Las Entrevistas de El Gráfico

Sebastián Domínguez, 100x100: "el fútbol premia más al que se pone el casete que al que dice la verdad"

El defensor de Vélez habla de su pasión por Bielsa, cómo su padre se fue de Newell´s porque no le querían pagar el tratamiento a Messi, su bronca por las declaraciones de Ortigoza, la Selección y su futuro.

Por Diego Borinsky ·

19 de septiembre de 2014
  Nota publicada en la edición de septiembre de 2014 de El Gráfico

Imagen SEBASTIAN en la Costanera Sur, a un par de cuadras del departamento donde vive, con look rockero.
SEBASTIAN en la Costanera Sur, a un par de cuadras del departamento donde vive, con look rockero.
1 ¿Desde cuándo tocás la guitarra? Desde  2001. Le cambié a un primo una camiseta de Newell’s por una guitarra vieja y la mandé a arreglar. Un amigo tiene un grupo, Chicos Vaca, y toqué varias veces con ellos.

2 ¿Hacés la gran Pipino Cuevas y tocás en la concentración? Llevo mis cosas, pero lo hago en mi habitación, sin llamar la atención, para desconectarme en la previa, que me consume más energía de lo que debería. Juego tanto el partido en la cabeza que a veces llego agotado y no lo disfruto.

3 Es una terapia. Marcelo Márquez, el psicólogo que teníamos en Vélez, cada vez que entraba a mi habitación y me veía tocando la guitarra, me decía: “Me quedo tranquilo porque estás descargando, así llegás bien al partido”.

4 ¿Otro instrumento? La armónica fue el primero. Arranqué en cantobares en el 2000, cuando estuve en Talleres de Córdoba. Paraba en una zona de estudiantes, no jugaba, y solía terminar en algún bar tocando la armónica o cantando, de caradura.

5 Tema de cabecera. Y… “Tan solo” de Los Piojos garpaba, con esa robaba bastante, después seguí con La Renga, Bob Dylan. Siempre traté de entrar a la música pero no lo conseguí. Me convencí con el tiempo de que es un hobby, y lo disfruto, no da para más que eso.

6 El rock pierde fácil con la cumbia en el fútbol, ¿no? El rock tendrá un 20 o 30 por ciento de adhesiones en el fútbol, “esa música que te gusta a vos”, como me decían varios. En Estudiantes había un vestuario muy rockero por la música que ponían los utileros, desde Spinetta hasta Soda Stéreo pasando por Los Redondos. Fue el vestuario más rico en lo musical.

7 Tu ranking musical. Mi gusto por la música arrancó en las tardes en que mi viejo se bajaba dos termos de mate escuchando Pink Floyd y Génesis al palo, nuestro departamento en Rosario era muy chico, así que lo que sonaba, se escuchaba sí o sí. Mi vieja era fanática de Los Beatles y un amigo más grande escuchaba a Queen, esas fueron las primeras canciones que retumbaron en mi cabeza.

8 ¿Tu mamá no se quejaba? Mi vieja, pobre santa, se acostumbró a vivir con todos: con mi hermano y yo, que éramos dos indios, y con mi hermana, que llegó después.

9 No me diste tu ranking. De rock inglés, Los Beatles, Los Rolling, The Who, AC/DC, Metallica, Queen. Y de nacional, la banda que voy a ver cuando puedo es Divididos y la que más me introdujo al rock, Los Redondos.

10 ¿Tu papá jugó al fútbol? Mi viejo era central, como yo. Andaba bien en la Selección de Entre Ríos y se fue a probar a Estudiantes en la época del Tata Brown, pero mi abuelo quería que estudiara y no firmó su ficha. Luego, mi viejo me volvió loco a mí con la escuela, de hecho han venido a casa técnicos como Chiche Lutman a tocarme el portero para que me dejara ir a jugar, y mi viejo no me dejaba porque me iba mal en la escuela. Al final la terminé y arranqué con Arquitectura, aunque luego dejé.
 
11 ¿Por qué dejaste? Porque me desgastaba. No sé si es tan compatible, porque si vos le querés dar seriedad a la carrera, perdés horas de sueño, perdés tiempo que los mismos chicos que compiten con vos lo están usando para descansar o para ir a algún gimnasio.

12 ¿Por qué te criaste en Rosario? Yo nací en Buenos Aires, mi mamá es de San Lorenzo, Santa Fe, y mi viejo de La Paz, Entre Ríos. Los dos eran empleados del Nuevo Banco de Santa Fe, los mandaron para acá y cuando yo tenía 4 años, los transfirieron a Rosario.

Imagen El SEGUNDO desde la derecha, parado, en inferiores rojinegras
El SEGUNDO desde la derecha, parado, en inferiores rojinegras
13 ¿Laburaste de pibe? Hice panchos en “Pancho López”, que arrancó siendo un carrito, después un local al lado del boliche Contrabando y al final tuvimos la barra en el boliche para hacer panchos y servir tragos. Era el más concurrido de Rosario, entonces laburar ahí era una excusa para ir al bailar. Mi viejo no me daba un mango, de hecho he ido caminando 40 cuadras, entonces con los panchos tenía la entrada al boliche y me ganaba unos mangos. De otra manera, era imposible.

14 ¿De quién eras hincha? Mi viejo era de River y quería hacerme a mí, me llevó una vez al Monumental a un amistoso por la venta de Troglio y Caniggia a Italia. Encima, agarramos la racha del 87 al 91, un equipo espectacular que ganaba siempre, y nos hicimos todos de Newell’s.

15 ¿Tu ídolo? Esperábamos al Tata Martino, que salía último del vestuario. Mi viejo siempre me recalcaba: “Cuando juegues al fútbol en Primera, tenés que acordarte de llegar primero e irte último, como el Tata”. Y al final pasó, porque siempre trato de llegar temprano e irme al final. Intento disfrutar, la carrera pasa rápido.

16 ¿Por qué no jugaste ni un partido en Talleres? Ya había debutado en la Primera de Newell’s, nos citó un representante que nos había comprado a mí, a Maxi Rodríguez, Ponzio y Rosales, y nos dijo que nos tenía ubicados en Italia, pero nos iba a llevar seis meses a Talleres para mostrarnos más. Hoy, si me dicen una cosa así, me cago de risa, pero en ese entonces éramos jóvenes e íbamos detrás de la zanahoria, como el burro. Llegamos a Córdoba y nos mandaron al Chateau, los jugadores entraban y con Maxi estábamos los dos sentaditos afuera con los botines en la mano. De repente entró Jota Jota López, el técnico, y pasó de largo. Quizás pensó que éramos pibes que habíamos ido a jugar al parque. Después nos dijo que nadie le había comentado nada. Ese día trotamos y después entrenamos en la Reserva. Con Newell’s estaba todo bien, según nos dijeron, pero parece que no, y no nos dejaban jugar.

17 ¿Y el representante? Lo llamábamos y nos decía “mañana los habilitan”, “mañana los habilitan”. Y nada. Estuve 8 meses. Eramos pibes, estábamos mal asesorados, en pelotas.

18 ¿Quién es Sebastián Domínguez? ¡Qué sé yo! Un tipo honesto y calentón. Los que me conocen se terminan dando cuenta de que soy bueno, ingenuo a veces. Me costó mucho madurar, recién le encontré la vuelta al profesionalismo a los 24, cuando mis amigos de división ya habían sido vendidos.

19 ¿En qué te faltaba madurar? En absorber las presiones, en vivir para el fútbol, en entender los descansos, en estar metido los 90 minutos, en que no te importe si te fue a ver o no tu viejo, si está o no tu novia en la platea, en si te putean o no. El clic lo hice con Gallego en 2004. El Tolo me dio mucha confianza, hay un antes y un después de mi carrera con él.

20 ¿Por qué? Yo venía jugando como volante central sin mucho éxito y estaba por quedar libre. Habíamos hecho un par de test físicos y me habían dado muy bien. Entonces el Tolo decía: “El mejor en tal cosa fue Domínguez, muchachos”, y yo al principio me reía, después me daba vergüenza y más tarde me di cuenta de que me valoraba. Un día me agarró mano a mano. “¿Vos te querés ir?”, me preguntó. Le dije que no sabía. Yo no había hecho un mango, no me terminaba de ir bien en el fútbol, no sabía si iba a poder despegar. A los 17, 18 años era importante dentro de mi categoría, pero después era intrascendente.

21 ¿Cómo te cambió? Me dio la cinta, creyó en mí. Me dijo: “Quiero que seas el capitán del equipo; por las necesidades que tiene el club, con 6 meses buenos sos una opción de venta segura”. Y fui capitán, jugué 6 meses, salimos campeones y me vendieron. Tremendo ojo clínico del Tolo. Y nunca lo contó él, jamás se colgó esa medalla. Cuando en alguna nota nombro a otro entrenador, si nos cruzamos en la cancha, me abraza y me pasa factura.

22 ¿Ese año empezaste a dar charlas técnicas? Sí, en 2004. Decía lo que sentía antes de salir a la cancha, tampoco demasiado rebuscado. A veces las escribía y otras me salía naturalmente. Lo que sí, para decir una pavada del estilo “entremos concentrados”, no decía nada.

23 ¿Eso no le quita autoridad al entrenador? Para nada, no son charlas tácticas, sino entre compañeros para darse fuerza. Un momento íntimo de los jugadores. Por ahí duran dos minutos y son espectaculares y otras duran 15 y se están mirando todos como diciendo “¿cuándo deja de hablar este tipo?”. Trato de ser lo menos pesado posible.

Imagen FESTEJO con Newell´s campeón en Independiente junto a Manso y Belluschi.
FESTEJO con Newell´s campeón en Independiente junto a Manso y Belluschi.
24 ¿Es cierto que te pusiste a llorar en una charla? Fue en el partido final contra Independiente, que podíamos ser campeones. Traté de apuntar a los sueños que teníamos, a que nos costaba todo un huevo, a que éramos chicos que jugábamos por el sueldo mínimo de inferiores. Estábamos muy emocionados, al punto que en la charla dije “¡Qué mejor para el Mago y el Burrito retirarse así campeones!” y cuando estábamos saliendo a la cancha pasaron Capria y Ortega y me dijeron: “¡Hijo de puta, nos retiraste!”. Estaba superado por la situación.

25 ¿Cuánto tiempo tu papá dirigió a Messi en Newell’s? Dos años. De hecho, mi viejo le fue a pedir a Eduardo López la plata para el tratamiento de Leo, y como no se la dieron, decidió irse del club. En realidad, ya venía cruzado con López y eso lo terminó de empujar. Yo tengo el recuerdo de ver a mi viejo muy triste por 6 o 7 meses. Nunca terminó de digerir su salida. A mi viejo lo he visto hacer conos con 300 capas de papel maché, armar estacas con palos de escoba, era un tipo que vivía así para el fútbol. Para él, los jugadores eran sus hijos. Nosotros, sus hijos, a veces le reclamábamos el cariño que les daba a sus jugadores.

26 ¿Ya se veía que Messi pintaba para crack? Hacía diferencia, algunos apostaban que podía ser un gran jugador, pero nadie imaginó la dimensión que tomaría. Yo tuve compañeros de la categoría 80 que creí que serían capitanes de la Selección y no llegaron a Primera.

27 ¿Por qué? Porque por ahí a los 14 años se desarrollaron físicamente más rápido que el resto y después cuando se equipara todo llegan las presiones, los quilombos de la casa. La adolescencia. No todos reaccionan igual.

28 ¿Ibas seguido a ver partidos de Messi en inferiores? Muchos. Había un pacto entre los clubes de esa época: con 6 goles de diferencia suspendían el partido para que los chicos no se pusieran mal. Había categorías de Newell’s que metían 15 goles si los dejabas, por eso mi viejo les pedía que hicieran 5 y pararan, para que pudieran entrar los suplentes. Al quinto gol empezaban a tocar para los costados.

29 O sea que cuando Messi debuta en Barcelona, vos sabías bien quién era… Claro, aparte yo había jugado con Rodrigo, el hermano mayor de Leo. Era un calesitero tremendo: te pasaba 70 veces y capaz que erraba un gol para tirarte un caño más. Era recontra habilidoso, había muchos chicos que andaban bien.

30 ¿Tu viejo matiene contacto con Messi? Con Jorge, el papá. Incluso le ha mandado la camiseta del Barcelona. Con Leo ha salido el tema, igual con Maxi, al que también tuvo mi viejo. Sentía un afecto especial por ambos.

31 ¿Cuando te reencontraste con Messi en la Selección hablaron de esa época? Una vez, en la Selección, llevé una foto y le pregunté: “¿Te acordás de esto?”. Era una foto de la famosa categoría 87 que dirigía mi viejo (ver foto en página 38). Estaba Leo con sus compañeros y yo, que ya jugaba en Primera y había ido a ver el partido. “¿Ni te acordás de esta foto, no?”, le dije. Agarró y me los nombró uno por uno y me dijo qué estaba haciendo cada uno. “¿Y vos te acordás de lo que pasó ese día?”, me retrucó. No sabía de qué me hablaba. Me contó que habíamos jugado un torneo por penales, que lo había ganado él y que yo le había dado el premio: 2 Coca-Cola. Como yo ya jugaba en Primera, les regalaba Cocas. Mirá por lo que jugábamos. ¡Y mirá la memoria de este pibe!

32 Antes te definiste como “calentón”, ¿en qué situaciones? Me enojan las injusticias. Conmigo, con mis amigos, con mi familia, ahí soy lechita hervida, son 5 o 10 minutos en que si no pienso, hago un desastre.

33 Un ejemplo. No me gustan las patadas alevosas en las prácticas de compañeros más grandes a más chicos. No soy de irme a las manos seguido, sí soy de reputearme y luego pedir disculpas y reconocer que me equivoqué. Es algo con lo que peleo cotidianamente: ser más cerebral y elegir mejor las batallas, no querer tener siempre la razón. Son aspectos de mi personalidad con los que más conflicto tengo.

34 ¿Te agarraste varias veces con un compañero? Sí, pero no te voy a dar nombres, porque a mí no me gustaría que lo cuenten. En Corinthians había quilombo cada dos días, pero ahí separaba. En general es por alguna patada en la práctica. Cuando empiezo a tener ascendencia en el grupo y a tomar decisiones, eso implica frenarle el carro a alguno y ahí puede haber cruces.

35 ¿Cuál es el abc del defensor central? La lectura del juego. Está el dilema entre el defensor rápido y el tiempista. Si corrés 100 metros, no existe gran diferencia entre todos los defensores. El tema pasa por cómo se procesa la jugada. Si un delantero es más rápido que vos y no lo leíste al segundo movimiento, te va a hacer lucir lento todo el partido, falto de timing y si lo leíste bien, te hará parecer que vas a la velocidad de él. Hay chicos con grandes condiciones, pero van a marcar a un delantero que juega hace 5 años en Primera y no lo conocen, y hay otros defensores más limitados, pero que viven para el fútbol, y así disimulan sus falencias. Creo estar en ese segundo grupo. A mí todo me costó un huevo.

36 El mejor central que viste. Samuel me gustaba mucho, lo seguí de chico en las inferiores, hasta me prestaba botines.

37 ¿Cuál es tu principal virtud? Me considero un jugador inteligente para leer el juego y ocupar diferentes posiciones. Le presto mucha atención a los detalles.

38 ¿Y tu mayor defecto? A veces me confío demasiado. También, como persona, pienso demasiado las cosas: si hice esto por qué no hice lo otro, me enrollo y al final me cargo demasiado y me hace tomar decisiones equivocadas, aún en el campo. Medio rebuscado.

39 ¿Sos de hablarle al 9 rival? Trato de hablar lo menos posible. Soy tan verde, que siempre que le hablé a algún rival me terminaron expulsando. Me encantan los jugadores que cuando los puteás te miran y no te dan ni cinco de bola. Es la manera ideal de reaccionar.

40 El rival que te hizo pasar más vergüenza. Lobo Cordone en Newell’s-Vélez de Reserva. Me volvió loco, no lo agarré ni una vez.

41 ¿Cómo hiciste para empezar a meter goles de tiro libre ya de grande? De chico no pateaba bien, pero así como agarré la guitarra, de grande empecé a probar. Me quedaba dos veces por semana pateando de diferentes lugares y me di cuenta de que la clave pasa por dónde ponés el pie y por dónde le entrás a la pelota: un centímetro de diferencia en el lugar del impacto son 10 metros arriba del travesaño.  En Brasil le perdí miedo a la vergüenza, luego en Estudiantes no le di bola porque estaban Verón, Benítez, Sosa, se tenían que morir cinco para que pudiera patear (risas).

42 ¿Qué te enseñó Simeone? Si sigo ligado al fútbol, ojalá pueda tener la oportunidad de verlo entrenar un mes. Lo tuve hace 7 años y ya se notaba que era supercompleto y con una capacidad de superación increíble. Es un tipo que está todo el tiempo pensando en mejorar. En 2007 ya era una bestia: el lunes le prestaba un poco el equipo al profe y empezaba a laburar el partido y a vos te generaba un compromiso impresionante. Te daba tantas herramientas que era imposible no hacer un buen partido.

43 ¿Qué cosas puntuales te mejoró? Me cambió la concepción del juego. Por mi inmadurez, sobraba muchas jugadas o no me preparaba como debía en la semana.

Imagen DEBUT oficial en la Selección, ante Brasil por eliminatorias (2009) en Rosario, triste 1-3.
DEBUT oficial en la Selección, ante Brasil por eliminatorias (2009) en Rosario, triste 1-3.
44 ¿Cómo recordás tu debut en la Selección? Una locura. En una semana recibí el llamado de Diego para jugar el partido más difícil de las Eliminatorias, en la cancha del archirrival al que me enseñaron a odiar toda la vida y con un plantel en el que no conocía a casi nadie. Me tuve que poner la camiseta y jugar. Así salió. Dentro de lo mal que jugamos, no considero haber sido el peor. No me cargué la mochila de más, pero fue una decepción muy grande: había soñado ese debut de otra manera.

45 ¿Te temblaron las patitas? Asustado no, pero sí entré con ese sentido de responsabilidad que te hace pesar las piernas 100 kilos, porque no había tenido manejo de esas emociones antes, ni siquiera un amistoso. Me llegó con 29 años, sin haber formado parte de otro proceso, y con la clasificación en duda.

46 ¿Con Bielsa hablaste alguna vez? Coincidimos en algún amistoso y me derretí. Es un tipo al que tengo ganas de abrazar, y matarlo a preguntas cuatro horas, alguien al que le pediría una foto. Lo hice con Francescoli en el partido homenaje al Burrito Ortega. “Por favor, no sólo por mi viejo, sino por mí, saquémonos una foto”, le pedí y después me lo encontré y se acordaba. “La foto la tiene Leo, pedísela”, me dijo Enzo. ¡Un crack!

47 ¿Te pusiste nervioso cuando el Bambino te nombró capitán de Newell’s con 22 años? No es fácil esa responsabilidad, pero en ese momento había jugadores de mucha experiencia y tuve la suerte de que me ayudaran: Passet, Maidana, el Mago Capria, después el Burrito, me apoyé mucho en ellos.

48 ¿Quién te cautivó a vos como líder? Verón. Era muy evidente la diferencia cuando estaba él en la cancha y cuando faltaba. Era totalmente distinto. También recuerdo mucho a Jorge Priotti porque era muy bueno, se preocupaba por nosotros. Del liderazgo de ese tipo lo que sacabas era no putear nunca a un compañero, siempre ayudarlo. A mí me cuesta a veces porque me sale la puteada fácil.

49 ¿Ser hincha de Newell’s, como de Central, es una enfermedad? Y… es complicado. Es un River-Boca comprimido en una ciudad de un millón de habitantes. Para los chicos que veníamos del club, vivir el clásico era complicado, los que venían de afuera lo vivían distinto. Es muchísima la presión, al fin de cuentas, por un partido de fútbol. Una locura.

50 ¿Qué rescatás de tu experiencia en Corinthians? Un fútbol que de mitad de cancha para adelante es muy competitivo y lo sufrimos los defensores. Técnicamente es bueno y físicamente, duro, porque los delanteros de raza negra son rápidos y potentes. Me exigió, me formó, me sirvió mucho.

51 ¿Los brasileños nos quieren o no? A nosotros no nos quiere nadie, no sólo los brasileños (risas). Nosotros nos queremos más que nadie, pero a nosotros no nos quiere nadie. Era raro ver un argentino en Brasil como a un brasileño en la Argentina: alguno me reputeaba y otros me decían “al argentino lo queremos porque va al frente y tiene huevos”.


52 ¿El campeonato brasileño es muy resultadista también? Hay un gran poder económico, así que todo es resultado y si encima se trata de un club grande como Corinthians, es parecido a la Argentina.

53 ¿Leao tiene fobia a los argentinos? El declaró que ante igualdad de condiciones, se quedaba con un brasileño. A mí me suena a excusa. A mí me había llevado Tité, el que ganó la Libertadores con Corinthians a Boca, un tipazo excepcional, tácticamente impresionante. Una vez entró puteando al vestuario el gerenciador del club y el tipo le frenó el carro delante de todos. Se tuvo que ir, yo era el único que había jugado los 18 partidos, llegó Leao y no jugué ni un minuto más.

54 ¿Te dijo algo? Nada. Como en todo laburo, vos sabés el que te quiere, el que no y el que te hace cosas para que reacciones. A mí me buscó de todas maneras, pero yo no reaccioné.

55 Por ejemplo… Hacerme precalentar 90 minutos y dejarme sin entrar. Pero yo no salté y cumplí el contrato. Una vez le pregunté si había algún problema extrafutbolístico conmigo y me dijo que no, que era sólo futbolístico.

56 Para ir al Corinthians fuiste comprado por el grupo empresario de Kia Joorabchian, ¿recomendarías esa experiencia? Lo que pasa es que esos grupos empresarios tan grandes tienen muchos contactos afuera, entonces con un buen torneo, recibís ofertas de varios clubes. Es similar a lo que hacen los representantes. Hace cinco años yo no tengo representante y sé que en un punto quedás afuera del medio.

57 ¿Por qué no tenés representante? Tengo una relación excelente con los chicos que me acercaron a Vélez, Marcelo Trapasso y Federico Simonian, pero yo me siento en condiciones de ir a hablar para arreglar un contrato. También acepto que es muy, pero muy difícil que te llame un presidente de club o un entrenador y te diga “quiero que vengas a jugar”, te cierre los números y listo.

58 ¿Los representantes son un mal necesario? No sé si un mal, porque así como no generalicé con la sociedad brasileña no lo haría con los representantes. El fútbol es un negocio superredituable y en ese engranaje hay buenos y malos. También hay muchos chicos que necesitan tener a alguien que los aconseje.

Imagen EN EL AMERICA de México jugó un año y fue dirigido por Ramón Díaz. No anduvo muy bien pero se dio el gusto de meter un gol en el clásico contra las Chivas en un estadio Azteca repleto.
EN EL AMERICA de México jugó un año y fue dirigido por Ramón Díaz. No anduvo muy bien pero se dio el gusto de meter un gol en el clásico contra las Chivas en un estadio Azteca repleto.
59 ¿El América de México es tan monstruoso como se dice? Corinthians es mucho más popular, el América es un club elitista, de muchísimo poder económico, y eso se percibe desde el primer día. Si jugaste mal un partido, capaz que viene alguien de Televisa y te pregunta por qué, no desde un lugar futbolístico, sino como si fueras un empleado más. Lo jodido del América es la pelea entre Televisa y TV Azteca; en el medio quedan los jugadores.

60 Jugar en el Azteca… Hermoso. Encima a mí me tocó hacer un gol en el clásico con Chivas con 115 mil personas. Inolvidable.

61 ¿Estuviste cerca de ir a River o Boca alguna vez o fue todo runrún? Me he juntado y hablamos de contrato, pero hay pasos posteriores que dar y a todos los clubes que vinieron yo sólo les pedí que fueran prolijos con Vélez, que no hicieran ninguna chanchada.

62 ¿Qué sería una chanchada? Algo que implique un daño a Vélez. Si vos te sentás y Vélez te pide 10 palos, voy yo a hablar con el presidente de Vélez para decirle que está loco; ahora, si te dicen “queremos que vengas sin cargo”, les diré “están meando fuera del tarro”.

63 ¿Bianchi te habló este año para que fueras a Boca? Tuve un acercamiento, pero como no me considero un jugador intrascendente, si les pido a mis compañeros compromiso con el proyecto para crecer juntos, no puedo irme de un día para el otro, tiene que darse algo muy favorable para todos. Y no se dio.

64 ¿Vélez se parece a Suiza en algún punto? No. Somos un club con los mismos problemas y urgencias que el resto. Con un éxito deportivo diferente, porque en los últimos 6 años fuimos el equipo que más puntos sumó y el que más goles metió, es un club que sostuvo un entrenador por cinco años y cuando se fueron jugadores, trató de tener otros con cierto nivel de competencia para reemplazarlos pero... estamos en la Argentina y hay un montón de cosas por mejorar. A la Villa Olímpica da gusto entrar, pero de ahí a ser Suiza…

65 ¿Seguís siendo fierrero? Lo era, ya se me pasó. Me he subido a un auto de carrera sin cinturón, agarrado entre la batería y los caños. Una vez me pegué un palo tremendo, iba rápido, me tocaron de atrás y di como 300 vueltas. Fue una manera de poner un freno. Ojo: hice picadas en el circuito, pero jamás por la calle ni incitaría a nadie a hacerlo. Aparte, si me jodo yo solo por salame, es una cosa, pero incluir a terceros no me lo perdonaría.

66 ¿Leés? Estoy algo vago, pero me gusta. Arranqué de grande, mi primer libro fue Capitanes de la arena, de Jorge Amado, y de ahí fui buscando otros autores. Soy novelero y de vez en cuando voy por algo de historia y política.

67 ¿Tus autores preferidos? Bradbury, Cortázar, Borges, si tengo ganas de leer algo que me atrape en el momento, leo un cuento de Sacheri. Me gustan muchos escritores.

68 Un periodista deportivo. Me gusta cómo explica Latorre situaciones dentro de la cancha. También, la caballerosidad de Quique Wolff y escucho a Varsky. Los tres se expresan muy bien y eso me parece importante. Después, Mariano Closs es un relator impresionante, se anticipa un segundo al resto.

69 ¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión? Competir contra chicos más jóvenes, ayudarlos y compartir su crecimiento, qué sé yo, ser un deportista de elite, por eso en las convocatorias a la Selección siempre traté de chupar todo como una esponja.

70 ¿Y qué es lo que menos te bancás? No tener tiempo, no poder viajar a Rosario para estar con mis amigos, o tener que faltar a los eventos de mi hija. A Victoria, mi mujer, la conozco desde los 18 años, compartí muchas cosas de su carrera, los esfuerzos para ser médica pediatra, tuvo que poner su carrera en segundo plano, después nació Emilia, y el no estar con ellas me complica.

71 ¿Te cuesta relacionarte con los más pibes, que vienen tan distintos? No, porque yo puedo ser compinche con algunos y a otros los acompaño en la parte deportiva y punto, no fuerzo esa relación. Si me necesitan, estoy.

72 ¿Alguna vez tuviste ganas de darle un sopapo a uno? Cambió mucho, sobre todo en el respeto y la admiración que se les tenía a los grandes. Se perdió eso de sentarte a escuchar a tu abuelo, eso de querer ser como tus viejos, o parecerte a un hermano mayor. Se perdió en muchos ámbitos y en el fútbol, con la fama y la guita, se potencia.

73 ¿El fútbol es un medio hipócrita? Es un ambiente que premia al que se pone el casete y castiga al que dice la verdad. Por eso, también, tenemos este fútbol controversial, con miles de cosas para mejorar. Preguntame de política, educación y vale la misma respuesta. El problema somos los argentinos, y hasta que no cambiemos nosotros, no van a cambiar los políticos, ni los dirigentes del fútbol, ni los futbolistas. Es un problema de educación, de los valores que se transmiten.

74 ¿Qué cosas se te ocurren para mejorar el fútbol argentino? A mí me gustaría, antes de retirarme, jugar un torneo normal de 38 fechas, como en Europa. Nunca pude. Me hubiera encantado que le metiéramos 7 goles a Alemania, pero que un modelo como el alemán dé como resultado final una Copa del Mundo me parece muy bueno. Esto debería ser un cambio supergradual, pero el problema es que no veo que haya un puntapié inicial, desde la violencia en el fútbol, la educación de los entrenadores de chicos, la formación de los juveniles.

Imagen REFLEXIVO, en su departamento de Puerto Madero. Tiene 34 años, le quedan dos de contrato con Vélez, y no tiene en claro cuánto más va a jugar.
REFLEXIVO, en su departamento de Puerto Madero. Tiene 34 años, le quedan dos de contrato con Vélez, y no tiene en claro cuánto más va a jugar.
75 ¿Cuando declarás decís siempre lo que pensás o te ponés el casete para evitar problemas? El 95 por ciento de las veces digo las cosas que pienso; cuando no lo hago es porque creo que puedo perjudicar a terceros y ahí me pongo el casete y no digo nada.

76 ¿Quién tiene más hinchas: Newell’s o Central? Te tendría que decir “Newell’s es toda la ciudad menos unos pocos” o cosas del estilo pero la verdad es que yo no odio a Central y me gustaría que viviéramos en un país donde yo pueda decir “somos mitad y mitad y elijo ser de Newell’s y me pongo contento cuando le ganamos a Central” y se termina ahí, y que esto no sea una ofensa para el hincha de Newell’s. Pero si acá no decís “somos los mejores, los más lindos, los más buenos”, sos un traidor.

77 En los últimos años Newell’s le sacó mucha ventaja a Central en títulos y en nombres: Bielsa, Martino, Messi… Me parece que a partir de Lucas Bernardi, y hago foco en él porque lo conozco y sé cómo se maneja y lo que pretende, y cómo él proyecta un objetivo y a partir de ahí va todos los días laburando para conseguirlo, a partir de Bernardi, digo, me parece que Newell’s tiene un proyecto interesante desde inferiores hasta la Primera en la formación de la gente que labura en el club y en ese cariño que se le toma a la institución. Lucas es la constancia, el tipo que cuando todos bajan un poquito, mantiene la línea y termina mostrando el camino. Es el tipo que Newell’s no debe perder en los próximos 10 años.

78 ¿Hablás con Bassedas? Claro, Christian fue el que apostó por mí. Me une una relación de respeto y cariño. Me gusta acompañarlo y que nos ayudemos mutuamente.

79 Vélez vendió mucho, ¿este torneo se va a complicar pelear arriba? Lo asocio al campeonato del 2012, cuando se fueron 5 titulares y terminamos campeones. Tenemos muchos chicos a quienes se les va a acelerar el proceso de adaptación y maduración, tendremos que acompañarlos. Estos chicos van a tener que equivocarse y reponerse de esos errores en el momento en que son titulares, no peleando desde atrás, y no es la misma responsabilidad. Ahí es donde el torneo se nos puede hacer pesado, donde debemos saber administrar las emociones, ojalá los grandes podamos ayudarlos para que este torneo no sea de transición, sino de competencia.

80 Sería el último torneo corto, después se vienen los 30 equipos y allí será más complicado ser campeón… Todavía no tengo mucha idea de cómo será el campeonato, y no me da vergüenza decirlo. Dentro de la lógica del fútbol mundial, otra vez estamos haciendo algo fuera de lo común.

81 ¿Qué proponés? Estaría bueno que en algún momento se nos pregunte a nosotros, que voten los jugadores, los socios y los dirigentes, y que a partir de ahí se saque la conclusión de qué torneo es mejor para la mayoría. No quiero retirarme sin jugar un torneo de 38 fechas como en cualquier parte del mundo.

82 ¿Qué sentiste cuando te enteraste de que tendrán que jugar un eventual desempate con Boca para entrar en la próxima Libertadores? Más de lo mismo, otra desprolijidad que nos describe como organización. No sé si alguna vez estuvimos clasificados o no, pero obviamente si hay que jugar, lo jugaremos y trataremos de ganarlo.

83 ¿La última bola de Allione del año pasado la sacó el Papa Francisco? Mirá: en 2012, contra All Boys, nos pegaron dos tiros en los palos, metimos un gol y a la fecha siguiente fuimos campeones, pero sacando ese caso, no tengo dudas de que en Vélez son muchas más las veces que quedamos afuera de forma insólita que de las otras. Recuerdo las eliminaciones en las Copas con Peñarol, luego con Newell’s, Ponte Preta y Nacional este año, aquel partido con San Lorenzo. Por lo que hicimos en estos 6 años, podríamos haber ganado un par de títulos más, no tengo dudas.

84 ¿Pero podés creer la chance que dejaron pasar ese día, de ganarle el campeonato a San Lorenzo en la última fecha? San Lorenzo no estaba bien, nosotros veníamos en mejoría, pero no estábamos como en otros momentos. San Lorenzo sabía que con el empate le alcanzaba y estaba muy cómodo con eso y a partir de ahí nos dimos cuenta de que podíamos ser protagonistas. Son las cosas que tiene el fútbol, qué se yo, con Newell’s perdimos la última fecha contra Independiente en 2004 y salimos campeones igual…

85 ¿Te dio bronca que San Lorenzo ganara la Libertadores? Para nada. Tendríamos que poder felicitar a nuestros rivales, y punto. Por eso me calenté con Ortigoza, nosotros tenemos que bajar un mensaje. A mí no me cambia nada que gane o no la Copa San Lorenzo, a mí me hubiera gustado estar ahí, esa es la verdad. Aparte, hay una frase que charlo con los pibes: “Si deseás mierda, viene mierda”. En ese sentido, no prendo la tele con el morbo de desear que pierdan, no deja de ser un equipo argentino que nos jerarquiza.

86 Si tenés que elegir un técnico en tu carrera. Y… si no digo el Tolo, se va a ofender. El que me llamó la atención fue el Cholo: ya en ese momento hacía entrenamientos cortos e intensos, con conceptos tácticos muy claros. En realidad, hay tres entrenadores que no puedo dejar de nombrar: el Tolo, el Cholo y Gareca. Ah… y Sabella, como ayudante de Passarella… Porque Daniel era muy muy muy cabrón y nos volvía locos. Por suerte, Alejandro mediaba todo el tiempo.

87 Y si te dan a elegir para tachar a uno… Lo tengo claro. Sé quién es pero no lo digo. El técnico al que me refiero lo sabe bien porque se lo dije en la cara. No comparto absolutamente nada de nada de nada de lo que hace.

Imagen SU PRIMERA vuelta olímpica en Vélez, en 2009, apenas llegado de México.
SU PRIMERA vuelta olímpica en Vélez, en 2009, apenas llegado de México.
88 Tu día más feliz en el fútbol. Dos. El campeonato con Newell’s, porque fue el primero y en el equipo donde me formé y del que soy hincha, y el de Vélez en 2009: volvía de un año malísimo en el América, a los ponchazos, me entrené una semana antes del arranque, me puse la camiseta, jugué los 19 partidos y salimos campeones. Son las dos únicas veces que lloré en un festejo.

89 Tu día más triste. El 1-3 contra Brasil en cancha de Central, mi debut en la Selección. Terrible momento.

90 ¿Cuántos años te quedan como futbolista? Físicamente estoy bien, no me siento disminuido, pero tampoco me veo jugando hasta los 40. Conociéndome, sé que voy a entrar un día a mi casa, y le voy a decir a mi mujer “No juego más”. Y sé que a los 6 meses me voy a querer pegar un tiro en las bolas, pero será una decisión así.

91 ¿Pensás terminar tu carrera en Newell’s o lo ves complicado? No sé. Estamos que sí, que no y siempre termino en el medio, puteado por dos clubes a los que quiero mucho, una situación incómoda. Lo único concreto es que tengo dos años más de contrato con Vélez.

92 ¿Que des charlas técnicas significa que vas a ser entrenador? Estoy haciendo el curso con Papa y Sebastián Sosa, pero no lo tengo definido aún. Mi problema es el tiempo que le dedica el entrenador al fútbol, no sé si estoy dispuesto a vivir 24 horas por el fútbol. Creo en el entrenador que vive para esto, el que lee y mira todo y se prepara.

93 Y si no sos técnico, ¿qué? Siempre me gustó la formación de los pibes. Tengo en mente un proceso ambicioso que arranque desde chiquitos hasta grandes, que los pueda formar como personas, como jugador, también formar entrenadores. Veo lo que me gustaría que fuera, pero no tengo claro cómo arrancarlo ni el mecanismo.

94 Fuiste compañero de Tevez en Corinthians, ¿es complicado? Noooooo, Carlos es un tipo que podías ir perdiendo 3-0 y en el minuto 85 lo mirabas y sabías que podías empatar. Es calentón, ganador, como cualquier figura.

95 Por cuestiones futbolísticas no podés no llamarlo, sin dudas pasa por otro lado… Lo de la Selección no creo que haya sido un problema grupal puntual, pienso que Sabella notó que el grupo funcionaba bien así y no quiso meter mano. Conmigo se portó siempre bien, donde lo veo le pego un abrazo y me quedo charlando un rato. Es buena gente.

96 ¿Te gustó el Mundial de Messi? Lo que pasa es que a Leo le pedimos que haga la de Diego en el 86, y es imposible. Leo hizo un Mundial correcto, no uno excepcional, y él lo debe saber.

97 ¿Por qué no pudo desequilibrar como otras veces? Lo marcaron muy bien, y tampoco la Selección le brindó demasiadas chances de poder asociarse como en el Barcelona. Después, está siempre bajo ese estigma de ser campeón mundial como figura para decir luego que fue el jugador más extraordinario en la historia de la humanidad. Es muy cruel. Para mí, Leo ya es el mejor de la historia, pero esto es un deporte de equipo, y no se terminó de rodearlo para que encontrara los espacios.

98 ¿Qué te faltó para jugar un Mundial? Mantener el nivel. En 2013 nos tocó bajar mucho el rendimiento a todo Vélez y yo no fui la excepción. Eso me terminó sacando del Mundial, después de un 2012 en el que me había tocado estar ternado en todas las premiaciones.

99 ¿Sabella te llamó para decirte que no ibas? A Alejandro lo conocí cuando fue ayudante de Passarella en Corinthians y me sorprendió su claridad de conceptos, pero sobre todo su humildad. Cuando en el clásico de las Américas, Sabella me llamó a la habitación como capitán para comentarme algunas cosas, me contó que le costaba tomar algunas decisiones. Me pareció que, por su bondad, en algún punto sufría ser entrenador. Cuando dio la lista para el Mundial, le mandé un mensaje de agradecimiento porque no sentía que dejaba de ser parte de la Selección. También hablé con muchos de mis compañeros durante el Mundial. Me pareció conveniente que un jugador que había formado parte, acompañara, era un poco el sentido que le habíamos dado a esta Selección.

100 ¿Por qué creés que no quiso seguir? Habrá pensado que estaba agotado su ciclo, habrá estado satisfecho con el resultado y habrá visto que ya no lo ataban cosas a la Selección. Conociéndolo a Alejandro, lo veo como un entrenador de día a día, y si bien la Selección es muy seductora, no tenés ese contacto diario con el jugador. A él y a su grupo les gusta mucho el vínculo con los jugadores. Como ayudante de Passarella mediaba permanentemente, tenía una relación de compinche con los futbolistas. Y en la Selección cuesta mucho crear ese vínculo de cariño y cotidianeidad. Tal vez eso no lo terminaba de llenar.

Por Diego Borinsky. Fotos: Hernán Pepe y Archivo El Gráfico