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Eibar, el último club romántico

Cuidadosos de sus objetivos originales, llegar a la Primera de España no les cambió la hoja de ruta. Déficit cero, club de ciudad, jugadores anónimos y un inesperado éxito deportivo: el sueño de Luna de Avellaneda.

Por Redacción EG ·

13 de noviembre de 2014
Imagen 26 DE MAYO DE 2014. Histórico ascenso a Primera tras ganarle al Alavés. Tenía el presupuesto más bajo de la Liga.
26 DE MAYO DE 2014. Histórico ascenso a Primera tras ganarle al Alavés. Tenía el presupuesto más bajo de la Liga.
El salario anual de Messi ronda los 20 millones de euros, el Real Madrid pagó 80 millones por James Rodríguez y el Atlético tiene una deuda superior a los 271 millones. No hacen falta muchos más ejemplos para entender cómo funciona la liga española. En uno de los deportes más redituables del mundo, nadie se quiere quedar afuera del negocio y España es tierra fértil siempre y cuando haya una pelota rodando.

Mientras los billetes viajan por la península ibérica, los hinchas perdieron su autodeterminación para quedar presos en el rol de consumidores. Su principal entretenimiento, el juego en sí mismo, dejó de ser el centro y quedó en segundo plano detrás de todo aquello que le pueda significar un ingreso a los clubes. Salir campeón ya no es el imperativo categórico sino una vidriera y un modo de acaparar nuevos mercados, posibles televidentes o patrocinadores extravagantes.

Hay que hacer un pequeño paréntesis de la exacerbada descripción para detenerse en uno de los veinte equipos de la LFP. El Éibar ascendió a Primera en la última temporada y conserva como si estuviera en una lucha anti-sistema, la bandera de la modestia. Su debut en la máxima categoría no lo hizo perder el foco y respeta las mismas consignas que lo caracterizaron durante sus más de 70 años en el ascenso.

La función social, la realidad económica y el presente deportivo se interrelacionan directamente. El Éibar busca mantener la identidad de la institución, reforzar el sentido de pertenencia y asegurar el bienestar del socio. Su geografía y las dimensiones de las mismas explican ese objetivo y el rol de identificar a la gente de la ciudad. Si bien podrían parecer palabras abstractas o eufemismos de campaña, lo sostienen las otras patas del club. Económicamente apunta a tener déficit cero y adecuarse a lo que tiene. No es tarea sencilla, sobre todo en el mundo competitivo del fútbol en el que todos los clubes están dispuestos a hacer lo que haga falta por incorporar jugadores. El Éibar le dice no a préstamos bancarios, a apuestas con dividendos futuros o a empresarios millonarios.

Imagen ARANZÁBAL, presidente del Éibar, destapa el champagne para festejar el aumento de capital requerido.
ARANZÁBAL, presidente del Éibar, destapa el champagne para festejar el aumento de capital requerido.
Pero claro, el romanticismo de la idea puede fallar cuando la economía cerrada intercambia con el mercado. En la temporada 2004-05 Joseba Llorente brilló con la camiseta blaugrana. Anotó 18 goles en 38 partidos y despertó el interés de equipos de Primera. El Valladolid lo compró por 600 mil euros, aunque el Éibar nunca cobró. Sin Llorente y sin dinero para invertir, a la temporada siguiente descendió a la tercera división.

No fue el único problema de esa índole. Este año la alegría del ascenso histórico a la Liga BBVA se vio opacado por un llamado de atención de la Justicia. En cumplimiento de la Ley de Sociedades Anónimas de España, debía ampliar su capital social en 1.724.272 de euros. En caso de no reunir esa suma mínima, descendería a Segunda B, la tercera categoría.

La solución fue sin mover una coma de los principios como club. No hubo préstamos ni inversores, sino que se vendieron acciones a 50 euros cada una. La venta se realizó en dos fases: primero entre los socios y luego libremente con el tope de adquisición de 100.000 euros para evitar accionistas mayoritarios. La compra se podía realizar mediante Internet y la página www.defiendealeibar.com mostraba un contador minuto a minuto al que se lo llamó “akziómetro”.

Una semana antes de que se cumpliera el plazo, el akziómetro mostró 1.724.272. Sorteado el obstáculo que lo alejaba de la Primera División, el presidente Alex Aranzábal hizo pública la noticia y arrojó un dato llamativo: colaboraron accionistas de 48 países diferentes. La campaña siguió unos días más y cerró en 1.980.000 euros. El otro punto a sortear fue la ampliación del estadio que aún está en refacciones. El Municipal de Ipurúa no respetaba la capacidad mínima de 6 mil espectadores y tuvieron que realizar las obras.

Nuevamente cumplieron las reglas, pese a no tener la necesidad de adecuarse. Es el club de Primera que pertenece a la ciudad más chica, con apenas 27 mil habitantes. La capacidad del estadio renovado será, en promedio, para de 1 de cada 4 residentes de Éibar, que comparativamente a la relación Madrid-Santiago Bernabéu sería como que al Real le exigieran un estadio para 800 mil personas.

Éibar es la ciudad que se encuentra dentro del País Vasco y siempre se caracterizó por su industria de hierro y armamento. De allí surge el principal apodo del club: “armero”. Para algunos jugadores de paso frustrado en equipos de nivel medio en la Liga BBVA, actuó como refugio. El rendimiento profesional en cuanto a lo deportivo nunca fue su fuerte y los vascos más dotados futbolísticamente se mudaban al tradicional Athletic Bilbao, a 40 kilómetros de distancia. En el cruce por liga, bilbaínos y eibarreses igualaron cero a cero.

Eneko Bóveda, lateral izquierdo, hizo el camino inverso. Hasta 2011 estuvo en el Athletic B de la tercera categoría hasta que en el club le recomendaron que su buscara nuevo equipo. En su segundo año jugando para el Éibar logró el ascenso a Segunda División. En su contrato, según relató en un reportaje a la revista española JotDown, tenía cláusulas por descenso aunque no por llegar a Primera. Nadie se lo imaginaba sobre todo porque se trataba del presupuesto más bajo de la segunda categoría con 3,9 millones de euros. Lo impensado se volvió real y el Real se convirtió en rival.

El 22 de noviembre la cita será justamente contra el equipo merengue. La previa comenzó temprano y la ciudad espera ansiosa como un niño. El antecedente en Ipurúa es un empate uno a uno vs. los Galácticos de Ronaldo por Copa del Rey. Desde el club anunciaron la recepción a todas las peñas del Real Madrid presentes en el País Vasco y la invitación a ir todos juntos a la cancha. Éibar, tanto el club como la ciudad, vivirá una gran fiesta. En esa fecha se programó el día de la chistorra, una feria gastronómica de la región. Además, la Sociedad Deportiva inaugurará un servicio nuevo de telecomunicaciones tras un acuerdo con la empresa Euskaltel para realizar actividades conjuntas. Otro de los patrocinadores pidió autorización al Ayuntamiento para pintar todos los cruces de calle con los colores azul y rojo, elegidos en la fundación del equipo en homenaje al Barcelona. Precisamente contra Messi y compañía fue carne de cañón en un 3-0 disputado en el Camp Nou, pero la campaña en las primeras once fechas no es para nada mala: 13 puntos y mitad de tabla.

Imagen EL MUNICIPAL DE IPURÚA recibirá al Real Madrid. Toda la ciudad se preparó para que sea un día de fiesta.
EL MUNICIPAL DE IPURÚA recibirá al Real Madrid. Toda la ciudad se preparó para que sea un día de fiesta.
Gaizka Garitano es el entrenador actual y emblema del Ascenso a Primera (también del ascenso a Segunda). En 2005 no pudo lograrlo como jugador, aunque se desquitó nueve años después desde el banco de suplentes. En su momento fue receptor del ideal del club y ahora es uno de los principales responsables de la divulgación. Pese a no cobrar millones ni ser protagonista en la liga española, recibió un Premio Marca por su buen año como entrenador. Cuando tomó el micrófono puso en el tapete un tema que aún no se había mencionado en la ceremonia. Sentó las bases del club y mostró su identificación con la causa: “mis jugadores son buenos futbolistas y también buenas personas”.

Por Pedro Molina

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