¡Habla memoria!

Más Manu que nunca, el homenaje de O.R.O. a Manu Ginóbili

Notable: cuarto anillo para el argentino, que terminó siendo decisivo. San Antonio apabulló a Miami. Magistral lección de juego asociado, en el que Ginóbili es pieza clave.

Por O.R.O. ·

31 de agosto de 2014
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Excelso. Emanuel David Ginóbili, argentino, próximo a cumplir 37 años, ganó su cuarto anillo de la NBA en doce temporadas.

Vigencia, constancia, paciencia para jugar, regularidad. Lo de San Antonio Spurs en la temporada 2013/14 traspasó el envión de una racha para adentrarse en una granítica base de sustentación. Por momentos resultó una máquina infalible o un minucioso mecanismo de relojería. Fue el número 1 de la serie regular en toda la competencia con 62 triunfos y 20 derrotas (75,6%). Terminó con el mejor rédito en la diferencia de tantos a favor menos tantos en contra: 7,8. Tuvo la mejor campaña como visitante: 30-11. Por 17ª temporada consecutiva se clasificó para los playoffs (en 1996/97 fue la última vez que no no lo hizo). Fue el equipo que dio más asistencias: 25,17. Encabezó la estadística de mejor porcentaje de triples: 39,73%.

Podemos seguir agregando datos. Por cuarta vez llegó o superó las 60 victorias, el listón que bendice a las grandes campañas, de acuerdo con este detalle: Temporada 2002/03: 60-22 (73,2%). Temporada 2005/06: 63-19 (76,8%). Temporada 2010/11: 61-21 (74,4%). Temporada 2013/14: 62-20 (75,6%).
De las cuatro últimas ediciones, fue el número 1 del Oeste en tres oportunidades y número 2 en 2012/13, pero esa vez jugó las finales de la NBA y casi las gana: Miami Heat provocó el tiempo suplementario con un triple de Ray Allen cuando faltaban apenas 5,2 segundos.

Aunque es momento del repaso de la conquista, resulta imposible no pensar en el Mundial de España. Comenzará el 30/8, y Manu está en duda porque, días después del título, exámenes realizados por los Spurs dictaminaron que sufre una fractura por estrés en la pierna derecha. Mientras deseamos su recuperación, sigamos recordando su gran temporada.

MARCHA IMPARABLE
Tres que valen oro. Tim Duncan-Manu Ginóbili-Tony Parker se ubicaron como el trío más ganador de la historia de los playoffs el miércoles 21 de mayo de 2014, al darle una paliza a Oklahoma City Thunder como locales por 122-77 en la segunda final del Oeste. Sumaron 111 victorias en la postemporada de la NBA (la cifra está abierta) y desplazaron a Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson y Michael Cooper, de Los Angeles Lakers, que tienen 110. El dato enaltece a sus protagonistas.
El viernes 14 de marzo habían superado 119-85 como locales a Los Angeles Lakers y destronaron, con 491 triunfos, al mismo trío en el conteo de la serie regular. Los Lakers nombrados totalizaron 490. Los primeros son el terceto de Boston formado por Larry Bird-Kevin Mc Hale-Robert Parish, que lograron 540 triunfos.

“Es extraordinario. Creo que vamos a ganar algunos juegos más. Pero incluso si no me hubieran dicho nada acerca de esta estadística, sabemos que estamos en una posición única por haber jugado juntos durante doce temporadas con el mismo entrenador”, fue la referencia de Manu.

- Dos días después, el domingo 16 de marzo, San Antonio Spurs venció 122-104 a Utah Jazz como local y consiguió su 50º triunfo en la temporada, cifra que logró por 15ª vez consecutiva. “La marca de 50 triunfos se explica por el tándem Gregg Popovich-R. C. Buford en la conjunción cuerpo técnico-dirigencia, y por la fortuna de tener a Tim Duncan, que es uno de los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA -puntualizó Manu Ginóbili-. Es espectacular vivir este presente tras tantos años y con el mismo grupo de jugadores”.

- El equipo produjo una seguidilla de triunfos que entró en el listado de las grandes series ganadoras de la historia. Exactamente 19 encuentros consecutivos sin conocer la derrota. Estas son las mejores rachas: 33 partidos, Los Angeles Lakers (1971/72) - 27 partidos, Miami Heat (2012/13) - 22 partidos, Houston Rockets (2007/08) - 20 partidos, Washington Capitols (1947/48/49) - 20 partidos, Milwaukee Bucks (1970/71) - 19 partidos, Los Angeles Lakers (1999/00) - 19 partidos, Boston Celtics (2007/08) – 19 partidos, San Antonio Spurs (2013/14). Esta serie comprendió desde el 26 de febrero hasta el 2 de abril de 2014.

Imagen EUFORIA. Termina la tensión de siete meses y medio de competencia. Manu Ginóbili es el ser más feliz del planeta.
EUFORIA. Termina la tensión de siete meses y medio de competencia. Manu Ginóbili es el ser más feliz del planeta.
DETRAS DE LOS TRIUNFOS
Transcurridos dos meses de competencia, Manu Ginóbili se había explayado en su página manuginobili.com: “En diciembre anduve mucho mejor. Me habían costado de entrada el tiro y encarar al aro, pero ahora estoy bárbaro, contento. Sigo sano, me siento fuerte, estoy atacando bien el aro, mejoré el tiro, progresé en mis porcentajes. Estoy muy satisfecho porque estoy teniendo una mucho mejor temporada personal. De mejor humor, más positivo, lo cual ayuda a mantenerme en el día a día. Y contribuye mucho el hecho de estar sano. No creo que sea pura y exclusivamente fortuito ni tampoco lo atribuyo totalmente al mayor descanso antes del torneo. Influyen también que me cuido más en las comidas y en los tratamientos, y que estuve jugando un poco distinto”.

Manu hizo específico detalle de su alimentación: ”Estoy más atento a lo que meto a mi cuerpo. Cuando uno anda por los 25, 26, 28 años, tiene un margen de error físico; si comió de más, o mal, no lo siente tanto. Pero a los 36, y compitiendo contra estos monstruos, si como mal y no tengo el combustible suficiente, lo siento en las articulaciones, en los músculos. Importa la calidad de los ingredientes. Estoy evitando harinas blancas y azúcares, es decir, pan, facturas, pasta común. En cambio ingiero más proteínas. Aumenté mucho el consumo de pescado; antes hacía 80 de carne y 20 de pescado, y ahora, 50 y 50”.

Más creación que rebotes. Sobre su participación en el juego, puntualizó: “Decía que estaba jugando un poco diferente, y se ve en que estoy teniendo algo más de asistencias que de rebotes, dos rubros que históricamente estuvieron parejos en mi caso. Como no tengo las mismas piernas que hace unos años, mejor que al rebote lo gane otro, que se choque otro, salvo en los momentos importantes. Hoy estoy más enfocado en crear juego que en tomar rebotes. En este momento de mi carrera es más importante. Pero últimamente, sintiéndome bien en lo físico, volví un poco al estilo de siempre y estoy más agresivo, ataco más el aro”.

Cerca de los 37 años, 3 hijos (Luca se agregó el 21 de abril a los mellizos Dante y Nicola, de 4 años), 12 temporadas en la NBA y 794 partidos de series regulares disputados, es lógico que Manu sienta el trajín y se preocupe por su estado. Vive en permanente contacto con su primo Paulo Maccari, fisioterapeuta, kinesiólogo y osteópata, residente en Fuenlabrada (España), a quien consulta todas las cuestiones inherentes a su físico. No es extraño verlo por San Antonio requerido por Manu. Confesó en pleno desarrollo: “En la temporada anterior me sentía mal por los problemas físicos que me quitaron regularidad y realmente pensaba en la posibilidad del retiro. Porque cuando uno está mal, ve todo mal. La verdad es que no me arrepiento de mi decisión de seguir”.

LA ETAPA CULMINANTE
El miércoles 12 de marzo, luego de cuatro meses de competencia y faltando dos para terminar, San Antonio Spurs batió como local 103-90 a Portland Trail Blazers y quedó como número 1 de toda la NBA. En ese entonces, su marca era de 48-16 y transitaba hilvanando su histórica seguidilla de 19 triunfos consecutivos, récord para la franquicia. Tal condición de vanguardista no la perdería más. Al equipo se lo veía firme, seguro, decidido, dominador, convincente y siempre priorizando el juego colectivo a los arrebatos individuales. “Nuestra mayor preocupación es que terminemos sanos”, era el ruego de sus integrantes. Su consagración en los playoffs con una extraordinaria demostración de juego en equipo, ganando además los dos choques de visitantes en Miami, fue la ratificación de todo lo bueno que hicieron en la temporada.

Frente a Chicago Bulls, el martes 11, un día antes, Manu Ginóbili había comparado: “Jugamos el mejor primer período en mucho tiempo”. Lo ganaron 61-33. Impactante. Conocedor de los momentos, el bahiense agregó: “Igualmente espero que no estemos en la cima de rendimiento, no es el momento adecuado”.

Manu redondeó su balance de la fase regular en manuginobili.com: “Fue casi ideal para nosotros. Más no podíamos pedir. Sacamos tres partidos de diferencia sobre el segundo entre tantos equipazos que son más jóvenes, más rápidos y más talentosos que nosotros. El número 1 es un gran logro, pero en los playoffs se empieza 0-0. Leí que fuimos el primer plantel desde 1976 en el que ningún jugador superó los 30 minutos de promedio. Increíble. Pop pudo dar más descanso porque ganábamos, los suplentes jugaban bárbaro. Fue espectacular habernos adjudicado la etapa regular con esa distribución de minutos, sin depender de un jugador determinante. Jugamos muy buen básquetbol, muy repartido en el goleo, en participación, en todo. Buenísimo lo que terminó, pero terminó. Los playoffs son otra cosa”.

En el comienzo de la postemporada, Dallas Mavericks (octavo) exigió más de la cuenta (4-3), no así Portland Trail Blazers (quinto, 4-1). En la final del Oeste pudo superar en tiempo suplementario el complejo de Oklahoma City Thunder (segundo, 4-2), al que nunca había podido ganarle en cuatro partidos de la serie regular. Como el año pasado, la gran final volvió a enfrentar a los mismos equipos: San Antonio Spurs vs. Miami Heat. Por 13ª ocasión hubo repetición del duelo decisivo. El traspié como local de la segunda final, los Spurs lo compensaron jugando el partido perfecto en la noche siguiente. Apoteótico primer tiempo con 75,8% en dobles y 70% en triples. Excepcional. Cuando la intensidad y la agresividad debían ser puestas por el Heat en el cuarto, ocurrió lo contrario: curiosamente se encontraron con apatía. La vuelta al AT&T Center obligó a Manu Ginóbili a ponerse el equipo al hombro para descontar 16 puntos. La historia terminó con otra lección magistral de juego equipista, arrasador. Quinto anillo en la historia, uno menos que el Chicago Bulls de Michael Jordan.

Imagen LOS TRES PILARES de un San Antonio históricamente campeón.
LOS TRES PILARES de un San Antonio históricamente campeón.
GENTE QUE SABE
Por tercera ocasión, Gregg Charles Popovich fue elegido entrenador del año. Las anteriores fueron en 2003 y 2012. Sumó 380 puntos para obtener el premio Red Auerbach. Se une a quienes habían logrado tres distinciones: Pat Riley y Don Nelson. En la elección participaron 124 periodistas y comentaristas de Estados Unidos y Canadá. Superó a Jeff Hornacek (Phoenix Suns, 339 puntos), Tom Thibodeau (Chicago Bulls, 159) y Steve Clifford (Charlotte Bobcats, 127). Entre 1994 y 2002 había sido el general manager de San Antonio Spurs. Como director técnico sucedió a Bob Hill en 1996.

“La manera en que perdimos la final de 2013 no fue normal, fue demoledora. Nos decidimos a afrontarlo de manera positiva para comenzar esta nueva temporada. Mirar hacia adelante. En nuestra vida hay cosas más importantes que ganar o perder partidos y esa fue la perspectiva que tuvimos. Nuestro equipo mostró mucha madurez para hacer las cosas y estoy muy orgulloso”, reflexionó Popovich y agregó: “Tenemos la suerte de que nuestros jugadores no se preocupan por las estadísticas y sólo piensan en ganar partidos. Todos podrían tener mejores números, pero se sacrifican por el equipo”.

La dosificación de los minutos en San Antonio Spurs fue perfectamente calibrada. El análisis al detalle del promedio de minutos jugados en la temporada regular permite comprobar que, más que un entrenador, Gregg Popovich fue un auténtico ingeniero nuclear. Veamos. Los que más entraban: Parker 29,4 minutos – Duncan 29,2 – Leonard 29,1 – Belinelli 25,2 – Diaw 25,0 – Green 24,3 – Ginóbili 22,8 – Splitter 21,5 – Mills 18,9. Los que fueron utilizados un tiempo intermedio: Joseph 13,8 – Ayres 13,0 – Bonner 11,3. Los que menos jugaron: James 10,0 – Baynes 9,2 – Daye 8,2 .

Si al premio de Popovich agregamos que la distinción de Ejecutivo del Año fue para Robert Canterbury Buford (conocido como R. C.), comprenderemos que el manejo de los Spurs ha sido de lo mejor. Con 54 años, ganó el premio por primera vez. Sumó 58 votos, seguido por el de Phoenix Suns, Ryan Mc Donough, con 47. El reconocimiento, emanado de la votación entre sus propios colegas, le llegó después de 23 años en la franquicia texana, 12 de ellos como general manager. En la precedente temporada logró que ocho jugadores (Parker, Duncan, Leonard, Belinelli, Diaw, Green, Ginóbili, Splitter) jugaran más de 20 minutos por encuentro y con seis de ellos (Parker, Duncan, Leonard, Ginóbili, Belinelli, Mills) promediando doble figura en anotación.

Buford fue elegido por Popovich, cuando este se hizo cargo de la dirección técnica. Acierto: en 1999 fue el responsable de la elección de Manu Ginóbili en el draft de la NBA.

LA ZURDA DE ORO
Mientras se disputaban los playoffs, el martes 27 de mayo de 2014, Manu Ginóbili registró un tope que lo deposita definitivamente en los grandes anales de la NBA. Pasó a ser el jugador zurdo que más puntos anotó en toda la historia de los playoffs. Fue en el cuarto partido de la final del Oeste ante Oklahoma City Thunder. Para dimensionar mejor el hecho, repárese en que el récord batido dejó atrás a una figura mítica como Bill Russell. El encolumnamiento nuevo quedó de la siguiente manera: 1) Manu Ginóbili 2674 tantos (la cifra sigue abierta), Bill Russell 2673, David Robinson 2222, Dereck Fischer 2133 (idem), San Perkins 1861.

“This is our year” (Este es nuestro año) se leía en los carteles del AT&T Center. Y fue. El colofón lo rubrica Gregg Popovich: “Sin Manu, los Spurs no podían ser campeones. El tiene en nuestro equipo la misma importancia que tenían Larry Bird en Boston Celtics o Magic Johnson en Los Angeles Lakers. Los grandes jugadores de la NBA, como Kobe Bryant, siempre lo respetaron. Es a quien más buscamos en los finales de los partidos, en las situaciones más difíciles. Es nuestro creador y en todos los casos nos dio respuestas”.

Por: O.R.O.
Nota publicada en la edición de Agosto de 2014 de El Gráfico