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Mercedes en Fórmula 1: socios y rivales

Cuando este mes la F1 complete la primera mitad de su temporada, la lucha por el título quedará prácticamente signada para dos pilotos, compañeros y a la vez encarnizados adversarios: Hamilton y Rosberg, abanderados de este avasallante Mercedes AMG Petronas F1, se jugarán enteros por ser el próximo campeón.

Por Redacción EG ·

04 de septiembre de 2014
  Nota publicada en la edición de Agosto de 2014 de El Gráfico

Imagen EL 1-2 de la escudería Mercedes AMG Petronas F1 parece una constante este año, con Rosberg y Hamilton siempre en la pelea por la victoria.
EL 1-2 de la escudería Mercedes AMG Petronas F1 parece una constante este año, con Rosberg y Hamilton siempre en la pelea por la victoria.
Los dos visten los mismos colores, son asistidos por la misma escudería y cuentan con autos prácticamente iguales, pero su hambre de gloria despierta un intríngulis que hará, seguramente, que la segunda mitad de la temporada de la Fórmula Uno se torne vibrante en cuanto a la pulseada entre los Mercedes W05 Nº 6 y Nº 44 de Nico Rosberg y de Lewis Hamilton, respectivamente.
Si bien el cierre de la temporada 2013 había sido alentador, los cambios en la escudería y, fundamentalmente, las variantes reglamentarias abrían ciertas incógnitas sobre cómo se desenvolvería la propuesta del Mercedes AMG Petronas. Sin embargo, ya desde el vamos en Australia, con la victoria de Rosberg y la pole de Hamilton, se ratificó que los autos se habían adaptado muy bien a los nuevos requisitos. Y en Malasia, Bahrein, China, España y Mónaco se repitió el fantástico 1-2 que catapulta a un sitial de privilegio al equipo alemán, a la vez que desvanece cualquier intención rival por equilibrar una lucha desigual. En el callejero de Monte-Carlo, esos cinco 1-2 consecutivos igualaron el récord de Ferrari en 2002, con Michael Schumacher y Rubens Barrichello como protagonistas. Y el segundo éxito seguido de Nico también hizo ejercitar la memoria para recordar que su papá Keijo lo logró en 1983 con un Williams. Los únicos padre e hijo vencedores en el trabado trazado monegasco.

En Canadá renacieron los Red Bull, con el éxito de Daniel Ricciardo y el tercer puesto de Sebastian Vettel, pero ni siquiera ahí Rosberg, con su segundo puesto, resignó puntos. Y cuando llegó el turno del Red Bull Ring, que significó el regreso de Austria como anfitrión de un GP, Mercedes volvió al contundente 1-2, más allá de que un trompo en la clasificación había relegado a Hamilton a la quinta fila, y de que Rosberg partía desde el tercer lugar. Y en Silverstone, el inglés volvió al éxito en su casa y el alemán abandonó (problemas en la caja de cambios)cuando estaba a la vanguardia, luego de haber hecho la pole.

Los números revelan en Constructores un abrumador dominio de Mercedes, con 326 puntos, escoltado a la distancia por Red Bull, con 168, y Ferrari, con 106. Y en el Mundial de Pilotos, Rosberg marca el camino con tres primeros puestos y cinco segundos lugares, un total de 165 puntos; seguido por Hamilton, con cinco victorias, dos segundos puestos y dos abandonos, y 161. Esas 4 unidades de diferencia, con las que quedaron luego del GP británico, serán el alimento permanente de la lucha entre ambos en las carreras que quedan por delante. Muy lejos y ya casi sin chances a esta altura del año de aspirar a pelear por el título se ubican Ricciardo (98 puntos), Fernando Alonso (87) y el último campeón, Vettel (70).

Imagen LA SABIDURIA de Lauda al servicio de Mercedes, para apuntalar, en este caso, a Rosberg.
LA SABIDURIA de Lauda al servicio de Mercedes, para apuntalar, en este caso, a Rosberg.
¿Entonces? Si la sociedad Rosberg y Hamilton parece inastillable en conjunto, porque en la escudería Mercedes todo funciona a la perfección, sólo queda abierta la posibilidad de que en la faz individual ellos brinden de aquí en más batallas sin tregua en busca de convertirse en el próximo campeón.

Los cortocircuitos entre Rosberg y Hamilton afloraron en el glamour monegasco, pero un freno a tiempo de quienes los dirigen resultó oportuno para no deslucir todo lo bueno con reacciones inapropiadas y poco profesionales. El moreno inglés ya sabe lo que es la experiencia de convivir con el enemigo, cuando allá por el año 2007, en McLaren, se entabló una increíble tensión con su compañero Alonso y, con suma frialdad, Kimi Raikkonen sacó provecho de ello y se consagró campeón en la última cita de aquella temporada.

Nico y Lewis se conocen desde hace mucho tiempo e inclusive tienen la misma edad, 28 años. Apenas se llevan seis meses, ya que el inglés nació el 7 de enero de 1985 y el alemán, el 27 de junio. El hijo de Keke Rosberg debutó un año antes en el Gran Circo, allá por 2006, y ostenta 6 triunfos en su haber, tres de ellos logrados en esta temporada. En cambio, el inglés, además de ser campeón del mundo en 2008, cuenta con una extraordinaria campaña que, al conseguir cinco victorias, lo llevó este año a superar, con un total de 27, aquellas 25 que poseían nada más y nada menos que los legendarios Jim Clark y Niki Lauda.

A Rosberg no parece inquietarle demasiado que su compañero le lleve tanta ventaja en cuestión de antecedentes. De los dos, el alemán se muestra más frío y calculador, mientras que Hamilton no disimula su enojo si cree que en alguna medida lo perjudicaron.

Además de la sabiduría que puede aportar Niki Lauda, director no ejecutivo de Mercedes, que de roces entre pilotos conoce largo y tendido, la firmeza de los otros directores será clave para mantener la buena convivencia. Por eso, bien vale la declaración de Toto Wolff, uno de los máximos responsables de la estructura: “Tenemos dos conductores increíbles que son capaces de estar luchando hasta la última curva de la última vuelta para conseguir la victoria. Su batalla en pista es tan intensa y real que estoy seguro de que permanecerá hasta la última carrera de esta temporada. La rivalidad entre ellos está ahí desde el principio. Son extremadamente competitivos y tratarán de aprovechar la más mínima ventaja que se les presente. Hemos discutido este tema en el equipo y quedó claro que somos Mercedes y el equipo es lo primero. A partir de ahora deberán trabajar más en función del grupo y mirarse menos a sí mismos”.

Ahora bien, más allá del talento de los pilotos, las razones por las cuales se consiguen estos excelentes resultados en pista también tienen que ver con el trabajo de Mercedes. Con la nueva reglamentación, de los motores V8 se pasó a los híbridos V6, que están tan avanzados electrónicamente que en lugar de denominarlos motores se los llama “power units” (unidades de potencia). Y los que utiliza la escudería este año fueron bautizados PU106A Hybrid. Este desarrollo se realizó en el Mercedes-Benz High Perfomance Engines, centro de investigación para los motores de F1 que la marca alemana posee en Inglaterra.

A tal punto se puede reflejar el acierto de estos motores que, en el último Gran Premio de Austria, los cuatro primeros puestos fueron ocupados por autos con esos impulsores: los dos Mercedes y los dos Williams, conducidos por Valtteri Bottas y Felipe Massa, quien, inclusive, obtuvo la pole position.
Otro aspecto técnico importante está relacionado con el actual sistema ERS, que es una evolución del anterior KERS. Se trata de un V6 de 1600 centímetros cúbicos equipado con turbo. Tiene un límite de giro de 15.000 rpm, mientras que el turbocompresor llega a girar a unas 125.000 rpm.

En total se extraen unos 600 CV de este pequeño bloque de 1,6 litros de cilindrada, gracias a la acción de un turbo de considerable tamaño. El resto de la potencia es procedente del sistema híbrido ERS, que aporta aproximadamente 160 CV, justo el doble que el anterior KERS y, además, es una potencia más duradera, ya que de los 6,7 segundos que ofrecía el KERS, se pasa a más de 30 en cada vuelta, en muchos circuitos casi un tercio del giro.

Imagen IMAGEN habitual en los podios de este año, con Hamilton y Rosberg, ganadores en 8 de las primeras 9 competencias.
IMAGEN habitual en los podios de este año, con Hamilton y Rosberg, ganadores en 8 de las primeras 9 competencias.
A los dos pilotos se los ha escuchado decir: “En toda mi carrera deportiva nunca había tenido un auto con un rendimiento igual a este W05”. Ya en la presentación realizada a comienzos de año, en Mercedes sabían que lo que tenían entre manos era capaz de alcanzar una fiabilidad y rendimiento sorprendentes. Las fábricas de Brackley, Brixworth y Stuttgart introdujeron nuevas tecnologías a su ingeniería y así se crearon estos autos que están haciendo historia y que buscarán que Mercedes vuelva a tener un piloto campeón después de 59 años. Claro que la escudería alemana permaneció varias décadas ausente, debido a que luego de la tragedia de las 24 Horas de Le Mans en 1955 se retiró de las competencias y en el caso de la Fórmula 1 recién se decidió a regresar en 2010, cuando adquirió el equipo Brawn GP, inesperado aunque merecido campeón en 2009.

En aquel momento apostó por la vuelta del múltiple campeón Schumi y un Rosberg que, si bien había completado cuatro temporadas en Williams, se acomodaba perfectamente como N° 2. Pero a partir de 2012, con la incorporación de Hamilton, la postura de N° 1 y N° 2 se redujo a un tratamiento en igualdad de condiciones y a que el liderazgo se dirimiese en pista. Quien más cerca esté de pelear por el título, contará con mayor colaboración de todos en el equipo para coronarse. Parecería que Rosberg aceptaría esa decisión sin problemas, pero cuesta creer que Hamilton se resigne a un segundo plano. Por eso, lo más saludable será que los dos pilotos de la escudería lleguen con posibilidades a la última cita, el 23 de noviembre en Abu Dhabi.

El calendario de la Fórmula Uno durante julio se mantuvo en el Viejo Continente, antes del receso para disfrutar del verano europeo. Luego de la atrayente carrera en el mítico Silverstone, a unos 130 kilómetros de la sede que Mercedes posee en Brackley, al noroeste de Londres, donde se desarrollaron los exitosos motores que se lucen en la actual temporada, la acción continuó con el GP de Alemania, el 20, con el regreso a Hockeheim, y después fue el turno del GP de Hungría el 27, en Hungaroring, conocido como el Monte-Carlo de los circuitos permanentes.

Con este panorama, la F1 deberá esmerarse en que el interés no se diluya y para ello será clave que Rosberg y Hamilton, que les sacaron una considerable ventaja a sus adversarios, alimenten su amor propio y mantengan encendida la rivalidad entre ellos. Es claro que las chispas y la rebeldía que se manifiesten en la contienda despertarán una atención mayor que si vence la monotonía y todo se resuelve de manera previsible. Más aún con 8 fechas por delante, a partir del GP de Bélgica, en Spa Francorchamps, el 24 de agosto.

La Federación Internacional del Automóvil (FIA) mostró su preocupación en que el show no decaiga, porque es evidente que son pocos los pilotos que aspiran a la victoria y encima se repiten sistemáticamente los nombres de quienes se trepan al podio. Además escasean los sobrepasos, no abundan las maniobras magistrales y se extraña, al menos el público que concurre a los autódromos lo ha manifestado, aquel distintivo sonido que anunciaba el paso de los ruidosos V8.

La F1 está acostumbrada a reinventarse y ahora, otra vez, deberá pensar en cómo reacomodar las piezas de la máxima. Mercedes AMG Petronas fue quien mejor interpretó el nuevo reglamento 2014, más allá de sus bondades estructurales y del talento de sus pilotos. Pero eso, sin dudas, le resta atractivo al show del Gran Circo.

Por: Walter Napoli