Análisis

15 preguntas y 15 respuestas del Boca 2015

Claves y desafíos del equipo del Vasco: confirmaciones, temas pendientes, estilo de juego y expectativas. Nota publicada en papel y actualizada en la web.

Por Martín Mazur ·

02 de marzo de 2015
Imagen El equipo no tuvo un buen 2014, aunque mostró signos de mejoría desde que se hizo cargo Arruabarrena. La serie con River por la Sudamericana (foto) fue la gran decepción.
El equipo no tuvo un buen 2014, aunque mostró signos de mejoría desde que se hizo cargo Arruabarrena. La serie con River por la Sudamericana (foto) fue la gran decepción.
La nota se escribió a mediados de enero y salió publicada en la edición de febrero de El Gráfico. Ahora, casi dos meses después, y con un escenario mucho más claro, publicamos las 15 preguntas y respuestas originales junto con una actualización exclusiva de la web.

Imagen El Vasco Arruabarrena quería refuerzos desde el primer día de la pretemporada. Lo primordial: defensa íntegra renovada.
El Vasco Arruabarrena quería refuerzos desde el primer día de la pretemporada. Lo primordial: defensa íntegra renovada.

1 ¿Terminará de delinear un estilo?

 
Publicamos el 20 de enero: Desde hace ya demasiado tiempo, Boca carece de una línea clara de juego. Intermitente al máximo, juega bien algunos fragmentos de partidos, se apaga inexplicablemente en otros, se consume en la medianía en la mayoría, sin importar escenarios ni rivales, tampoco sostiene resultados. Es un equipo que todavía no ha demostrado si le interesa tener la pelota o ser vertiginoso, si quiere presionar o esperar y salir a toda velocidad, que mecha indolencia absoluta con momentos de agresividad infantil (Cata Díaz en la Copa contra River, Erbes y Marín en el verano). Arruabarrena, que desde el primer día le restó trascendencia a la importancia de las palabras, aún no termina de explicar cuál es el equipo al que aspira, ese estilo que viene antes que nombres y módulos. Y eso se refleja en el campo de juego.
Situación al 4 de marzo: El estilo está aún en vías de desarrollo aunque está más cerca de presión y vértigo que de posesión inocua. Los buenos resultados, y especialmente muchas actuaciones individuales, ayudaron a sepultar algunos de los puntos clave a tener en cuenta. Hoy Boca es capaz de elaborar jugadas de ataque con mucha más facilidad que el año pasado, y ahí radica el gran cambio.

2 ¿Quién será el conductor?

 
Publicamos el 20 de enero: La pregunta conlleva otras: ¿Habrá un conductor? Y en todo caso, ¿hace falta que uno solo conduzca? A la luz de los resultados, daría la impresión de que sí: Boca logra establecer momentos de dominio a partir de arrestos individuales, no de un plan de ataque ni de un armador de juego. Cuando las cosas van bien, el equipo puede funcionar sin depender de un enganche. Cuando van mal (y en 2014 han ido muchas veces mal), la ausencia de un hombre de referencia para manejar los hilos se hace manifiesta, y así depende de jugadas aisladas (el mano a mano de Carrizo, la corrida de Chávez). San Lorenzo encontró a Sebastián Blanco, River a Aimar y a Pity Martínez. Boca no tiene, ni siquiera en los papeles, a uno al que adosarle la responsabilidad de ser el 10. Y uno de los nombres apuntados, el zurdo costarricense Brian Ruiz, desde sus tiempos en el Twente se caracterizó por ser un wing veloz, no un armador clásico que juegue de espaldas.
Situación al 4 de marzo: La llegada de Nicolás Lodeiro solucionó la falta de un hombre de referencia en la conducción, ese 10 que se reclamaba en enero. El uruguayo demostró, en pocas presentaciones, ser un hombre virtualmente insustituible, que entiende el juego pero sin ser el enganche clásico: tiene más recorrido, más sacrificio y menos tenencia que el 10 clásico, y está siempre a la expectativa de dar un pase profundo para aprovechar la subida de sus compañeros que llegan desde atrás. Tema resuelto, y muy probablemente un hombre que generará dependencia y cuya ausencia, de producirse, se hará notar. 

3 ¿Cambiará el módulo táctico?


Publicamos el 20 de enero:Por ahora no es opción. El 4-3-3 por el que se decantó el Vasco deja las líneas demasiado marcadas, y al equipo partido fácilmente. Hay superposición de volantes interiores, laterales desbordados y centrales que muchas veces quedan mano a mano. Sobran espacios: los extremos tienen que hacer el sacrificio de carrileros y esto ahonda la confusión de roles. Todo está a tiempo de arreglarse y aceitarse, pero también el Vasco tiene la chance de cambiar: sabiendo que no tiene una dupla de delanteros que la rompa ni que salga de memoria, si su idea es atacar por los costados y no depender de un 10 mágico, el 4-2-3-1 (que tan bien expresó el Atlético de Madrid de Simeone), le permitiría tener la cancha abierta y a su vez quedar mejor parado en defensa cuando se pierde la pelota, con dos volantes bien abiertos y un delantero que retroceda como falso 9, detrás del punta. Hoy, daría la impresión de que cualquiera que se anime a atacarlo por afuera, a este Boca lo pone fácilmente en problemas. Si mantiene el 4-3-3, será imperioso que aparezcan pequeñas sociedades que le den un orden y mejor equilibrio tanto en ataque como en defensa.
Situación al 4 de marzo: Tal como se expresaba en la nota original, el módulo táctico cambió con la inclusión de Lodeiro, rumbo a un 4-2-1-3, o 4-2-3-1 dependiendo las circunstancias y los intérpretes. Carrizo y Chávez tienen características distintas, lo mismo que Palacios y Martínez. Lo que mejoró notablemente es el triángulo/cuadrado entre los centrales y el o los volantes de contención. Así, el único problema real de Boca en defensa, sin contar la pelota parada, siguen siendo los mano a mano contra los laterales. 

4 ¿Será Gago el jugador franquicia al que se apostó?

 
Publicamos el 20 de enero: Verón en Estudiantes, Maxi Rodríguez en Newell’s, Milito en Racing... todos volvieron de Europa y provocaron un efecto positivo inmediato en sus equipos. Lo de Gago no fue así: jugó por derecha, por izquierda y por el medio, pero sin tener en claro su función. Peor aún, muchas veces no contagia fútbol, sino ganas de protestar. Sus quejas a los árbitros y caras al banco lo sacan de los partidos. Antes de pensar en el pase imposible, Gago debe asumir la responsabilidad de jugar corto y distribuir bien, lo que mejor hace, y contagiar a sus compañeros (sobre todo a los defensores) para que no rifen la pelota. Tiene todo para ser el Xavi de Boca. Si sólo cambiara su actitud...
Situación al 4 de marzo: No sólo Gago asumió su rol de jugador distintivo, sino que tuvo partidos de altísimo nivel, cercano al que se le conoció antes de su partida. Y eso sin tener una posición fija e inamovible, ya que depende de los compañeros con quienes le toque jugar. Aún tiene distracciones por situaciones leves de juego cuyas reacciones, vistas desde afuera, no ayudan a su concentración ni al esplendor de su juego. 

Imagen Para Daniel Angelici se viene un año decisivo: el plano deportivo marcará sus posibilidades de ser reelecto como presidente de Boca.
Para Daniel Angelici se viene un año decisivo: el plano deportivo marcará sus posibilidades de ser reelecto como presidente de Boca.

5 ¿Puede tener variantes sin un ejecutor de pelotas paradas?


Publicamos el 20 de enero: Los tiros libres, tanto directos como los que se transforman en centros, representan un gran déficit. Si un buen equipo tiene dos ejecutores de referencia en quienes confiar, en Boca es muy difícil encontrar siquiera uno. Gago se hace cargo aunque no es lo que lo caracteriza y Colazo probablemente termine jugando mucho menos que en el semestre anterior. Así, el centro teledirigido como por un dron queda de lado y es necesario que Boca innove con jugadas preparadas y cortinas o sorprenda con remates desde afuera. ¿Cata Díaz se acordará de que con Basile intentaba romper arcos desde 40 metros?
Situación al 4 de marzo: La llegada de Lodeiro no sólo es clave para el funcionamiento, sino también para este frente que había quedado desatendido sin Riquelme. Ahora, Boca tiene ejecutor de pelotas paradas, centros que llegan adonde tienen que llegar, y no depende exclusivamente de las buenas intenciones de otros jugadores que no son especialistas. Aunque el eje de este argumento está puesto en los centros, y no en la peligrosidad producto de tiros libres directos al arco, algo que por ahora no genera pánico en los rivales.

6 ¿Qué papel jugarán los jóvenes?


Publicamos el 20 de enero: En los primeros partidos de enero, se destacaron Cristian Pavón (19 años, ex Talleres y Colón), Guido Vadalá (17) y Tomás Pochettino (18) como alternativas interesantes de la mitad para arriba. El tema de cada verano es la aparición de chicos que ilusionan, pero que luego, por las presiones para que jueguen los apellidos aparentemente consagrados antes que las promesas, terminan con escasas oportunidades.
Adrián Cubas (18) se perfila como un jugador que merece titularidad: desde Serna y Cascini no hubo ninguno que sintiera el puesto de tapón con tanta convicción.
Paradoja: las divisiones inferiores se lucen en los campeonatos de AFA, pero a la hora de trasladar esos éxitos a la Primera, los jugadores languidecen y son devorados por el entorno o las presiones por traer refuerzos. Por otra parte, es controvertida la política de ventas del club: hoy se van con naturalidad los más promisorios jugadores jóvenes, y encima a bajo costo: Tiago Casasola partió al Fulham sin debutar; Leo Suárez emigró al Villarreal con un par de partidos en Primera y Pochettino, la figura de la cantera, estuvo a punto de irse a la Juventus. No hablamos de que vayan a foguearse a alguna liga sudamericana, sino de perderlos sin poder disfrutarlos, todos por menos de 2 millones de euros.
Situación al 4 de marzo: Quedó confirmada la importancia de Cubas, un tapón simple y efectivo, capaz de sostener solo lo que en otros casos ameritaría un tándem de dos números 5. La lesión de Pavón por la patada de Vangioni fue un golpe brusco, pero que habilitó la permanencia de Sebastián Palacios, otro de los jóvenes que habían demostrado un buen nivel en veranos anteriores, pero que desde entonces se había transformado en hombre-préstamo. Cristaldo y Komar también fueron gratas apariciones y ya tuvieron su cuota de acción en la Primera. La cantidad de nombres que tiene a disposición Arruabarrena y su política de rotación habilitan que estos nombres se vean más seguido que con la fijación de un equipo titular base. 

7 ¿La defensa seguirá siendo un karma?


Publicamos el 20 de enero:Bastó un mal partido contra Racing en Mar del Plata para comprar una línea de fondo nueva: Peruzzi, Rolín, Torsiglieri y Monzón (al cierre de esta edición se aguardaba su llegada a Ezeiza para pulir su contrato). Esta no es la primera vez que se apuesta a un cambio total en el fondo: en los últimos años desfilaron laterales de todo tipo, centrales con historia y jóvenes, y los problemas se repitieron. Conseguir un funcionamiento defensivo no se logra en poco tiempo. Los cambios permanentes y los procesos de adaptación a un club grande no son gratuitos. En la mente del entrenador sigue figurando Cata Díaz como líder de la defensa, aunque la no llegada de Tobio alteró los planes del Vasco, que al Cata lo quería como segundo central. Peruzzi, el zurdo Torsiglieri y Monzón (si firma) lo acompañarían, aunque se hará un último intento por Tagliafico, la obsesión para la franja izquierda. Fuenzalida ya no será tenido en cuenta como lateral.
Situación al 4 de marzo: Mientras todavía se espera el debut de Peruzzi, la defensa de Boca mejoró notablemente y gran parte de eso se debe a la tranquilidad y prestancia de Torsiglieri, quien aparece como un complemento perfecto para Cata Díaz. Las buenas actuaciones de Burdisso, que en principio pintaba para no ser tenido en cuenta, forzó la salida de Chiqui Pérez, quien jamás dio seguridad durante su paso por el club. Sin Peruzzi y con superpoblación de jugadores por la banda derecha en ataque, Fuenzalida volvió a sacar chapa como opción al 4, aunque con el plantel completo, ese puesto se lo disputarán Peruzzi y Marín.

8 ¿Los refuerzos serán refuerzos?


Publicamos el 20 de enero: La salida constante al mercado renueva las expectativas generales, pero si el nivel de los nuevos no saca ventajas respecto de los que estaban, las caras largas empiezan a ser moneda corriente en un vestuario que, se sabe, no es fácil. Colazo, por ejemplo, se transformó en 3 por pedido del entrenador y soportó la pretemporada con una lista interminable de laterales izquierdos “al caer”: Casco, Tagliafico, Alvaro Pereira, Mena y Monzón. Pero mientras tanto siguió jugando él. Meli tuvo partidos de alto nivel en 2014, pero la primera compra fue de Pablo Pérez, que juega en su misma zona. Así, no siempre es fácil mantener a la tropa motivada. Arruabarrena marcó la cancha al pedir refuerzos para que estuvieran en Tandil, aunque no se logró cerrar los nombres a tiempo. Igualmente, todos entendían la necesidad de reforzarse fuerte atrás, sobre todo luego de las salidas de Forlín e Insúa.
Situación al 4 de marzo: Por ahora, la respuesta es tajante: sí, los refuerzos fueron refuerzos. Al menos, contribuyeron a establecer la idea de una nueva columna vertebral, que incluye a tener una alternativa sólida a la de Orion, como probó el sorprendente Sara; un central de cabecera como Torsiglieri; un volante capaz de tutearse con Gago como Pérez; y dos hombres de jerarquía para el ataque, como Lodeiro y Osvaldo. Los demás refuerzos estarán en condiciones de demostrar su valía o de acompañar, pero el juego de mercado del verano ya tiene un cómodo aprobado.

Imagen La llegada de Daniel Osvaldo liberó de presiones a Jonathan Calleri: además, pueden jugar juntos.
La llegada de Daniel Osvaldo liberó de presiones a Jonathan Calleri: además, pueden jugar juntos.

9 ¿Quién será el 9?


Publicamos el 20 de enero: Para el Vasco, Calleri es más centrodelantero que Chávez, quien en teoría tiene más características de finalizador. Gigliotti se mantiene como la opción más clásica pero que empieza desde atrás. Sea quien sea, es importante que se defina claramente uno. Y si es Calleri, debe mentalizarse para hacer goles antes que para sacrificarse por el equipo y aguantar la pelota de espaldas o llegar fusilado a las jugadas donde puede marcar una diferencia. Lo importante es que Boca tenga un centrodelantero confiable, que se reconozca como titular, y que no se olvide de su función primordial: ser el goleador del equipo. La definición de funciones es importante: haciendo convivir 3 falsos nueve en cancha, también las responsabilidades son difusas y se ahonda la confusión.
Situación al 4 de marzo: Con la llegada de Osvaldo, Boca no sólo encontró a un potencial ídolo de alto perfil que enamoró a la gente desde antes de su debut, sino también un hombre decididamente de área capaz de convivir con todos los otros delanteros y potenciarlos a todos. Su alternativa principal sigue siendo Calleri (pero se repite, pueden tranquilamente convivir en la cancha). El golazo de Calleri a Temperley y la gran definición del verano en el 5-0 contra River, demuestran que su real ventaja es quedar de frente al arco. El gran sacrificio que demuestra muchas veces puede hacer confundir su función primaria. Estaba claro, también que Gigliotti no había cumplido las expectativas y que iba a quedar relegado, incluso antes de la llegada de Osvaldo.

10 ¿Se seguirá hablando de Riquelme?

 
Publicamos el 20 de enero: Si el peronismo existió sin Perón y tuvo representaciones de extrema izquierda y de extrema derecha, con el riquelmismo pasará algo parecido. Cualquier cosa que diga o haga Román, o cualquier cosa que deje de hacer, tendrá una lectura en el mundo Boca, donde el “Riquelme, Riquelme” hoy puede ser un grito de guerra o un pedido desesperado de auxilio. Su nombre será invocado, venerado y usado políticamente incluso si él decidiera llamarse a silencio y no interferir. Cosa que, se sabe, será difícil. Se trata del hombre que con apenas una declaración pudo lograr que una Bombonera llena echara a un técnico.
Situación al 4 de marzo: Desde que Román anunció su retiro, la situación cambió drásticamente. La seguidilla de victorias entre verano, campeonato y Libertadores trajo tranquilidad y dejó a Riquelme en un merecido pedestal de ídolo, pero no ya una opción válida para acudir en caso de emergencia. Para esto también ayudó la llegada de un volante que fuera capaz de llevar la 10 sin miedo y también con buenas actuaciones desde que se calzara la camiseta, sin tiempo de adaptación ni preguntas incómodas que responder respecto de Román. Pero si las cosas llegaran a empeorar, las comparaciones aparecerán. La ventaja es que Arruabarrena conoce perfectamente el mundo Boca y es el primero en saber que ciertos juegos periodísticos no deben llegar a calar hondo en el vestuario. 

11 ¿Qué peso tendrá el año electoral?


Publicamos el 20 de enero: Será una referencia constante en los medios, con denuncias de intentos de desestabilización, jugadas electoralistas, cantos sospechosos desde las tribunas y con un periodismo (no sólo partidario) que virtualmente quedará partido en dos: con Angelici y contra él. Intervendrán también varias figuras de otros tiempos. A preparse: las elecciones no deben pesar en el momento del equipo. El clima se pondrá fácilmente espeso con un par de malos resultados.
Situación al 4 de marzo: Los buenos resultados no borran el lobby que ya se ejerce desde distintos sectores, aunque le dieron algo de tranquilidad al oficialismo, aunque siempre sin olvidar la posibilidad latente de que Riquelme, según sugirió el mismo, pensara en postularse para ocupar el sillón de presidencia.

12 ¿Cómo influirá el momento de River?


Publicamos el 20 de enero: Aunque se use el latiguillo de “lo que hagan ellos es problema de ellos”, lo cierto es que lo que pase en el Monumental provoca una reacción inmediata en Boca, después del pésimo 2014 y los 8 superclásicos sin victorias, además de la consagración de River en la Sudamericana. Este año, el equipo de Gallardo tiene la posibilidad de ganar otros 2 títulos internacionales a un solo partido (Recopa y Suruga Bank), que junto a los amistosos de verano, son suficientes como para influir en el ánimo general y marcar el pronóstico de cara al campeonato largo. Una victoria en cualquiera de los superclásicos del verano, aunque sea con suplentes o contra suplentes, será una válvula que aflojará un poco la presión.
Situación al 4 de marzo: Las resonantes victorias del verano sepultaron cualquier situación de paternidad reciente (al menos, hasta que se juegue el primer clásico oficial), aunque la victoria de River en la Recopa contra San Lorenzo, cosechó dedicatorias de pésimo gusto por parte de los jugadores del equipo de Gallardo. Evidentemente, el 5-0 caló muy hondo, y se dio lo que pocos pensaban: no fue River quien desestabilizó a Boca, sino Boca, que en una semana, puso en riesgo toda la estructura del River de Gallardo.

13 ¿Qué jugadores deben marcar diferencias?


Publicamos el 20 de enero: Hay una fe ciega en que el Pachi Carrizo y Chávez, ya adaptados y con buena llegada a la gente, tendrán un gran año. De ellos, insertados junto a Pablo Pérez (que pretende jugar a uno o dos toques), más alguna de las apariciones jóvenes depende, en gran parte, que Boca encuentre la frescura deseada, la que le permita enfrentarse tanto a defensas cerradas de rivales chicos, como a defensas abiertas de rivales chivos. 
Situación al 4 de marzo: La llegada de hombres de jerarquía liberó las presiones sobre los más jóvenes, casos Carrizo y Chávez. Ahora, el eje está puesto en la sociedad Lodeiro-Osvaldo, más el primer pase de Gago, todos hombres capaces de marcar diferencias en cada movimiento, y que bien merecida tienen la carga de ser los distintos del equipo.

14 ¿Volverá la rotación?


Publicamos el 20 de enero: Salvo una eliminación temprana de la Copa Libertadores, la rotación de Arruabarrena seguirá formando parte del primer semestre, y la formación base se irá desdibujando con retoques permanentes en función de los minutos jugados. Eso sí: los jugadores que trabajaron en Tandil se mostraron muy conformes con la preparación física fuerte, el modo de trabajo y el trato del cuerpo técnico. Aquella sucesión de lesiones de la época de Bianchi ya ni se recuerda. Un tema a tener en cuenta es la realidad de los que vuelven de Europa. Casi todos los que llegan, si bien vienen de ligas en plena competencia, arrastran inactividad o pocos partidos jugados en la temporada y les puede llevar más que un par de semanas volver a estar en ritmo de competencia.
Situación al 4 de marzo: La rotación es parte de la política del Vasco y está claro que no piensa cambiarla. En tiempos de abundancia como los que se viven ahora, la alternancia parece una virtud, y el nivel entre titulares y suplentes no deja diferencias en la mayoría de los casos, empezando por Orion-Sara. Es más, con la seguidilla de triunfos, ya no hay una idea clara de quiénes son realmente los titulares de Boca.

15 ¿Podrá este equipo festejar un título?


Publicamos el 20 de enero:Hay que ser realistas: sin tener un nivel convincente, Boca pudo haber ganado la serie ante River en las semifinales de la Sudamericana, y haber cambiado la definición del campeonato, de no haber tenido esa media hora fatídica en la reanudación ante Racing. O sea: material hay; ni los otros son tan buenos ni los de acá son tan malos. La mejoría respecto del Boca de Bianchi fue evidente, pero no alcanzó. Será un semestre distinto, que no se coronará con un título local, sino con un parate por la Copa América, en un campeonato inédito que no por largo permitirá confiarse ni dejar pasar oportunidades. Y Boca lo sabe.
Situación al 4 de marzo: La comparación entre la situación en enero (con la goleada sufrida ante Racing y el 2-2 ante Vélez) y el panorama actual es diamentralmente opuesta. Estaba claro que el equipo venía en levantada respecto del de Bianchi, y que no todo parecía tan malo como se lo pintaba. Hoy, con la llegada de hombres de jerarquía, Boca ya tiene chapa de candidato, no sólo por el nombre ni por la historia, sino también por los jugadores y el funcionamiento.

Por Martín Mazur

Nota publicada en la edición de febrero de 2015 de El Gráfico

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