(sin categoría)

Di María llevará el histórico número ‘7’ en el United

Es el dorsal más valorado por los hinchas del Manchester; el mismo que vistieron grandes glorias del club como George Best, Eric Cantoná, David Beckham o Cristiano Ronaldo.

Por Redacción EG ·

27 de agosto de 2014
Imagen
Ángel Di María no sólo es el fichaje más caro de la historia del Manchester United y de la Premier League, sino que, además, muestra de la confianza que le tienen en el club, vestirá la camiseta número ‘7’, el icónico dorsal de los Diablos Rojos.

La mística, cuentan en Old Trafford, se inició en la década del sesenta, tiempos de indiscutible reinado del norirlandés George Best. El extremo, bautizado el Quinto Beatle por su afición a la noche y a las fiestas, mezcló su magia futbolística con las andanzas amorosas y las borracheras que acelerarían el final de su carrera. Best utilizó varios números durante su estadía en el United, pero fue con el ‘7’ con el que cosechó sus mejores logros. Figura y campeón de Europa en 1968 y Balón de Oro en el mismo año, compartió la delantera con Bobby Charlton y Denis Law. Fue el jugador más destacado de aquel equipo y de aquel bloque ofensivo que trascendió como la Santísima Trinidad. Dejó el club a mediados de los setenta, pero su nombre ya había quedado eternizado en la historia grande del Manchester United.

Luego del periplo de Best, fueron varios los herederos del legado que, no obstante, no pudieron hacerle sombra a su recuerdo. A lo largo de los ochenta y los primeros noventa Bryan Robson, en ocasiones, recogió el testigo y vistió el dorsal, pero jamás se identificó con él.

Recién en 1992, cuando el francés Eric Cantoná llegó a Old Trafford con el título de campeón con el Leeds United sobre sus espaldas, el público volvió a ver brillar el número ‘7’. La estampa arrogante del delantero, el cuello de la camiseta levantado y sus rebeldías le dieron sentido nuevamente al ícono. Cantoná estuvo en el club hasta 1997, cuando decidió retirarse a los 29 años.

El heredero del ‘7’ fue un chico de las divisiones inferiores, de la camada de los Fergie Boys. David Beckham, con su cabellera rubia y una figura valorada por la platea femenina, se convirtió en un símbolo del club con sus remates de media distancia y sus pases quirúrjicos. En 2003 el Spice Boy abandonó Inglaterra y puso como destino al Real Madrid. Florentino Pérez lo fichó para abrir nuevos mercados en Asia y agrandar aún más la plantilla de Galácticos del Merengue. Su sucesor fue, nada menos, que Cristiano Ronaldo.

El portugués llegó ese mismo año y automáticamente se hizo con la camiseta en cuestión. Desde el primer partido mostró sus condiciones y se convirtió en estrella en Old Trafford. Fue campeón de Inglaterra, de Europa y del mundo hasta que en 2009 otra vez Florentino Pérez (¿Cuándo no?) volvió a encapricharse con una estrella fubolística y pagó por Ronaldo 95 millones de euros, la cifra más alta abonada por un jugador hasta la fecha.

La temporada pasada, cuando llegó Juan Mata, le ofrecieron el número ‘7’ y decidíó dejar pasar la oportunidad. “Es demasiada presión como para empezar”, dijo, y se quedó con el dorsal ‘8’.
Ahora será Di María el encargado de revalorizar el mítico número y de devolver a los hinchas la ilusión de encontrar un nuevo ídolo enfundado en el manto ságrado con el dorsal elegido por los dioses. O por los diablos.

Por Matías Rodríguez