Atención a la izquierda: tres 3 argentinos

El fenómeno de los enganches argentinos que rendían en Brasil pero desfilaban desapercibidos en su propio país, pasó de moda. La extinción de ese puesto es un tema acabado. El último mercado de pases destapó una nueva olla y plantea una situación similar. El “Argentina no tiene laterales” se convirtió en una frase hecha sin sustento dado el profundo interés de importantes equipos europeos por algunos de ellos. Particularmente en el sector izquierdo, Marcos Rojo, Lucas Orban y Cristian Ansaldi fueron tres nombres que cotizaron en alza. La proyección calculada para Rusia 2018 es un absurdo, aunque cabe destacar que Martino tendrá ofertas en el menú.

El caso paradigmático es el de Marcos Rojo, una carta oculta de Sabella, que explotó en Brasil. Durante las Eliminatorias fue duramente criticado, se acusó al entrenador de convocarlo por compartir representante y su nivel era realmente bajo. En Sporting Lisboa jugaba habitualmente como central, y sus partidos con la camiseta albiceleste prologaban un Mundial malo para el platense.

Sin embargo, Rojo fue una de las revelaciones de la primera ronda, y se mostró asentado en los últimos partidos. Patentó una rabona de despeje contra toda desconfianza y anotó un gol vs. Nigeria. Pero lo más destacado fue su constante insistencia para proyectarse en la banda y provocar la superioridad numérica en colaboración a Di María.

Su versión aguerrida y potente sumó el buen criterio ofensivo y la tranquilidad para manejar la pelota. Si Palacio hubiera convertido su chance contra Alemania, estaríamos hablando, también, de un Rojo asistidor. Al menos, quedó confirmado que su puesto era decisivamente ese, como el propio Sabella lo había descubierto en Estudiantes.

El Chelsea fue el primero que posó los ojos sobre el joven de 24 años para reemplazar a Ashley Cole. Finalmente, se quedó con Filipe Luis. Por el momento, el pretendiente más firme es Manchester United, que habría ofrecido una cifra superior a los 30 millones de dólares. El Sporting Lisboa pide 48 como cláusula de recisión, aunque la presión del jugador y los problemas contractuales, colaborarían para que la transacción prospere. Capítulo abierto para quien en dos meses pasó de ser discutido a convertirse en uno de los defensores más caros de la historia.

Por números más modestos, Lucas Orban y Cristian Ansadi, cerraron sus arribos al fútbol español. Orban tiene 25 años y ya se asentó luego de un comienzo difícil para su adaptación. Pasó de jugar en su country de Los Cardales a las inferiores de River. A los pocos meses de llegar al club, recibió un golpe a la salida de un boliche y padeció la fisura de dos vértebras y el sangrado en el cerebro. Tardó seis meses en recuperarse, y aquella historia quedó en el anecdotario, pero pudo haber sido fatal.

Su paso por el club de Nuñez lo confirmó en su puesto de lateral izquierdo y le dio los primeros minutos en Primera. Jugó apenas 10 partidos en dos temporadas y tuvo que buscarse club a comienzo de 2011. Su nuevo destino fue Tigre, donde comenzó como suplente pero al poco tiempo se ganó la titularidad indiscutida. Llegó a la final de la Sudamericana y salió segundo en el Clausura 2012. Más fuerte en el mano a mano, rápido y con muy buena pegada, creció futbolísticamente a granel en Victoria. Además, se amoldó a ser stopper en una línea de tres cuando la situación lo requería.

El año pasado dio el salto europeo a cambio de tres millones de euros al Bordeaux. Millonarios y matadores se dividieron la mitad de los ingresos. Habiendo completado una buena temporada, el Valencia lo sumó a comienzos de agosto por 4,5 millones de euros y un contrato hasta 2018. Dada la edad y lo que representa pertenecer a uno de los clubes más importantes de España, su aparición en la Selección es inminente.

El tercer hombre en cuestión es Cristian Ansaldi. Está acariciando los 28, lo que lo convierte en el más grande de los tres. Su condición de ambidiestro es lo más destacado del “Colo”. Surgió en Newell´s y estuvo los últimos cinco años en Rusia. Primero en el Rubín Kazán y la última temporada en el Zenit San Petersburgo. El desconocimiento del fútbol de aquellos pagos, lo llevó a buscar un club de mayor repercusión; y el Cholo Simeone lo sumó por una temporada a préstamo. El Atlético Madrid puede ser la pantalla necesaria para entrar en la consideración del actual entrenador. Su llegada relega en un plano inferior a Emiliano Insúa, otro argentino del mismo puesto, aunque de menor relevancia.

Nuevamente la opinión de los grandes europeos obliga a los clubes argentinos a replantearse la fuga de talentos sin pulir. Parece que fuera necesario el interés de las potencias para concientizarse del nivel de los jugadores argentinos. Las frases hechas y los estigmas van contra el desarrollo de los jugadores. En este caso, Rojo, Orban y Ansaldi son algunas muestras de que Argentina tiene laterales.


Pedro Molina