El arquero-DJ Pinto cumple su sueño y el de otros

José Manuel Pinto se despidió del fútbol silenciosamente y sin que muchos lloraran su partida. Vistió la camiseta del Barcelona menos de 100 partidos, pero estuvo durante siete años consecutivos. Números que sólo son entendibles para la extraña raza de los arqueros suplentes. Fue parte del plantel que ganó 16 títulos. Adentro de la cancha su influencia fue a cuentagotas, pero en el vestuario, son muchos los que lo destacan.

“El trabajo y la ilusión dan resultados. Soy un fiel creyente de que hay que ir por los sueños. Ahora mismo tengo la ilusión intacta, como un niño pequeño”, dijo en febrero de 2013 cuando firmó su última renovación para la casa blaugrana. En aquel entonces, los medios españoles hablaron de la influencia de Lionel Messi en la decisión de su continuidad. La amistad entre el astro argentino y el arquero era conocida y además, Pinto, era un hombre importante puertas adentro. “Leo es todavía mejor persona que futbolista”, dijo una vez. En junio de 2014 a los 38 años, fue informado de que no le renovarían el contrato. Era el más grande de un plantel que había ganado todo.  

La renovación llegó de la mano de incorporaciones millonarias y dos hombres nuevos para cuidar los tres palos: Ter Stegen y Bravo. Cerrado el capítulo Barcelona, ninguna oferta sedujo al exarquero del Celta. Sí encontró la mejor posibilidad para concretar su sueño. Punto final para el fútbol y párrafo aparte en su nuevo proyecto.

Su relación con la música fue contemporánea a los años en el Barça. Era el encargado de hacer sonar constantemente el hip hop en el vestuario y de tocar la guitarra o la guitarra eléctrica en diferentes momentos. “Para mí es una válvula de escape, me mantiene la mente distraída”, reconoció alguna vez. En los viajes largos componía y desde 2006 tenía una productora discográfica a la que llamo Wahin Makinaciones. En el nuevo ambiente Pinto no es el arquero de las trenzas, sino “Wahin”.

En febrero fue DJ en la fiesta de los pre-Grammy. Antes de irse, comió un asado con Messi y Mascherano y Lio subió una foto a su Instagram. Estuvo en Los Ángeles, se codeó con los músicos del primer mundo y adelantó que tuvo una reunión con Universal para tratar diferentes proyectos. ¿Arquero suplente? Poco de eso.

Pero la música no es sólo un fin. Para Wahin también es un medio. Impulsado por su discográfica lanzó dos campañas de importante repercusión en España. En primer lugar, “Vea por tus sueños”, un certamen para jóvenes artistas quienes debían trabajar con cierta música que el arquero subía a su web. Luego debían crear canciones con mensaje positivo. “Inspirar, motivar, transmitir valores, contagiar optimismo”, fueron las palabras con las que resumió su búsqueda. Mucho de eso irradiaba en el equipo multicampeón de Guardiola.

En su búsqueda de dar a conocer nuevas ONG y sus labores, comenzó a colaborar con Pallapupas, una fundación que busca llevar sonrisas a los hospitales. ¿Cómo? De la manera más explícita: con payasos que cantan, actúan, acompañan y visitan a los enfermos. Pinto se puso la nariz roja en más de una ocasión, aunque principalmente participa a través de la venta de dos canciones propias. Descargar “Siente que estás vivo” y “Vivir cantando” cuesta dos euros.

Su historia se destaca dentro de un mundo en el que las estrellas están blindadas. Tenía edad e hilo en el carretel como para continuar, pero su motivación ya no estaba adentro de las canchas. Para Pinto, el Barcelona fue el punto final de su carrera futbolística y el puntapié de una nueva vida. Paró la pelota y se dedicó a cumplir el sueño de los demás. Antes, sin darse cuenta y mediante la música, ya había cumplido el suyo.     



Por Pedro Molina