva aproximación hacia el modelo Tata.

El inicio de un nuevo año lo despojó de todo tipo de herencias. No hay jugadores por el sólo motivo de haber jugado el Mundial. Federico Fernández y Palacio son las ausencias más resonantes. El defensor era un soldado de Sabella, pero perdió su lugar en el último tramo del Mundial, mientras que Rodrigo parece tener el ciclo cumplido. Indefectiblemente, su última imagen con la albiceleste será aquel remate por arriba de Neuer. En la consideración de Martino, Dybala, Vietto y hasta Icardi tienen más chances futuras que el bahiense.

No se trata sólo de una cuestión relativa a la edad, también de gustos. El ejemplo más claro es Maxi Rodríguez, quien se mantiene a los 34. Además, la meta de llegada está planteada en la Copa América, que se disputará en Chile a mediados de año. Recién después de ahí, calculadora en mano, el entrenador pensará en Rusia 2018 y la longevidad de algunos.

El rendimiento individual en sus respectivos equipos es decisivo a la hora de las listas. Contra Croacia y Portugal no estuvo Lavezzi y esta vez no está Lamela. Wilfredo Caballero tampoco fue convocado esta vez, posiblemente por su poca continuidad en el Manchester City, mientras que el reemplazante es Gerónimo Rulli, de buen presente en la Real Sociedad. Orbán por Jonathan Silva y Pastore en lugar de Nico Gaitán, corroboran el modo de elección.

En todo momento Martino se distinguió de Sabella. Su idea es armar un equipo de posesión y protagonista con mucha gente en ataque. Tácticamente varió entre el 4-4-1-1 y el 4-3-3, y tiene a mano el 4-2-3-1. En este último caso, se daría la posibilidad de un Messi rodeado de intérpretes ofensivos. Si fuera el enganche, con di María por un lado y Lavezzi por el otro; y si jugara como extremo derecho –posición actual en el Barcelona-, con Pastore en el lugar de su compañero del PSG.

Párrafo aparte para el hombre de área. No es novedad que Tevez, Agüero e Higuaín compiten por un puesto. El Apache volvió con Portugal y apenas jugó unos minutos, aunque ahora el panorama se volvió más complejo. Ya no es “la cara nueva” y sus goles en la Juventus piden pista. De los tres, es el único que podría adaptarse unos metros más atrás, aunque ensamblarlo no será tarea sencilla para el entrenador. Tienta la oferta en la delantera, a riesgo de empalagarse. Por el momento, irán rotando y el Tata anotará quién es el mejor compañero para Messi. La única conclusión es que el tridente le quitó el puesto de “falso 9” a la Pulga, tal como le sucedió en el Barcelona con la llegada de Luis Suárez. Sin hacerse problemas, Lio se encarga de brillar en cualquier parte de la cancha.

Mascherano es la otra pieza clave en la Selección. En el Mundial fue el alma y enterró todas las dudas que en algún momento había generado. Sabella insistió con él en la mitad de la cancha y fue tan buena la apuesta que Luis Enrique también pasó a ubicarlo allí. En el esquema de Martino, los demás volantes jugarán cercanos a él porque las bandas son para los laterales. El ausente Gago, sumado a los actuales Banega, Biglia, Pastore, Mancuello y Pereyra pueden ser interiores o doble cinco y no acostumbran a jugar en la raya. Mancu y el Tucu sí lo hicieron en sus primeros años, pero el buen rendimiento lo encontraron cercanos al círculo central. En los nombres, el 4-4-2 no parece ser la opción más buscada.

El 2015 será el puntapié inicial del modelo Martino en su plenitud. Hasta ahora ya se diferenció de su antecesor siendo más ofensivo, incluyendo a Tevez y con un promedio de edad más bajo. Por eso, en la búsqueda de profundizar la identidad, no hay amistosos ni partidos irrelevantes.