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Un nuevo Tevez para una nueva Selección

Martino levantó la veda y el Apache vuelve a la Selección. De jugador del pueblo pasó a "borrado", pero tiene su revancha a los 30 años y en un gran presente con la Juventus.

Por Redacción EG ·

27 de octubre de 2014
Imagen MUSLERA ya atajó el penal y festeja ante la mirada perdida de Tevez. Tiempo después, Batista confesó que lo había convocado por "presiones de la AFA y políticas".
MUSLERA ya atajó el penal y festeja ante la mirada perdida de Tevez. Tiempo después, Batista confesó que lo había convocado por "presiones de la AFA y políticas".
Repiqueteo inicial, ocho pasos y el remate cruzado a media altura. Tevez falló el único de los diez penales de la serie y Argentina se quedó afuera de la Copa América contra Uruguay. Era un momento de crisis para el seleccionado, que ya venía de malas experiencias con Basile y Maradona. La primera víctima del remate fallado fue Batista y el segundo que tuvo que pagar, el propio Carlitos.

Más de tres años después, la historia continúa, aunque el hombre y el río, como diría Heráclito, no son los mismos. El primer argumento para justificar la ausencia del Apache siempre fue una presunta lucha de egos con Lionel Messi. Se dijo que el mejor del mundo no estaba dispuesto a compartir cartel con el “jugador del pueblo”, que no eran amigos, que no se sentían cómodos jugando juntos y muchas otras fantasías. Lo cierto es que desde el penal malogrado en Santa Fe hasta hoy, la Pulga ganó dos Balones de Oro, pulverizó otros tantos récords y se solidificó como capitán del barco. Si existió algún tipo de celos en aquella época, ya no hay ni la más remota posibilidad de que alguien se anime a destronarlo.

Sabella reemplazó a Batista y no lo tuvo en cuenta para sus primeros llamados. La máquina comenzó a funcionar y los mejores compañeros del 10 pasaron a ser Agüero, Higuaín y Di María. La demagogia de “jugar como el Barcelona” varió para convertirse en un equipo solidario y funcional a las intenciones del entrenador. Prevalecieron los jugadores a quienes más conocía y los depositarios de su confianza, aunque eso implicara no contar con los “mejores”.

La tan mentada palabra “proyecto” tuvo su concreción en el ciclo Sabella. Sergio Romero es el caso paradigmático. Antes del Mundial tuvo pocos minutos en cancha y varios arqueros del fútbol argentino hicieron méritos para reemplazarlo. Sin embargo, como en las Eliminatorias, Chiquito fue el dueño del puesto en Brasil. Federico Fernández, Basanta y Rojo también ingresaron en la nómina final por adaptarse a las pretensiones del entrenador. Esta fue una de las causas principales por las que no hubo sorpresas en la lista de 23, exceptuando el caso Banega.

Finalizada la era-Sabella, el nuevo régimen movería las estanterías. Más allá de que el subcampeonato sirva como precedente (el arquero, los laterales, Mascherano más volante que nunca, los de arriba, etc.), comienza un nuevo proceso. Descartando que hubiera un problema irrecuperable con Messi y siguiendo la lógica de Heráclito, si es otro el río, ¿por qué no convocar a uno de los mejores del Calcio?

En el tiempo que estuvo alejado de la Selección, Tevez cambió de perfil y de equipo. Modificó su triste frase de que vestir la albiceleste “quita prestigio” para reemplazarlo por un “claro que quiero estar, pero si no me llaman no me deprime, hay que seguir para adelante”. Precisamente, eso hizo: siguió para adelante y arribó a la Juventus, club que le pagó 12 millones de euros al Manchester City. Cumplió 30 años en febrero y los turineses lo adoptaron como ídolo en un equipo hegemónico en su país y en búsqueda de defender el título.

Heredó la número 10 de Del Piero, hizo 19 goles en 34 partidos, salió campeón y rompió con la dicotomía de su posición: de nueve o de mediapunta, en la Vecchia Signora juega siempre y con un esquema de dos delanteros. En el arranque de la temporada 2014/15 conservó su efectividad con 6 goles en 7 partidos, pero la mejor noticia que recibió fueron los guiños de Martino.

El Tata tanteó el terreno frente a los micrófonos y con sus dirigidos. Finalmente, el lunes 27 de octubre de 2014 será recordado como el día del regreso oficial del Apache. A partir de ahí, los interrogantes que se abren son múltiples: las declaraciones de Messi, el ensamblaje con los cuatro de arriba, la espalda del entrenador para tenerlo de suplente. Mientras tanto, la única certeza es que esa secuencia del repiqueteo, los ocho pasos y el remate fallido ya no será más la última imagen de Tevez con la camiseta de la Selección.


Por Pedro Molina