Auto in

Tati Mercado: vuela alto en Europa

A los 22 años, este ascendente motociclista cordobés se abre camino en el Viejo Continente. Acaricia el título de la Superstock 1000 y sueña con acceder en un futuro cercano a la Superbikes o al MotoGP.

Por Redacción EG ·

09 de octubre de 2014
         Nota publicada en la edición de octubre de 2014 de El Gráfico

Imagen VENCEDOR en las competencias españolas de Aragón y Jérez, Leandro Tati Mercado se luce en el Superstock 1000 europeo, con su Ducati 1199 Panigale R.
VENCEDOR en las competencias españolas de Aragón y Jérez, Leandro Tati Mercado se luce en el Superstock 1000 europeo, con su Ducati 1199 Panigale R.
Qué se iba a imaginar su papá Eduardo que al armarle una moto artesanal con rueditas cuando tenía 3 años, su hijo Leandro “Tati” Mercado volaría tan alto como piloto internacional. Y qué se iban a imaginar su papá y su tío Raúl cuando, como hobby, corrían sobre tierra en los zonales cordobeses que estaban sembrando la semilla del motociclismo en la familia y que uno de los suyos llegaría a competir en los emblemáticos circuitos de Imola, Assen o Jerez de la Frontera.

-¿Cómo resumirías esta temporada que, a falta de una carrera, te encuentra como líder, perfilado para conquistar el título?
-Estoy muy contento por cómo se fueron dando las cosas, ya que empezamos el año de la mejor manera y después fuimos regulares y consistentes en casi todas las carreras, con dos victorias contundentes en Aragón y Jerez de la Frontera, sobre todo esta última, que fue fundamental porque se dio en la recta final del campeonato. Ahora queda Magny Cours (se disputa el 5 de octubre) y ahí se define todo. Después de ganar en Aragón, llegó la competencia de Holanda, que terminé quinto bajo la lluvia, luego en Imola me clasifiqué tercero y en Misano terminé segundo. En Portimao quedé noveno, debido a un problema en una goma y también llovió bastante, y en la última de Jerez, volví al triunfo, justo cuando más lo necesitaba para quedar como puntero.

-¿Cómo describirías a la Superstock 1000?
-En Europa está considerada como una categoría muy competitiva, con pilotos bastante rápidos, y es la vidriera de la reconocida Superbike. La mayoría son motos originales de calle preparadas para correr, pero Ducati, que es con la que corro yo, es al revés, porque se trata de una moto de carrera preparada para la calle. Sin dudas, para mí el cambio a la Ducati 1199 Panigale R significó un desafío grande, pero, por suerte, me pude adaptar rápidamente.

-¿Cómo armarías el mapa del motociclismo deportivo internacional?
-El MotoGP es lo máximo, como la F1 de las dos ruedas. El Mundial de Superbike también es un campeonato muy fuerte. Y después vienen el Moto2 y el Superstock, que es en la que estoy, que son consideradas categorías vidrieras o pasos anteriores para llegar a las máximas competencias.

-¿Qué creés que te falta o cuál sería el trampolín ideal para saltar a esas categorías líderes?
-Mi objetivo final es llegar al MotoGP, pero tampoco me quiero apurar y saltear escalones. Me gustaría llegar consolidado, haciendo los pasos adecuados y que cuando se dé, sea para correr en un equipo fuerte, con pretensiones de ser competitivo. Por ahora estamos enfocados en este campeonato y una vez concluido, veremos cómo seguimos. Ganar el título me puede abrir algunas puertas, entre ellas precisamente el salto a la Superbike.

-¿Qué tanto te ayuda que la Argentina tenga una fecha en el MotoGP?
-Tener el Gran Premio de la Argentina contribuye mucho para los que queremos abrirnos camino en este deporte. Es más, te consideran de otra manera si tu país forma parte del mapa de la categoría más importante. La Argentina tiene historia en el motociclismo, pero de esta manera se gana también un lugar en el presente. Que el MotoGP vaya a la Argentina trasciende nuestras fronteras y representa a todo el motociclismo latinoamericano.

-¿Es cierto que el dueño del equipo Barni Racing te dijo que tenía la moto ideal y sólo le faltaba un piloto que quisiese ser campeón?
-Sí, tanto él como Ducati venían buscando este campeonato desde hacía varios años. Y a fines del año pasado, cuando me llamó Barni, me dijo que tenía una moto para ganar y que sólo le faltaba el piloto indicado que la hiciese ganar. Y por ahora se hizo todo bien para lograr ese objetivo, veremos qué pasa en Magny Cours.

-Pero para quedar a un paso del título hay mucho trabajo detrás, ¿cómo fue tu preparación física, mental y arriba de la moto?
-Sí, exacto, detrás de una buena temporada hay muchísimo trabajo y mucha gente que apuesta por el proyecto, si no, es imposible. Y lo mío si bien lleva varios años, vale resaltar, sobre todo lo hecho, los dos últimos, con mi grupo de trabajo que integran mi entrenador en la parte física, Emanuel Larrosa, y arriba de la moto Augusto “Chino” Freytes, que fue campeón argentino de motocross. El último verano en la Argentina, por ejemplo, me prepararé en lo físico durante la mañana y en moto por las tardes. Y en los recesos que hubo de competencia tampoco paramos y seguimos con un entrenamiento intenso. Fueron muchas horas de trabajo, sacrificio y con el respaldo de mucha gente.

-¿Arriba de la moto también probaste en distintas superficies y tuviste la suerte de girar en Termas de Río Hondo?
-Sí, la idea fue probar en distintas especialidades, motocross, supermotard, en velocidad, y en Termas de Río Hondo lo hice en una moto que me facilitaron de Ale Cento Racing de Córdoba y la verdad que lo disfruté muchísimo, porque la pista es excelente y era mi primera vez allí. Me encantó y era como correr en cualquier circuito de Europa. La verdad que no tiene nada que envidiarle a los circuitos de renombre en los que estoy corriendo ahora.

-¿A qué edad te subiste por primera vez a una moto y en qué circunstancia?
-La primera vez fue a los 3 años, en una moto artesanal que me hizo mi papá. Tenía rueditas como una bicicleta. Y mi primera carrera fue a los 6 años en un óvalo de tierra en los zonales cordobeses.

-Y de ahí en más, ¿por qué categorías pasaste?
-Hasta los 13 años corrí en óvalos de tierra y salí campeón argentino, a los 14 ya empecé en la velocidad y en el 2006 me seleccionaron para ir a los Estados Unidos a competir en la Copa Red Bull con chicos de toda América. Ahí empezó mi campaña fuera de la Argentina. Después participé en el AMA US Rookies Cup y en el 2009 fui campeón en el AMA Supersport en el campeonato estadounidense. En el 2010, con el apoyo de Kawasaki Argentina, pasé a competir en Europa. Cuando vivía en los Estados Unidos fui a la casa de Leonardo Aime, un ex piloto argentino que se radicó allá. El, inclusive, me entrenaba. Y ya en Europa me instalé con mi entrenador, que también es cordobés, Emanuel Larrosa, y con mi novia. Este año estoy en un pueblito que se llama Sesto Imolese, en la región de Emilia Romagna, a apenas 10 kilómetros del circuito de Imola.

 
Imagen EL EQUIPO le prometió una moto competitiva y Mercado supo cómo sacarle provecho en pista.
EL EQUIPO le prometió una moto competitiva y Mercado supo cómo sacarle provecho en pista.
-¿La gente de Ducati te llevó a conocer la fábrica?
-Sí, al incorporarme al equipo me llevaron a Bologna y recorrimos la fábrica en Borgo Panigale. Fue un paseo increíble y quedé impresionado por la fábrica y el museo. Todo parece hacerse de manera perfecta, y el ambiente es muy familiar. Cómo no va a despertar tanta pasión esta marca, si uno ve tantas motos espectaculares y tantos premios importantes. Además, de Ducati me convocaron para que forme parte como instructor de una serie de cursos que ellos brindan en distintos circuitos. El último, por ejemplo, se realizó en Mugello. La verdad es que me llenó de orgullo esa convocatoria, porque participa gente que viene a aprender de todas partes del mundo.

-¿Alguna vez corriste en auto?
-No, nunca. Ojalá algún día me pueda sacar el gusto y probar un auto.

-¿Sería en pista o en rally como buen cordobés?
-Me gustaría probar las dos cosas para saber exactamente qué se siente en dos competencias de autos tan diferentes. Igual en karting anduve bastante, porque a mí todo lo que sea fierro y motores me encanta.

-¿Cuál fue la velocidad máxima que alcanzaste, ya sea en carrera o en un entrenamiento?
-En carrera lo máximo fue 322 kilómetros por hora en Monza, aunque eso depende mucho de la pista y la recta de Monza ayuda mucho a levantar esa velocidad. Las motos en las que corro hoy en día andan en promedio 290 y pueden llegar hasta los 310.

-¿Practicás algún otro deporte?
-En realidad practiqué muchos deportes y el que más me gusta es el ciclismo, ya sea como hobby o como parte del entrenamiento. Juego tenis muy de vez en cuando y al fútbol nada, porque siempre fui muy malo. En Córdoba soy de Belgrano, pero no me considero un fanático del fútbol.

-¿Tu máximo ídolo en el motociclismo?
-Fue y será Valentino Rossi. Alguna vez me lo crucé y hasta me saqué fotos con él, pero nunca tuve la posibilidad de charlar. Ojalá alguna vez se dé. Y si llegara a competir con él, me volvería loco. Es mi ídolo de siempre, sería algo mágico.

-¿Qué significa haber ganado los dos últimos premios Olimpia en motociclismo?
-Eso significa que las cosas me están saliendo bien. Gané los dos premios Olimpia entre motociclistas muy importantes. En el 2013 compartí la terna con dos consagrados como Marcos Patronelli y Luciano Ribodino. Ojalá este año tenga los méritos suficientes para volverlo a ganar.

-¿Cómo es volver a Jesús María, el pueblo de la doma y los festivales?
-Cada vez que vuelvo a Córdoba, el cariño de la gente es maravilloso. La otra vez me invitaron a dar una charla a un colegio de Jesús María y la pasé muy bien. Me gusta poder transmitir tantas experiencias y ver que ellos disfrutan que a uno le vaya bien en un mundo deportivo tan competitivo. En Jesús María soy vecino de Federico Bravo, que juega en Boca. También están el tenista Juan Ignacio Lóndero y por la zona viven varios corredores, entre ellos mi amigo Wilson Borgnino, que corrió en Top Race.

-En el desafío del Ice Bucket Challenge los convocaste…
-Sí, en el desafío del baldazo helado que me propusieron hacer del Canal 2 de Córdoba yo les extendí el desafío a Federico Bravo, Gabriel Frizza y Wilson Borgnino.

-¿Cómo ves el futuro del motociclismo argentino?
-En nuestro país hay muchísima materia prima, con chicos talentosos que van muy rápido, pero por el difícil momento económico y sin apoyo, prácticamente es imposible desarrollar una campaña internacional. Ya correr en la Argentina se hace complicado, imaginate lo que es hacerlo en el exterior. Siempre digo que nosotros tenemos que hacer el triple de esfuerzo que hacen pilotos de otras partes del mundo, todo nos cuesta más. Si un europeo debiera hacer todo lo que hacemos nosotros para competir, corre dos o tres carreras y no va más.

-¿Ese esfuerzo lo valoran en Europa?
-Al principio no saben del sacrificio que hacemos, pero cuando advierten todo lo que se hace para estar corriendo allá, empiezan a valorizarlo. Y en mi caso, toda la familia tira para el mismo lado. Como siempre tuve la idea fija de ser piloto, ellos me apoyaron. Sin la pasión de mi viejo, la paciencia de mi mamá Alejandra, que es la que más sufre tenerme a la distancia, y mis hermanos Mariano (23 años), que fue el que me bautizó Tati, Camila (15), y Frabricio (13) difícilmente estaría donde hoy estoy.

Por Walter Napoli

Mirá también