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El Tucu Pereyra: ADN de una estrella silenciosa

Su venta pasó desapercibida en River y sus inicios en Europa no dieron que hablar. A los 23 años lo compró el campeón de Italia y fue convocado para la Selección. ¿Qué pasó en el medio?

Por Redacción EG ·

07 de octubre de 2014
Imagen PEREYRA con su nueva camiseta. Con la de la Selección participó en el Mundial Sub-20 de 2011.
PEREYRA con su nueva camiseta. Con la de la Selección participó en el Mundial Sub-20 de 2011.
Buscar a Roberto Pereyra en las fotos de los partidos de Inferiores de River es un gasto inútil. El tucumano apostó por su futuro en el fútbol y abandonó su provincia, recién a los 17 años. Llegó al club de Nuñez con edad de Sexta, pero rápidamente lo subieron a Primera. Eran épocas de vacas flacas que continuarían hasta su partida.

El 16 de mayo de 2009, Néstor Gorosito lo mandó a la cancha en lugar de Mauro Díaz. Perdía uno a cero contra el Huracán de Cappa y el Tucumano ingresó para reforzar un mediocampo sin brújula que sufría el partido. A los pocos minutos llegaron el segundo, el tercero y el cuarto gol. La dura derrota fue el kilómetro cero de aquel joven que soñaba jugar junto a Ortega.

Probablemente compartir la cancha con el ídolo y ser protagonista del superclásico ganado por 1-0 con gol de Maidana, sean sus mejores recuerdos. El resto ingresará en el álbum negro de la historia de River, pero no por culpa de Pereyra. Volante por derecha en su naturaleza, amoldó su juego a la necesidad del entrenador de turno y aportó la desfachatez cada vez que pudo. Se despidió el 26 de junio de 2011 cuando jugó su último partido en la Promoción vs. Belgrano.

La salida por la puerta chica fue circunstancial y no a raíz de su rendimiento. El poco tiempo en el club y sus 20 jóvenes años le quitaron responsabilidad del descenso. Pero así como el hincha inmunizó de culpa a un hábil jugador que floreció en un momento desafortunado, tampoco logró identificarse con él.

Entre llantos y un futuro incierto por el inicio de la B Nacional, River vendió a su joya principal, Erik Lamela, de 19 años. Roma pagó 15 millones de euros y la zurda del número 10 cruzó el Atlántico. En ese mismo mercado de pases, los cuatro millones de euros que pagó el Udinese por Pereyra quedaron opacados. Hoy, tres años después, la Selección Argentina los vuelve a unir.

Sus primeros seis meses en Udine sirvieron como adaptación. Durante el segundo semestre de 2011 apenas fue al banco en un puñado de partidos, pero el equipo marchaba a paso firme y el entrenador Guidolin no lo consideraba dentro de los indispensables. El cambio de año sería definitivo.

En enero debutó ante la Juventus y en su octavo partido anotó su primer gol como jugador profesional. Fue en el último minuto contra la Lazio en el que definió sin arquero tras un contraataque para sellar el triunfo de su equipo. En River, no había convertido en sus 44 participaciones oficiales.

La temporada 2012/2013 sería un punto de inflexión en su carrera y su nombre volvería a circular tímidamente dentro de los diarios argentinos. Pereyra fue titular en 31 de los 38 partidos de la Liga y consiguió su mejor marca en la red: cinco goles. Su juego de gambeta pie a pie y velocidad se vio modificado al abandonar la banda. Francesco Guidolin lo redescubrió en el centro de la cancha para participar activamente en la zona de tres cuartos. Su instinto nato de corredor no lo perdió, aunque en su nueva posición pudo adaptarse mejor al fútbol italiano con una cuota mayor de sacrificio. Incluso, hasta fue doble cinco.

En el año de su confirmación, sus números no bajaron y su influencia dentro del equipo aumentó. Lo único que mantuvo la tendencia fue se camiseta 37, número fetiche desde el día de su debut vs. Huracán y que aún conserva en la Juventus.

La Vecchia Signora, el mejor equipo de Italia, lo sumó a préstamo por un año a cambio de 1,5 millones de euros. En su aceitado esquema 3-5-2, que inició Conte y continúa Allegri, puede cumplir diferentes funciones. La primera opción es volver a sus orígenes por las bandas y ser recambio de Lichtsteiner o Evra como carrilero, aunque lo más probable (y así lo viene haciendo) es que el entrenador lo considere en el puesto por el cual lo contrataron. Arturo Vidal, Pogba y Marchisio, los dueños del centro, ahora tienen un suplente de lujo.

Para continuar con las particularidades de sus debuts, su primera vez como titular con la camiseta de la Juventus fue vs. Udinese, club que sigue siendo dueño del pase y que en julio de 2015 sólo lo venderá si la oferta supera los 11 millones de euros.

La cifra fría sorprende para un jugador que hace seis años jugaba en Cadetes de San Martín de Mar del Plata, pero actualmente se puede jactar de fama bien ganada en Europa. El Tata Martino tomó nota y lo incluyó dentro de su boceto de Selección, probablemente para ser recambio como interior (derecho o izquierdo) en su esquema 4-3-3.

Roberto Pereyra, a quien prácticamente no se le conoce el tono de voz, demostró que el premio se consigue adentro de la cancha. Su buen rendimiento en cualquier sector del mediocampo dio señales de alerta y fue mucho más fuerte que cualquier micrófono.


Por Pedro Molina