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Patanián: "este River te emociona"

Un ping pong con el vicepresidente a cargo del fútbol profesional para que explique si habían planificado este semestre como uno de transición, si los sorprendió la salida de Ramón Díaz, por qué confiaron en Gallardo, qué argumentos dio Francescoli, a quién se le ocurrió traer a Pisculichi y cuál es la prioridad para este fin de año.

Por Redacción EG ·

04 de octubre de 2014
      Nota publicada en la edición de octubre de 2014 de El Gráfico

Imagen EL VICE en su despacho con la tapa de El Gráfico con Moreno y Labruna, puro River.
EL VICE en su despacho con la tapa de El Gráfico con Moreno y Labruna, puro River.
-¿Este semestre lo imaginaron de transición para armar el equipo para la Libertadores 2015?
-No. Quien conoce la exigencia de River jamás podría considerar ningún semestre ni ningún año de transición. Sí creíamos que con una atmósfera más relajada por la obtención del campeonato, se daría un ambiente propicio para que muchos chicos, que habían jugado en la Selección Sub 20 y habían sido sparrings de la Mayor, pudieran insertarse.

-Entre el día que River salió campeón y el día que Ramón renunció, ¿se te cruzó que podía darse ese desenlace?
-Se me pasó por la cabeza antes de que River saliese campeón, pero una vez consumado el campeonato, con el clima de festejo instalado, la verdad, ni se me ocurrió.

-¿Qué fue lo primero que hicieron apenas Ramón les avisó que se iba?
-Estábamos en presidencia con Rodolfo y con Enzo, obviamente sorprendidos. Conversamos un rato y, una hora después, empezamos a trabajar en el equipo que debía viajar a México para jugar con Boca y a pensar en alternativas. No teníamos plan B porque creíamos que Ramón iba a quedarse.

-¿Cuántos nombres de técnicos se tiraron sobre la mesa en la reunión?
-Fuimos muy francos y lo hemos hecho público: el primer nombre que surgió fue el de Martino, un técnico que venía de dirigir al mejor equipo del mundo y que dejaba en claro su estilo. Lo llamamos desde ahí mismo y nos agradeció, pero recién estaba procesando su salida del Barcelona. Inmediatamente Enzo llamó a Marcelo y terminamos juntándonos al día siguiente.

-¿Enzo estaba muy seguro con Gallardo? ¿Qué argumentos les expuso?
-Lo conocía bien a Marcelo, no solo porque habían sido compañeros en un River muy exitoso, sino que sabía de su trabajo en Nacional y sabía, también, que Marcelo había utilizado gran parte del año recorriendo Europa para ver entrenamientos y charlar con técnicos. Destacó su personalidad. Nos dijo que era un tipo muy firme, de tomar decisiones, y calzaba en el proyecto de mirar mucho para abajo e integrar a la Reserva. Además, está muy cerca de todos los elementos científicos que ayudan en el fútbol. Charlamos con él y nos convencimos de inmediato.

-¿No dudaron por su poca experiencia?
-Es una fórmula atractiva que a los riverplatenses nos ha dado grandes resultados a lo largo de la historia. En el pasado arrancaron aquí Labruna, Pedernera, Pipo Rossi, Peucelle en inferiores, Passarella, Merlo, Astrada, Ramón Díaz, Almeyda. Son productos formados en inferiores, no tenés nada que explicarles porque ya lo mamaron todo. Y los dos ayudantes de Marcelo, Biscay y Buján, también estuvieron desde muy chiquitos en el club y se criaron con el paladar riverplatense. Armaron un grupo profesional y humano extraordinario, son muy serios, están en todos los detalles.

-¿Los sorprendió la salida de Ledesma?
-Sí, porque el día anterior a ganar el campeonato, Enzo pasó por la concentración y charló con el Lobo, ya que se vencía su contrato. “Queremos que sigas”, le dijo, y Ledesma se puso contento. Al otro día metió un golazo, se fue ovacionado y luego, consumado lo de Ramón, avisó que se iba. Creo que el Lobo encontraba en Ramón una contención y creyó que con otro entrenador iba a tener que empezar todo de nuevo.

-Si hubiera seguido Ramón, ¿Carlos Sánchez y Mora no habrían regresado?
-Lo de Mora iba a ser difícil por los problemas que habían tenido. Lo de Sánchez había que volver a plantearlo, de hecho la reunión que íbamos a tener con Ramón era para charlar quiénes volvían y quiénes no.

-Y él les dijo: “Hagan lo que quieran, porque yo me voy”.
-Exacto, algo así (risas).

-¿Cómo manejaron a Teo Gutiérrez, que no parecía tener muchas ganas de seguir?
-Teo tuvo unos días más de vacaciones por haber jugado el Mundial y después se produjo algún teléfono descompuesto por una deuda que él manifestaba. River estaba al día, pero había recibido promesas de la anterior conducción no aclaradas con el grupo empresario dueño del 50% del pase. Cuando volvió, tuvo una charla muy seria con Marcelo: él necesitaba saber si iba a contar con él o no, si tenía ganas, le pedía una definición rápida. Después Teo tuvo una reunión del mismo calibre con Enzo y ante la alternativa de una venta probable fue cuando intentamos por Pratto. Una operación estaba atada a la otra, pero cuando nos sentamos y Teo manifestó que estaba muy cómodo en River, se encarriló todo.

Imagen PATANIAN (45) con Enzo, las personas en quienes confió el presidente de River para manejar el fùtbol.
PATANIAN (45) con Enzo, las personas en quienes confió el presidente de River para manejar el fùtbol.
-¿No se quedaron cortos con el plantel, sobre todo en ofensiva?
-Cada posición ha sido reemplazada nombre por nombre: Sánchez por Carbonero, Ponzio por Ledesma, Pisculichi por Lanzini, Mora por Cavenaghi, Chiarini por Chichizola, Tomás Martínez por Fabbro.

-¿A quién se le ocurrió traer a Pisculichi?
-Cuando íbamos en el micro hacia la cancha de All Boys, en el torneo pasado, mirábamos Boca-Argentinos con el presidente y vimos el golazo que metió Pisculichi sobre la hora y empezamos a prestarle mucha atención. Al llegar, Marcelo nos dio los nombres de Chiarini y Pisculichi. Por su experiencia y calidad, cuando Marcelo nos habló de él, inferimos que se iba a poner la camiseta de River con naturalidad. Me gustaría remarcar algo: en nuestros dos mercados gastamos en fichajes 1 millón y medio de pesos por Chiarini. Sólo eso. Las otras tres incorporaciones llegaron con el pase en su poder: Cavenaghi, Urribarri y Pisculichi.

-¿Qué es lo que más te llamó la atención de Gallardo?
-Su profesionalismo y personalidad a la hora de tomar decisiones. Con su cuerpo técnico prepara cada entrenamiento como si fuera un partido.

-Si viene el de arriba y te dice: “van a ganar uno de los tres torneos que disputan”, ¿firmás?
-No. Yo me crié en la San Martín baja y me enseñaron que tengo que ganar todo lo que se juega.

-¿Cómo se van a parar frente a las ofertas que habrá por jugadores de River en diciembre si el equipo mantiene este nivel?
-De la misma manera en que nos paramos en este mercado, cuando todos decían que River se iba a desmantelar y no fue así. De hecho, Balanta vino muy nombrado y nos plantamos porque no nos convenció ninguna oferta. Por otro lado, el mercado fuerte de Europa es el de julio, no el de diciembre. Nos plantaremos con la misma firmeza y decisión, y si hay una oferta que le cambie la vida a River y al jugador, estudiaremos si tiene reemplazo.

-¿Te sorprende cómo está jugando River?
-Más que sorprenderme, la frase justa es que me emociona y me llena de orgullo. Estoy muy feliz por nuestros hijos que empiezan a saber de qué se trata River Plate.

Por Diego Borinsky